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¿Hay sucesor para Alex Smith en la plantilla de los Chiefs?

No hay modo de cuantificar lo valioso que es estar en el lugar preciso, en el momento preciso.

Desde luego, para aprovechar una oportunidad --por grande o pequeña que sea-- se requieren una serie de cualidades que incluyen ética de trabajo y talento.

El ejemplo clásico lo constituye Wally Pipp, primera base de los New York Yankees a inicios del siglo del pasado. La leyenda cuenta que no alineó en un encuentro ante los Washington Senators de 1925, debido a una jaqueca, cediendo su puesto en la novena titular a Lou Gehrig. La historia todos la conocemos. Gehrig jamás devolvió la titularidad a Pipp, iniciando 2,130 juegos consecutivos para imponer una marca que se consideraba, en su momento, imposible de romper (hasta que llegó Cal Ripken Jr. a los Baltimore Orioles en 1981).

Desde luego, abundan casos similares. No obstante, no todas las oportunidades se necesitan abrir necesariamente con un padecimiento físico --o lesión-- como en el caso de Pipp. A veces, factores como la estabilidad de una gerencia, la continuidad del cuerpo de entrenadores o la situación de plantilla en una posición dada, se combinan para abrir una ventana de oportunidad importante.

Cuando la inversión de draft que hace un equipo no es suficiente para garantizarle una amplia ventana de oportunidad --por ejemplo, Jared Goff con Los Angeles Rams o Carson Wentz con los Philadelphia Eagles--, entonces sí hace falta se combinen otra clase de factores para ofrecer una oportunidad, aunque sea pequeña.

En el caso de los mariscales de campo de rondas medias o bajas del draft 2016 de la NFL, me llama particularmente la atención un pasador por sobre el resto: Kevin Hogan.

Antes que nada, hay que señalar qué es lo que separa a Hogan del resto de los pasadores de su generación. No se trata del prospecto más atlético, ni cuenta con el brazo más potente. Esas distinciones podrían ser para Dak Prescott de los Dallas Cowboys y Cardale Jones de los Buffalo Bills, respectivamente. En cambio hablamos de un pasador que ejecutó la que es probablemente la ofensiva más compleja de la NCAA, y con ello, el ataque que más se aproxima a uno de NFL en el rubro de las exigencias en la posición.

Hogan no se acerca a su predecesor en el programa del Cardinal --Andrew Luck-- como prospecto, pero es indiscutible que Hogan exprimió sus habilidades al máximo en la ofensiva del entrenador en jefe David Shaw.

"Jugué en una ofensiva de estilo profesional, en un sistema de Costa Oeste", dijo Hogan durante el Combinado de Talento de la NFL. "operé toda la ofensiva desde la línea de golpeo, todas las protecciones, todos los ajustes para la carrera, los ajustes para el pase. Así que fui un estudiante del juego. Siento que tengo la capacidad de aprender ofensivas muy bien".

En Stanford, Hogan operaba constantemente bajo centro, realizaba jugadas de pase con engaño de carrera y lanzaba pases en movimiento por diseño.

Las ventajas son obvias. Nadie duda que Goff no pueda aprender a operar una ofensiva bajo centro, pero la curva de aprendizaje puede ser pronunciada. Un reporte de NFL.com estimó que operó bajo centro --y no en formación escopeta-- en solamente el .2 por ciento de las jugadas de la campaña del 2015.

La otra mitad de la ecuación es el equipo al que llega Hogan, los Kansas City Chiefs.

El entrenador en jefe es Andy Reid, el mayor especialista de la Ofensiva de Costa Oeste que queda en la NFL, y uno de sus co-coordinadores ofensivos es Brad Childress, otra coach con una trayectoria larga en el empleo de este sistema, con experiencia como entrenador en jefe.

El mariscal de campo titular es Alex Smith, un pasador que no es precisamente conocido por la potencia en su brazo. Afortunadamente para él, el ataque que dirige Reid se basa más en un ataque de pases cortos que intentan estirar el campo horizontalmente para crear espacios en las coberturas, y que depende en buena medida de las yardas que crean los receptores después de la atrapada. A sus 32 años de edad, está claro que no se puede contar con Smith a largo plazo, pero tampoco existe una urgencia inmediata para reemplazarlo. Un sucesor podría tomarse un par de años de desarrollo antes de suplirlo.

Por si fuera poco, el contrato de Smith acaba en el 2018, y en esa campaña final tendría un impacto contra el tope salarial de 20.6 millones de dólares. Es imposible pensar que Smith juegue esa campaña final de convenio con esos números.

El primer suplente de Smith era Chase Daniel, quien emigró como agente libre a los Philadelphia Eagles siguiendo a Doug Pederson, quien fungía como coordinador ofensivo de los Chiefs. Detrás de Chiefs, los únicos otros pasadores aparte de Hogan son Tyler Bray, quien firmó originalmente con los Chiefs como agente libre no reclutado saliendo de Tennessee en el 2013, y Aaron Murray, reclutado en la quinta ronda del 2014 por Kansas City, procedente de Georgia.

¿Qué tienen en común Bray y Murray con Hogan? Ninguno ha participado en un partido de temporada regular de NFL.

Habrá que suponer que hubo en Kansas City suficiente confianza en lo mostrado por Bray y Murray a lo largo de los últimos tres años como para sentirse cómodos dejando marcharse a Daniel, pero no lo suficiente cómodos como para no añadir un brazo más a la competencia detrás de Smith.

Desde luego, las probabilidades están en contra de Hogan, lo mismo que con Bray y Murray. No es común que un recluta de quinta ronda del draft se convierta en un mariscal de campo franquicia, como sucedió con Mark Brunell --aunque no con el equipo que lo reclutó--.

Pero las condiciones que rodean a unos son mejores que las que rodean a otros, y dentro de este grupo de pasadores, Hogan puede decirse afortunado por la situación a la que llegó.

Si la aprovecha o no, ese será otro cuento. Por lo pronto, tiene una oportunidad.