NFL Selecciones
Julio Saucedo 8y

Roberto Aguayo, orgullo de Capellanía de Loera, tierra de su padre

LEÓN -- Llegar a Capellanía de Loera, comunidad al sur de León, Guanajuato, es fácil, pero salir de ahí, donde la mayoría de la gente no tiene estudios y se dedica al campo y al ganado, no es fácil. Para tener una vida mejor la mayoría elige salir a la ciudad a buscar trabajo y los más arriesgados cruzan la frontera, como pueden, a los Estados Unidos.

Hace poco más de 20 años Roberto Aguayo Sr., junto con Manuel, su único hermano varón, decidieron ser de los arriesgados y fueron en búsqueda del sueño americano.

Llegaron a Florida, donde al poco tiempo (mayo 17 de 1994) nació Roberto Aguayo Jr., el pateador mexicanoamericano de 21 años que ha sido la sensación en las últimas semanas al ser seleccionado por los Tampa Bay Buccaneers en el draft de la NFL.

"La vida aquí es pobre, queremos otra vida mejor, más dinero, más salario, no tenemos estudio y por eso mismo nos íbamos para allá. [En la comunidad] somos obreros de fábrica y del campo, mi papá era del campo, sembrábamos mucho maíz", dijo Manuel Aguayo a ESPN Digital desde el patio de la casa en Capellanía, donde vivió Roberto padre.

"Él no regresó porque tuvo hijos y quería tener grandes metas como ahora el muchacho que ya no va a regresar y va a tener harto 'money'", añadió.

Sólo Roberto padre hizo vida en Estados Unidos; Manuel, su hermano, regresó muy pronto a los orígenes, a Capellanía de Loera, donde hoy celebran con orgullo el salto de uno de la familia a la máxima categoría del fútbol americano.

"Estamos felices, nos sentimos orgullosos de él, de que haya llegado a la NFL, nosotros no lo esperábamos, es un milagro de Dios. es sorpresa para la familia Aguayo, estamos muy orgullosos de que haya triunfado y vaya a Tampa Bay", dijo su tío.

Para todos en la familia y en la comunidad fue completamente una sorpresa que Roberto Jr., haya elegido el fútbol americano cuando en Capellanía de Loera el deporte más popular es el fútbol soccer y el más reconocido es el de la liga Los Ranchos. Su padre jugó ahí y como partidario del Club León intentó inculcar en la familia la pasión por el balompié.

"Sí jugaba poco [soccer], pero dio la gran sorpresa de que eligió el fútbol americano y que puso a esta familia muy en alto, de que es mexicano y es leonés", comentó Víctor Manuel, primo del nuevo jugador de los Buccaneers, que tienen la misma edad.

"[En la comunidad están] muy sorprendidos, nunca esperaban que Roberto Aguayo iba a jugar fútbol americano, ahora dicen 'a ver si nos apoya a poner a el pavimento [entre bromas]'", agregó.

"Roberto era inquieto, juguetón, le gustaba el deporte y lo llevábamos al parque, al fútbol y fue ahí donde le nació el fútbol americano", recordó Manuel quien convivió con su sobrino cuando apenas era un niño.

Aguayo Jr. ha visitado en muy pocas veces la tierra de su padre en México y aunque lo ha disfrutado, se ha llevado sus facturas.

"Robertito ha venido vernos, juega con sus sobrinos, pero no le cayó bien el clima, se enfermó", comentó Manuel.

"Cuando vino convivimos con él, jugábamos y todo eso, pero luego ya no tuvo la oportunidad de que viniera de vuelta porque estaba en su escuela y más en el deporte", agregó el primo.

La vida para la familia Aguayo que permanece en Capellanía de Loera cambió de la noche a la mañana. El apellido Aguayo ya es reconocido y enaltece a todo el pueblo.

"Sacó a esta familia que estaba muy hundida en lo moral por otras familias que siempre eran las reconocidas en este rancho.

"Mucho orgullo, con ganas de que triunfe, que esté en lo más alto, pero será paso a paso con su esfuerzo y el apoyo de su familia", concluyó su primo.

Hoy Roberto triunfa al haber llegado a la NFL, pero en la familia también ya comienza a figurar el nombre de Ricky Aguayo, su hermano menor y que ahora jugará en la Universidad de Florida State.

Los hermanos Roberto y Ricky Aguayo no se olvidan de sus orígenes y han hecho la promesa de volver pronto a Capellanía de Loera, pues tienen que visitar a sus abuelos en el panteón, quienes cumplirán cinco años de fallecidos.

En la casa donde ahora sólo vive Manuel, su esposa y sus hijos, ya hay una habitación en construcción, a punto de terminarse, para cuando ellos vuelvan.

^ Al Inicio ^