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Todd Archer 8y

Por su contribución a la liga, Jerry Jones merece Salón de la Fama

IRVING -- El sábado pasado, Eddie DeBartolo, fue elegido al Salón de la Fama por sus aportaciones al fútbol americano profesional.

Como propietario de los San Francisco 49ers, presidió una de las mejores rachas para una organización en la historia de la NFL. Los Niners tuvieron marca perdedora en las primeras cuatro campañas de DeBartolo al mando, pero en 1979 contrató a Bill Walsh y reclutó a Joe Montana. Para 1981, San Francisco había ganado un Super Bowl. Y pasarían a ganar tres más.

Durante su estancia los Niners ganaron 13 títulos divisionales, viajaron a 16 playoffs y disputaron diez Finales de la NFC.

Sus jugadores lo adoraban.

En torno a sus contribuciones al deporte, no obstante, la trayectoria de DeBartolo está construida en los triunfos. Y eso no es una crítica a DeBartolo, quien fue suspendido por la liga tras un caso de corrupción que al final lo obligó a ceder el control de la franquicia.

Si DeBartolo es Salón de la Fama, entonces sólo será cuestión de tiempo para que Jerry Jones halle su camino a Canton, Ohio.

Jones tiene tres victorias de Super Bowl como propietario y gerente general de los Dallas Cowboys. Los Cowboys se convirtieron en la primera franquicia que ganó tres Super Bowls en un periodo de cuatro años cuando se llevaron el trofeo a casa en la edición N° 30 en 1995.

Los Cowboys llegaron a 13 playoffs bajo el ala de Jones. En el 2014, fue nombrado Ejecutivo del Año por la marca 12-4 de Dallas.

Sin embargo, la franquicia no ha vuelto a la final de conferencia desde 1995. Sólo los Detroit Lions y los Washington Redskins tienen una sequía más larga en la NFC, y los Cowboys tuvieron la peor marca de la conferencia en el 2015, con 4-12.

Lo que en realidad vuelve el historial de Jones un calibre de Salón de la Fama, son sus contribuciones al juego.

Jones ayudó a transformar la NFL con sus instintos de negocio. A inicios de los 90, CBS y NBC pidieron una reducción en los precios de derechos porque afirmaban una pérdida de 75 millones de dólares al año. El ex propietario de Cleveland, Art Modell, presidente del comité de transmisión, quería dar un reembolso de 238 millones y extensión de dos años.

Eso le hubiese costado 8.5 millones de dólares a cada dueño. Jones y el ex propietario de los Philadelphia Eagles, Norman Braman, juntaron suficiente respaldo para bloquear la votación. En lugar de eso, los propietarios establecieron una reducción de un millón de dólares por equipo.

Jones fue integrado al comité de televisión de la liga y se involucró directamente en las negociaciones.

Fox le ganó a CBS por más de 100 millones por temporadas mientras emprendió negocios con la NFL.

Ahora, los acuerdos televisivos representan 4, 950 millones al año para la NFL.

Jones jugó una gran parte en la negociación más reciente del acuerdo colectivo de trabajo entre los dueños y la Asociación de Jugadores de la NFL, y apenas el mes pasado ayudó a gestionar el regreso de la NFL a Los Ángeles.

De cara a la junta de reubicación, parecía que la asociación de San Diego Chargers/Oakland Raiders por un nuevo estadio en Carson, California, llevaba la ventaja. Jones favoreció al proyecto de Inglewood, California, terreno del dueño de los St. Louis Rams, Stan Kroenke.

La votación final fue de 30-2 en favor de los Rams para el regreso a Los Ángeles y los Chargers con opción a unírseles. Si no ejercen la opción para el 2017, los Raiders verán la posibilidad.

Jones calculó que el plan de Kroenke le podía generar 15 mil millones de dólares a la NFL.

La casa de los Cowboys en Arlington, Texas, el AT&T Stadium, es la mejor de la NFL al menos hasta que el nuevo estadio de L.A. se construya. Este verano, los Cowboys se mudarán a una nueva instalación central llamada The Star at Ford Center que se completará con un hotel Omni, compras de alto perfil y un estadio interior de 12 mil asientos tras una sociedad con el ayuntamiento de Frisco, Texas.

El empuje mercadológico de Jones hace que otros equipos aceleren o se queden atrás. De hecho, la NFL demandó a Jones por sus acuerdos exteriores con marcas como Pepsi y Nike, y él contrademandó. En ese entonces era más salvaje. Ahora es el personaje central.

Jones siempre será atacado por una legión de aficionados Cowboys tras el despido de Tom Landry, algo que el mismo Jones aceptó como mal manejo. Otros no le perdonarán la salida de Jimmy Johnson tras la temporada de 1993, misma que dejó a los fans preguntándose si hubieran ganado más Super Bowls con Johnson en el equipo más tiempo.

Las críticas seguirán cayendo por la sequía del Super Bowls y la pregunta sobre si Jerry el dueño debe despedir a Jerry el gerente no pararán, especialmente tras una marca de 4-12.

Esas personas se retorcerán ante la idea de Jones portando una chaqueta dorada, pero no le están dando el crédito por sus contribuciones al deporte.

Ningún dueño le “ha crecido el pastel” --un término que Jones adora y el comisionado Roger Goodell suele utilizar-- a la NFL más que Jones.

Y por eso merece estar en el Salón de la Fama.

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