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Blair Walsh asume la culpa por eliminación de los Vikings

MINNEAPOLIS -- Mike Zimmer fue contundente. Al final, Blair Walsh comenzó a llorar. Así fue la carga emocional tras el partido del domingo en el TCF Stadium, donde los Seattle Seahawks escaparon con una victoria de 10-9 ante los Minnesota Vikings.

Zimmer tuvo poco que añadir tras la falla de gol de campo de 27 yardas por conducto de Walsh, el cual hubiese dado la ventaja a los Vikings con 22 segundos por jugar. "Es un intento regalado", dijo el coach de los Vikings. "Tiene que convertirlo".

Walsh se sintió de la misma forma y se llenó de lágrimas minutos más tarde en el vestidor de los Vikings tras completar una entrevista con los reporteros. Walsh, quien había convertido 33 de 34 intentos adentro de la yarda 30 en su carrera antes del último, asumió toda la culpa. Eximió a Jeff Locke, quien le sostenía el balón y puso las costuras mirando hacia Walsh en lugar de al revés, como marcan los fundamentos, y dijo que no sabía inmediatamente qué salió mal.

"Es tan rápido que no supe lo que sucedió", reconoció Walsh. "Tienes que regresar y ver el video. Pero les puedo decir esto: es mi culpa. No me importa si me sostienes el baló como sandía (pobremente, sin fuerza), debí ser capaz de meter ese. Jeff hizo su trabajo. [El centro largo Kevin McDermott] hizo su trabajo. Soy el único que no cumplió. Es mi culpa".

Locke se mostró empático después del juego.

"Kevin y yo sentimos como si nosotros fallamos la patada", sostuvo Locke. "Fuimos los tres. Somos una unidad. Se siente horrible".

Aunque Walsh restó importancia a las costuras del balón, Locke se sintió devastado por no alinearlas correctamente.

"Tengo que girarla", expresó. "Así de simple. En estas condiciones, es muy difícil hacerlo, controlar el giro. Pero es parte de mi trabajo. Entonces debo cumplirlo.

"La responsabilidad mía y de Kevin es facilitarle las cosas a Blair, y ese panorama no tiene las costuras viendo hacia él".

Walsh fue toda la ofensiva de los Vikings en un gélido escenario, donde la temporatura de -22 grados centígrados volvió el partido el 3° más frío de la historia.

Convirtió tres goles de campo desde 22, 43 y 47 yardas en los primeros tres periodos.