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Un vistazo a ocho de los receptores más notables para el draft de la NFL

Los últimos dos años fueron espectaculares en la posición de receptor abierto cuando hablamos del draft, y aunque la camada del 2015 se quedó corta en cuanto a producción respecto a la generación que le precedió --sin olvidar lesiones a Kevin White y Breshaud Perriman, hablando de la primera ronda del draft-- todavía hay tiempo y altas esperanzas para ese grupo.

Respecto al grupo de este año, las expectativas no son tan altas. Para empezar, existe una aparente falta de velocidad en términos generales para todo el grupo, aunque hay honrosas excepciones. Por otro lado, tampoco vemos alguno de esos impresionantes especímenes físicos que combinan velocidad más tamaño más atleticismo, que hacen salivar a los visores.

En principio, me parece que hay cuatro receptores abiertos con altas posibilidades de irse en primera ronda, pero el orden entre ellos es disputable. Además, vale la pena preguntarnos si hay entre esos cuatro un legítimo N° 1 al siguiente nivel, o terminarán siendo jugadores complementarios.

Más abajo, en rondas medias, tampoco encuentro demasiados elementos que me hagan suponer que será sencillo encontrar ayuda instantánea después del primer día del sorteo, como ha sucedido en otros años.

Acá están los ocho receptores abiertos que más me llaman la atención para el draft del 2016 de la NFL:

Tyler Boyd, Pittsburgh

Dice mucho de Boyd que deja a los Panthers como el receptor más prolífico en la historia del programa cuando uno recuerda que receptores como Larry Fitzgerald, Antonio Bryant, Jon Baldwin y Devin Street pasaron por ahí. Por si fuera poco, Pitt alineó a a Boyd como corredor frecuentemente durante la pasada campaña, luego de que su estelar James Conner debiera dejar el juego temporalmente para lidiar contra el cáncer. En esencia, Boyd se convirtió en el arma versátil de los Panthers, y la capacidad que mostró para responder ante el reto le vendrá muy bien al siguiente nivel porque habla de su adaptabilidad. Y si hablamos de adaptabilidad, no hay que olvidar que Boyd logró sus impresionantes jugando con tres mariscales de campo diferentes a lo largo de su tiempo en Pitt. A los visores les hubiera gustado un tiempo más rápido en las 40 yardas que sus 4.58 segundos, y la seguridad del ovoide también es otro tema del que debe ocuparse. Pienso que será seleccionado entre la segunda y tercera ronda.

Corey Coleman, Baylor

En cuanto a tamaño, Coleman es muy similar a Kendall Wright cuando salió de Baylor hace cuatro años, con la excepción de que Coleman es ligeramente más veloz en línea recta. En la ofensiva de los Bears, Coleman fue explosivo, mostrando la capacidad de ganancias largas en pases profundos, aunque muy dependiente de su velocidad para superar a los esquineros rivales. La separación no será igual al siguiente nivel, y no todos los receptores de su tamaño muestran la adaptabilidad para aprender a atrapar balones disputados en la NFL cuando los espacios se reducen. Ofensivas como la de Baylor no exigen un árbol de rutas completo a sus receptores, lo que significa una mayor curva de aprendizaje al siguiente nivel. Ganó el Fred Biletnikoff Award como el mejor receptor abierto del país a nivel universitario, y pienso que se irá en la parte final de la primera vuelta.

Pharoh Cooper, South Carolina

Sin ser uno de los receptores altos de la camada, definitivamente Cooper no luce tan frágil como otros de esta lista. Tiempos de entre 4.58 y 4.64 segundos en las 40 yardas durante su pro day no emocionan, pero es mejor que muchos a la hora de correr rutas y eso le ayuda a encontrar separación. Altamente productivo y disciplinado, uno de los mayores elogios que se escucha constantemente respecto a Cooper es su consistencia. Aportará en devoluciones a la hora de jugar equipos especiales, Cooper será reclutado entre la segunda y tercera ronda.

