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Kevin Seifert 8y

Defensiva es camino alterno en sistema aéreo de estrellas en NFL

Así que quieres estar en el Super Bowl...

Aquí hay una guía simple y de dos pasos: consigue un mariscal de campo Salón de la Fama y siéntate a esperar.

Pero no lo olviden, las defensivas ganan campeonatos.

A excepción, claro, cuando no.

Y con esa incertidumbre se dan los intentos por hallar la fórmula del éxito en la NFL. Mientras la liga entra hacia su temporada baja, y los equipos se enfocan en renovar plantillas para el 2016, es difícil negar que la línea más directa al campeonato es contar con un mariscal de campo élite. Pero también es imposible ignorar que las últimas tres campañas han mostrado que ese plan no está blindado.

La mejor defensiva de la NFL ha avanzado al Super Bowl en cada uno de esos años, y en dos vencieron a un pasador de calibre All-Pro para llevar a su equipo al triunfo. Los Denver Broncos forzaron al mariscal de campo de los Carolina Panthers, Cam Newton, a su peor actuación de la campaña para llevarse el Super Bowl 50, y los Seattle Seahawks doblegaron a un Peyton Manning que todavía era élite en el Super Bowl XLVIII.

Uno de los mayores errores en el análisis de NFL, es proyectar los resultados más recientes hacia tendencias futuras. No, no necesariamente vamos hacia una era donde la defensiva es más importante que el juego aéreo, pero hay razón de esperanza entre las franquicias que no tienen un mariscal Top 10 y saben lo difícil que es hallar uno.

Démosle un vistazo más cercano a lo que ha sucedido en la supuesta época aérea de la NFL.

La producción de pases y eficiencia continuó en ascenso durante el 2015. Como muestra la tabla, los equipos de la NFL nunca habían lanzado más yardas por juego, touchdowns, pases completos a tan alto ritmo e intercepciones a tan bajo ritmo como el año pasado. Hubo un número récord de mariscales de campo con al menos 30 pases de touchdown, y ellos tiraron al menos tres pases de anotación en un juego más veces que cualquier otra campaña en la historia de la NFL.

Bajo ese manto, el eventual Jugador Más Valioso de la NFL --quien lanzó 27 touchdowns y una intercepción en sus últimos ocho juegos-- avanzó al Super Bowl. Allí, se enfrentó a una defensiva que acabó el año en primer lugar por yardas permitidas (238.1) y cuarta en puntos (18.5). Todos sabemos lo que sucedió después.

Los Seahawks vivieron una historia similar hace dos años, limitando a la ofensiva más anotadora de todos los tiempos y a Manning --que venía de lanzar para 5,477 yardas y 55 touchdowns en la campaña regular-- a ocho puntos. Entre esos dos juegos, por supuesto, el mariscal de campo de los New England Patriots, Tom Brady, quemó a los Seahawks con 328 yardas y cuatro touchdowns en la eventual victoria por 28-24 del Super Bowl XLIX.

En cada caso, los Seahawks entraron al choque como la mejor defensiva de la NFL tanto en yardas permitidas como puntos.

La actuación de Brady extendió lo más cercano a una tendencia en la época aérea. Del 2000 al 2012, cada que un pasador élite --o alguno que entrara a playoffs jugando a ese nivel-- chocó contra una defensiva Top 5 en el Super Bowl, ganó el mariscal. Sucedió cuatro veces:

Peyton Manning venció a los Chicago Bears en el Super Bowl XLI.

Eli Manning a los Patriots en el Super Bowl XLII.

Aaron Rodgers ante los Pittsburgh Steelers en el Super Bowl XLV.

Joe Flacco sobre los San Francisco 49ers en el Super Bowl XLVII.

Entonces, ¿qué significa todo esto?

Hay mucho por decir sobre el impacto de una gran defensiva. Los Broncos del 2015 fueron el 12° equipo en la historia de la NFL que avanza al Super Bowl con una defensiva líder en yardas permitidas. Esos equipos están 10-2 en el Super Bowl, de acuerdo con ESPN Stats & Information. Por otra parte, los Panthers ya son 5° en las últimas seis instancias que pierden el Super Bowl tras avanzar con la mejor ofensiva en puntos.

Una gran defensiva puede derrotar a un gran mariscal de campo, incluso cuando su propia ofensiva tiene fallas en la posición. Manning fue uno de los peores titulares en el 2015, y Russell Wilson de los Seahawks estuvo apenas arriba del promedio (12° en Total QBR) en el 2013.

Al mismo tiempo, no estoy seguro de cuántos equipos cambiarían un mariscal de campo franquicia por una defensiva de primera línea. Cuando ves a las unidades de los Broncos y Seahawks, te das cuenta que requirieron decisiones excepcionales y suerte tanto en el draft como en la agencia libre.

Los Broncos reclutaron a los apoyadores Von Miller y Danny Trevathan junto con los linieros defensivos Derek Wolfe y Malik Jackson. Sus apuestas de agencia libre incluyeron al apoyador DeMarcus Ware, el esquinero Aqib Talib y el profundo T.J. Ward.

Los Seahawks, por supuesto, se armaron con generaciones recientes de draft que presentaron al esquinero Richard Sherman, los profundos Earl Thomas y Kam Chancellor, y los apoyadores K.J. Wright y Bruce Irvin, con los alas defensivas de agencia libre Cliff Avril y Michael Bennett.

Reclutar a un mariscal de campo élite, si tienes la suerte de estar en esa posibilidad, es un remedio más rápido y puede cubrir los errores o falta de profundidad en otras áreas. Cuando Manning venció a los Bears, su defensiva de los Indianapolis Colts era N° 23 en puntos permitidos. Los New York Giants de Eli Manning tenían defensiva N° 25 en puntos de cara al Super Bowl XLVI y N° 17 antes del Super Bowl XLII.

La lección, si hay una, es que la era de pasadores en la NFL no ha bloqueado por completo otros caminos hacia el Lombardi. Tengan eso en mente mientras soportan la temporada baja.

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