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El Super Bowl 50 no siguió libreto favorito de la NFL

SANTA CLARA -- La NFL deseaba que sucediera una de dos cosas en el Super Bowl 50: una actuación estelar de Peyton Manning para ponerle un moño dorado a una de las mejores carreras en la historia de la liga, u otro partido increíble de Cam Newton --recién nombrado Jugador Más Valioso-- que sirviera como un simbólico cambio de estafeta para quien se convirtió en el rostro de la NFL en el 2015.

En lugar de eso, los Denver Broncos confirmaron nuevamente que en la época de las reglas inclinadas al juego ofensivo, especialmente el ataque por aire, todavía se puede ganar en esta liga con una defensiva dominante y un juego terrestre eficiente.

Los Broncos empataron una marca de Super Bowl con siete capturas de mariscal de campo al recién nombrado Jugador Más Valioso de la NFL, Newton, le robaron cuatro balones a los Carolina Panthers, y en términos generales cometieron menos errores que el rival para quedarse con el Trofeo Lombardi del aniversario de oro del Super Bowl.

No fue lindo. No importa.

Peyton Manning se convirtió en el primer mariscal de campo de la historia en ganar como titular Super Bowls con equipos diferentes, se convirtió en el mariscal de campo de mayor edad en conquistar el Lombardi --superando en el proceso al actual gerente general de su equipo, John Elway-- y aprovechó para desviar preguntas sobre un retiro que muchos esperaban fuera anunciado con la victoria.

"Saben, me tomaré un tiempo para reflexionar", ofreció Manning desde el centro del emparrillado a la conclusión del juego. "Tengo un par de prioridades primero. Quiero ir a besar a mi esposa e hijos. Quiero abrazar a mi familia y voy a beber mucha Budweiser esta noche, les prometo eso. Voy a ocuparme de esas cosas primero y diré una pequeña plegaria para el hombre de arriba por esta oportunidad. Simplemente estoy muy agradecido".

Sus números no fueron de otro mundo. Trece de 23 intentos de pase fueron completos, para 141 yardas sin touchdowns, con una intercepción y un balón suelto perdido.

Manning llegó a 200 victorias como mariscal de campo titular en la NFL, incluyendo postemporada, para romper el empate por el liderato histórico con Brett Favre, pero no ganó este partido como tantos otros a través de una ilustre carrera que se verá celebrada pronto con un busto de bronce en Canton, Ohio. No necesitó hacerlo.

Von Miller se apuntó 2.5 capturas y dos balones sueltos forzados a Newton que le valieron la designación de Jugador Más Valioso. Sin embargo, también acumuló seis derribos, un pase desviado, y dos apresuramientos de pasador. DeMarcus Ware aportó dos capturas, y se combinó con Miller y Derek Wolfe para mantener una presión constante sobre Newton, particularmente por fuera de los tackles. El profundo T.J. Ward interceptó un pase y recuperó un balón suelto, mientras que el liniero defensivo Malik Jackson recuperó otro en las diagonales, anotando de hecho el primer touchdown del juego.

Finalmente, no debemos olvidarnos del aporte terrestre de C.J. Anderson, quien acumuló 90 yardas y un touchdown en 23 acarreos.

Si somos sinceros, el juego de Denver tuvo sus carencias. Aparte de las dos entregas de balón de Manning, estuvieron los tres castigos de Aqib Talib en la primera mitad, dos de ellos fouls personales. El ataque de los Broncos parecía perder versatilidad cada vez que se aproximaba a la zona de anotación de los Panthers, y mostraron poca disposición a arriesgar una intercepción en zona roja, optando por correr con Anderson, sin mucha suerte, que lanzar con Manning.

Además, la línea ofensiva permitió a Kony Ealy empatar la marca individual de capturas en un Super Bowl con tres, el mismo Ealy que le robó el pase a Manning en una carga de zona, para convertirse en el único jugador en la historia del súper domingo en registrar capturas múltiples e intercepción en el mismo encuentro.

Aun así, no queda ninguna duda de que el equipo que ganó debía hacerlo. Denver nunca estuvo abajo en el marcador, y sobre todo, evitó cometer la clase de errores que cometió Carolina, que te impiden ganar un juego de fútbol americano, sea cual sea el escenario.

Los pases dejados caer fueron una constante para los Panthers, incluyendo uno que pasó entre las manos de Ted Ginn para convertirse en la intercepción de Ward. Los esquemas de bloqueo no fueron efectivos para mantener a Newton dentro de un bolsillo limpio, y el fullback Mike Tolbert regaló otra entrega en uno de sus dos balones sueltos.

Por si fuera poco, los Panthers dejaron escapar oportunidades críticas de nivelar la balanza. Ward soltó el ovoide después de interceptar a Newton, pero fue rescatado cuando el apoyador Danny Trevathan se abalanzó sobre él. Josh Norman, candidato legítimo a ser nombrado Jugador Defensivo del Año, dejó escapar dos intercepciones de Manning de las manos. Graham Gano falló el primer gol de campo desde el Super Bowl XLV, cuando su intento en el tercer periodo golpeó el poste sin entrar.

Hasta Ron Rivera cometió un par de errores significativos con los desafíos. En primera instancia, retó una decisión de pase incompleto que no parecía tener oportunidad de ser revertida, en el primer cuarto. Al perder ese desafío, automáticamente se quedó sin la posibilidad de obtener un tercer pañuelo rojo. Al poco tiempo, decidió retar una jugada de Manning que fue llamada pase incompleto, buscando que se marcara como captura, para una pérdida de 6 yardas. Aunque ese reto sí se ganó, se perdió mucho más: Rivera se quedó sin desafíos para el resto del juego.

El déficit de 6 puntos al medio tiempo fue el mayor que enfrentaron los Panthers en el año, y quizás en cualquier otro encuentro, hubieran sido capaces de sobreponerse. No hoy, de la manera en que jugaron.

El Super Bowl 50 no siguió el libreto que le hubiera encantado a la NFL; el libreto que vende entradas y que se comercializa solo. Ninguno de los mariscales de campo estuvo a la altura de la instancia. Los que esperaban un marcador de videojuego se sentirán decepcionados.

No obstante, nada de eso resta mérito a unos Broncos que supieron rescatar una fórmula probada a lo largo de la historia del Super Bowl; una que fue utilizada en su contra apenas hace dos años en el Super Bowl XLVIII en New York, por los Seattle Seahawks.

En la NFL de principios del siglo XXI, todavía se puede ganar todo con defensiva y juego terrestre, y sobre todo, sin un mariscal de campo que te entregue un juego memorable.