A veces, el universo te da regalos.
Verán, incluso en un trabajo tan emocionante como este, que nos lleva por eventos que otros sueñan presenciar y nos pone en contacto con gente que otros sueñan conocer, hay bajones. Pero a veces, puedes estar sentado, contando las interminables horas antes de otro draft de la NFL, y de pronto surge la noticia que Josh Norman firmó con un equipo en la misma división que Odell Beckham Jr.
Así es. Norman se unió a Washington Redskins y jugará dos partidos al año contra Beckham y los New York Giants. Esta temporada, será el 25 de septiembre en New Jersey y el 1° de enero en Washington, y como dijo una vez un receptor aún más dominante que Beckham, preparen sus palomitas.
Probablemente recuerden a Norman y Beckham de un juego el 20 de diciembre del 2015 en MetLife Stadium, durante el cual se la pasaron intercambiando golpes al final de prácticamente cada jugada. Norman fue sancionado por rudeza innecesaria una vez; Beckham recibió castigo y fue suspendido para el siguiente juego. Después, Norman llamó a Beckham una "bailarina" y dijo que, "los jugadores así no merecen estar en el deporte".
Ahora, es completamente factible que ambos tengan la inteligencia para asegurarse que eso no vuelva a suceder. Pero lo que sabemos como certeza es que no se han reconciliado. Beckham no he querido hablar de Norman desde el incidente. Norman ha lanzado un par de líneas a Beckham en sus entrevistas. Y los dos se enfrascaron en Twitter un poco el mes pasado cuando Norman recibió uno de esos golpes sutiles en ESPN.
La historia rumbo a la Semana 3 para el Giants-Redskins se tratará completamente de Beckham y Norman. Beckham, quien no es partidario de sesiones de prensa en los vestidores, lo va a detestar. Norman, que interpreta esas ocasiones como un escenario, es casi seguro que dirá algo para avivar las llamas. Ambos se alinearán frente a frente y será imposible que tus ojos vean otra parte del campo.
Y para la Semana 17 en Washington. Vaya, es la NFC Este. No es una locura pensar que, si Kirk Cousins puede repetir el 2015 y los Giants pueden hallar la forma de superar sus expectativas por un juego o dos, que el choque de la última semana ayude a decidir el título divisional. Incluso si nada pasa entre Beckham y Norman en la Semana 3, podría haber muchas razones para ponerles el ojo en el segundo choque.
En su corto tiempo dentro de la liga, Beckham ha demostrado que una de sus debilidades es dejar que los oponentes lo saquen de quicio. Es su turno bajo los reflectores, Norman ha mostrado que es feliz de ser quien lo desquicia. Ahora, juegan en la misma división. Pocas cosas resultan tan divertidas.