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Rafa Zamorano, ESPN Digital 8y

El trago amargo para Carolina lleva su dosis de aprendizaje

SANTA CLARA -- Se aprende más en las derrotas que en las victorias, suelen decir los entrenadores, de cualquier nivel.

Los Carolina Panthers recibieron una lección tan vieja como el deporte mismo: "El modo en que cierras en igual de importante del modo en que comienzas".

La marca de 15-1 en temporada regular, las dos victorias subsecuentes en postemporada, parecen muy lejanas después de la derrota en el Super Bowl 50, por 24-10, ante los Denver Broncos.

Los Panthers entregaron cuatro veces el ovoide, tiraron innumerables pases de las manos, y nunca supieron cómo neutralizar la presión que conjuró desde el otro lado de la banca en coordinador defensivo de Denver, Wade Phillips. 

Cam Newton, recién nombrado Jugador Más Valioso, fue capturado en siete ocasiones para empatar una marca de Super Bowl, y se le notó visiblemente frustrado a lo largo del encuentro, particularmente después de una jugada de pase incompleto en que luego de escapar de la presión en su propia zona de anotación, lanza el ovoide fuera del terreno de juego antes de ser derribado por Derek Wolfe en una tercera oportunidad del cuarto periodo.

Azotando las manos en el césped y regresando al campo --mientras ya ingresaban los equipos especiales de los Panthers para ejecutar un despeje--, Newton delató estar fuera del encuentro.

La narrativa fácil será decir que Newton entró al juego descompuesto, habiendo perdido el piso tras ser designado por una mayoría arrolladora como JMV, acumulando 48 de los 50 votos totales. Se dirá que sus zapatos dorados, con la leyenda "MVP" y sus estadísticas era prueba fehaciente. 

Quedarse con eso es leer el libro a medias.

Newton concluyó el juego con 18 pases completos de 41 intentos para 265 yardas, sin touchdowns y con una intercepción. A eso habría que sumarle 45 yardas terrestres en seis acarreos, ninguno de anotación, y dos balones sueltos que a la postre abrieron el camino para que Von Miller se convirtiera en el décimo jugador defensivo en la historia en ser nombrado Jugador Más Valioso del Super Bowl.

"Perdimos", dijo escuetamente Newton a los medios tras el encuentro, ofreciendo respuesta recortada tras respuesta recortada a los cuestionamientos sobre el descalabro.

Sin embargo, el juego no se gana desde una posición, ni siquiera la de mariscal de campo, y el mejor ejemplo puede ser el rival en turno. Peyton Manning tuvo una tarde igual parecida. Apenas 13 de 23 completos para 141 yardas sin touchdowns, y con una intercepción y un balón suelto perdido.

Sin embargo, Manning se vio arropado por un mejor desempeño colectivo a su alrededor, comenzando con Phillips y una defensiva que no se cansó de presionar a Newton, pasando por el regreso de Jordan Norwood de patada de despeje de 61 yardas que impuso marca de Super Bowl, la sólida tarde de C.J. Anderson, quien acumuló 90 yardas en 23 acarreos con un touchdown, y hasta la precisión de un Brandon McManus que convirtió sus tres intentos de gol de campo.

A Newton no le fue tan bien.

Lo más notorio, probablemente, fue la defensiva. La unidad de Carolina que se mostró tan oportunista a lo largo de la campaña regular y playoffs, desperdició varias oportunidades de robar el balón a los Broncos, incluyendo dos intercepciones que dejó escapar Josh Norman.

Por tierra, la mejor ofensiva terrestre de la liga apenas pudo sumar 118 yardas.

En resumen, los Panthers que se presentaron a Levi's Stadium --como un colectivo mucho mayor a Newton en lo individual-- no jugaron como el equipo que llegó al juego con 17 triunfos con apenas una derrota.

"Sí, no sentimos la energía que usualmente tenemos", admitió el ala defensiva Charles Johnson en el vestidor de los Panthers. "No capitalizamos en las entregas de balón que tuvimos. Y simplemente no jugamos bien como equipo".

Sin embargo, también abandonan este estadio como un equipo diferente. Los Broncos aprovecharon el baño de humildad que recibieron hace dos años en New York, cuando con la mejor ofensiva de la liga, fueron humillados y arrastrados a lo largo del campo por los Seattle Seahawks. La derrota del día de hoy de Carolina no fue una paliza de la misma magnitud, pero el equipo se va sintiendo la misma amargura.

"Estaremos de regreso", sentenció Newton.

La lección está allí, y es la misma de todos los años; la misma de siempre. Sólo queda saber si Carolina aprovechará la lección como lo hizo Denver.

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