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NFL tiene en sus manos la solución a los problemas de seguridad

Vontaze Burfict se ganó un suspensión de tres partidos por su golpe a Antonio Brown. AP Photo

BRISTOL -- Un martillo sin usar está empolvándose en el almacén de la NFL, una herramienta que sería más eficaz en la supuesta lucha de la liga por la seguridad de los jugadores que los castigos, multas y suspensiones. Podría evitar que haya reincidentes, ayudar a incentivar a los entrenadores a mantener un mejor control de sus jugadores y minimizar la posibilidad que un partido se convierta en una peligrosa y antiestética pelea callejera.

Las expulsiones históricamente han sido una medida de último recurso en el fútbol americano profesional, donde cada partido representa el 6.25 por ciento de la temporada. Los jugadores saben que no serán expulsados a menos que su conducta sea horrible al punto de no tener precedentes. Si pensaran de otra manera --si supieran que un error podría su participación inmediatamente con una disciplina más estricta que perjudicaría a sus equipos más que una suspensión futura-- podría ser más probable que se controlen a sí mismos.

En cambio, a menudo vemos partidos como el del sábado en la Ronda de Comodines entre los Pittsburgh Steelers y Cincinnati Bengals. A pesar de siete castigos por conducta antideportiva o rudeza innecesaria, los únicos jugadores que no terminaron el partido fueron los que resultaron lesionados por las jugadas agresivas. Es un retroceso que el apoyador de los Bengals, Vontaze Burfict jugó hasta el final del partido pero que el receptor de los Steelers, Antonio Brown, no lo hiciera. La conmoción cerebral de Brown, cortesía de un golpe ilegal de Burfict, es tan severa que parece estar en duda para el partido de la Ronda Divisional contra los Denver Broncos.

La NFL ha suspendido a Burfict por los primeros tres partidos de la temporada del 2016, un castigo considerable para el que los Bengals tendrán nueve meses para prepararse. Sin embargo, el cambio repentino a una expulsión, donde un equipo debe reemplazar a su jugador titular sin advertencia, representaría un disuasivo único. La posibilidad parece relevante ya que la NFL se prepara para otro juego con "rivalidad" entre Steelers y Broncos.

Todos sabemos que los castigos y multas no han tenido efecto en Burfict. Ha sido castigado 12 veces en su carrera por conducta antideportiva o rudeza innecesaria, la segunda mayor cantidad para un jugador desde el 2012, y ha sido multado con más de 200,000 dólares. Una expulsión podría no tener un impacto para cambiar su carrera o su conducta, pero la amenaza de ello podría haberlo frenado para proteger a Brown el sábado por la noche. Con el tiempo, expulsiones más frecuentes sacarán del campo a jugadores que están en el camino de jugar de la manera que Burfict lo hizo.

La NFL sólo expulsó a cuatro jugadores durante la temporada regular del 2015, incluso con las peleas como un punto de énfasis. Dos se produjeron luego que el vicepresidente de oficiales Dean Blandino criticara a las plantillas de oficiales que no expulsó a ningún jugador después del partido lleno de peleas entre los Carolina Panthers y New York Giants en la Semana 15.

Las recientes postemporadas han carecido de expulsiones. De acuerdo a una investigación de Michael Bonzagni de ESPN Stats & Information, sólo tres jugadores han sido expulsados en partidos de playoffs en los últimos 15 años. Pueden ver más detalles en nuestra tabla.

Entiendo la renuencia de la NFL en este tema. En el béisbol, un lanzador expulsado por golpear con la bola a un bateador tiene otras 30 oportunidades de iniciar un partido. Un jugador de la NBA que comete dos faltas flagrantes, lo que representa una expulsión automática, tiene otros 81 partidos por jugar. Ambos deportes juegan series a ganar más partidos en los playoffs, minimizando el impacto de una lesión en cualquier juego en particular.

La NFL; desde luego, juega una temporada de 16 partidos y rondas de playoffs a un juego. Ha establecido un alto estándar para la expulsión debido a que cada uno de sus partidos es muy importante. Expulsar a un jugador de renombre podría impactar dramáticamente en el resultado y en consecuencia en el transcurso de la temporada. Si es posible, los aficionados quieren campeonatos ganados por jugadores en el campo y no por decisiones de oficiales y directivos desde la oficina de la liga. Y comprensiblemente, la NFL no quiere hacer un hábito de sacar del campo a jugadores de renombre.

"No tomamos las expulsiones a la ligera", declaró Blandino el mes pasado. "Es una temporada corta y la acción tiene que ser algo que va más allá del curso normal".

Blandino impulsó al réferi Terry McAulay a expulsar al receptor abierto de los Giants, Odell Beckham Jr., en la Semana 15, y vale la pena señalar que su poder para hablar con los oficiales en los playoffs aún no le permite ordenar expulsiones. Blandino tiene permitido corregir errores administrativos de acuerdo a las nuevas políticas, pero no puede marcar castigos o asistir en decisiones de juicio que no son revisables.

Expulsar a Burfict después de su golpe sobre Brown habría estado justificado pero --con sólo 18 segundos por jugar-- difícilmente habría sido de impacto. Desde este punto de vista, esa jugada fue la culminación de un grupo de jugadores que ganaron valor a lo largo de un partido físico. Permitir a esos jugadores seguir en el juego fue una aprobación tácita a su conducta, al menos en el contexto de este enfrentamiento. Habría sido sorprendente para los jugadores y sus entrenadores ver expulsiones por ofensas que no lesionaron a sus rivales.

Como en cualquier deporte, los jugadores y entrenadores de fútbol americano sacarán provecho de su ventaja en medida de lo permitido. Los castigos y multas persuaden a algunos, pero no a todos. Las expulsiones no son un antídoto mágico para los golpes sucios, ni protegerían a todos los jugadores en todas las jugadas. Pero si la NFL es tan seria como dice en cuanto a proteger a sus jugadores, no hay razón para dejar guardadas sus herramientas.