Josh Doctson, Texas Christian

Un tiempo de 4.50 segundos en las 40 yardas durante el Combinado llama la atención, y no de la mejor manera, pero la decisión de no intentar mejorar su tiempo durante el pro day de TCU llama todavía más. Eso sí, juega un poco más rápido de lo que ese tiempo señala, aunque no ganará consistentemente por velocidad contra los esquineros más atléticos al siguiente nivel. Afortunadamente, Doctson posee manos confiables y un cuerpo suficientemente grande para competir en otras áreas del campo, y su árbol de rutas es más completo que el de la mayoría de compañeros de generación de draft. Creo que será reclutado en la segunda mitad de la primera ronda.

Will Fuller, Notre Dame

Fuller fue el más rápido de una lenta camada de receptores abiertos durante el Combinado, con un muy respetable 4.32 segundos en las 40 yardas que le permitió tomar la decisión de no correr nuevamente en el pro day de Notre Dame. Probablemente sea el más veloz entrando y saliendo de sus cortes de nuestra lista, pero se trata de un receptor de carrocería ligera y brazos relativamente cortos que cuesta imaginar atrapando muchos pases en el centro del campo. Los balones disputados con esquineros físicos presentan un signo de interrogación al siguiente nivel, y por momentos hay lapsos de balones dejados caer. ¿Puede ser algo más que sólo una amenaza en lo profundo? Si algún equipo considera que la respuesta es afirmativa, podrá escuchar su nombre en la parte baja de la primera ronda.

Braxton Miller, Ohio State

Una sola campaña en la posición bastó para que Miller demostrara la clase de atleta que es. Aceptar la transición desde mariscal de campo a receptor abierto es lo mejor que pudo haber hecho en el 2015 Miller, dado que tenía pocas muy posibilidades de ser reclutado en las primeras cinco rondas como pasador, y quizás de todos hubiera tenido que mudarse de posición para jugar en la NFL. Seguramente comenzará alineando en la ranura, desde donde puede colocarse en diferentes puntos de la formación para explotar pareaos contra apoyadores o profundos, Miller posee instintos increíbles para hacer jugadas. Mejores manos para atrapar el ovoide de lo que nos hubiéramos imaginado, también posee una gran elusividad en campo abierto. Miller es un trabajo en progreso y habrá que ser pacientes, pero sin duda es uno de esos jugadores cuya carrera hay que seguir de cerca en los siguientes dos o tres años. Proyecto que será recluta de tercera vuelta.

Michael Thomas, Ohio State

Sobrino de Keyshawn Johnson, Thomas está en la discusión, según algunos, para meterse en la parte final de la primera ronda. Es el más alto de los receptores abiertos de nuestra lista, y con 6 pies y 3 pulgadas, probablemente el más alto de los que se vayan en las primeras dos o tres rondas. Su tiempo en las 40 yardas durante el Combinado fue de 4.57 segundos, aunque en el pro day mejoró, con algunos resultados extraoficiales dejándolo por debajo de los 4.4 segundos. En términos de combinación tamaño, velocidad, atleticismo, Thomas posee un buen paquete pero no es necesariamente un atleta explosivo saliendo de la línea de golpeo, y no es tan repentino entrando y saliendo de sus cortes. Buenas manos le permitirán atrapar pases en tráfico. Pienso que se irá en la parte alta de la segunda vuelta, y probablemente requerirá un par de temporadas para terminar de pulir su juego, aunque hay potencial aquí.

Laquon Treadwell, Mississippi

De los cuatro receptores con potencial calificación de primera ronda, Treadwell es el que posee el físico más impresionante, aunque está lejos de los prospectos de élite de otros años. Tiempos de 4.63 y 4.65 segundos en las 40 yardas durante el pro day de Ole Miss definitivamente no son lo que quieren ver los visores, y se trata de un área donde necesitará seguir trabajando al siguiente nivel. Vale la pena preguntarse cuánto de eso se debe a una fractura de pierna sufrida en el 2014, pese a que fue altamente productivo en el 2015. Treadwell tiene un radio de atrapada de balón bastante amplio, y utiliza bien el cuerpo para escudar el ovoide y quitarse a tacleadores. Debe ayudar de inmediato en zona roja. Creo que es el prospecto en la posición con mejores posibilidades de ser llamado en la primera mitad de la primera ronda, aunque tampoco apostaría a ello.