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Roberto Aguayo disfruta ahora que su sueño se hizo realidad

TAMPA-- Viajó poco más de una hora desde su casa en Orlando para llegar al lugar donde siempre soñó. Con el mismo número 19 que usaba con Florida State y con el apellido Aguayo en la espalda, pero ahora en un jersey de la NFL. Un jersey que lo acredita como jugador de los Tampa Bay Buccaneers. Así se presentó Roberto Aguayo a su primer mini campo de novatos.

“Para decirte la verdad, no lo puedo poner en palabras. Es un sueño hecho realidad, en especial porque estoy cerca de casa”, dijo Aguayo. “Fue hasta el domingo cuando asimilé que ya no soy colegial y soy profesional. Ahora empieza otra meta por alcanzar, esto es el comienzo de lo que espero sea un carrera de 10 o 15 años”.

Aguayo estuvo en el campo de entrenamiento de los Bucs junto a 50 novatos, de los cuales sólo seis (entre ellos Roberto) fueron seleccionados en el pasado draft, 19 fueron agentes libres firmados y el resto llegaron a probarse sin recibir pago alguno, entre ellos su compañero de Florida State, Cason Beatty (Pateador de despeje).

El hijo de padre mexicano dejó a un lado las críticas de diferentes medios por lo que pagó el equipo para hacerse de los servicios de Aguayo, después de hacer un canje y subir en la segunda ronda para tomar un pateador. “Lo mismo decían en Florida State, que no podría tener las mismas pateadas que tuvo (Dustin) Hopkins, pero las pude hacer”, comentó Aguayo, quien ganó el premio Lou Groza al mejor pateador colegial en 2013. “Esas críticas no me presionan, me motivan”.

Aguayo no falló un solo punto extra en su carrera como colegial y termino con una efectividad por arriba del 80% en su carrera con los Seminols, equipo con el que quedó campeón nacional en la temporada 2013. “El reto seguirá siendo el mismo pasar el balón por en medio de los postes”.

Buenos días mis campeones del balón pie…

Con esas palabras el padre de Roberto se encargaba cada mañana de levantar a sus hijos. “Recuerdo que era en los fines de semana porque entre semana trabaja mucho y siempre nos decía eso. Y fue la forma que nos enseñó a luchar. Siempre ser campeones en todos”.

Roberto Sr. tuvo que cruzar la frontera a los Estados Unidos en tres ocasiones, todas de forma ilegal, después de que en las dos primeras lo deportaron. “Llegó aquí por una mejor vida, quería un cambio y cruzó la frontera y estuvo cerca de la muerte”. Roberto Jr asegura que todas esas historias de superación que vivió su padre las lleva a la cancha.

“Le decía a mi papá que un día espero llegar a la NFL para poder hacer un libro de la vida de mi papá, porque vivió de todo para darnos una mejor vida”, comenta Aguayo mientras suspira profundamente. “Nos enseñó a seguir marchando, hay cosas que enfrentas y no son buenas pero hay oro al final del túnel.

El padre de Roberto siempre tuvo en mente que sus hijos alcanzaran el sueño que él siempre tuvo; ser jugadores de fútbol soccer y que fueran campeones. “Gracias a Dios lo soy, lo fui con Florida State y ahora espero serlo con mi equipo, los Bucs”. Ahora Roberto Sr puede presumir que tiene un campeón del balón pie. “Le digo a mi papá: es la misma frase, diferente balón”.