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Eric Decker se solidariza con Ryan Fitzpatrick contra los Jets

FLORHAM PARK -- Cuando Ryan Fitzpatrick tomó asiento en su barbería local en noviembre pasado, considerando si se deshacía de la abundante barba, hizo lo que cualquier mariscal de campo inteligente hubiera hecho. Involucró a sus receptores abiertos, usando FaceTime para contactar a Eric Decker y Brandon Marshall para pedir consejo.

La realidad es que el trío había formado un vínculo estrecho durante su primera campaña juntos, y han permanecido cercanos durante la inusualmente larga espera de agencia libre de Fitzpatrick. El mariscal de campo no está con el equipo, pero se encuentra en constante comunicación con miembros del club. Como dijo Geno Smith el miércoles, "Seguimos hablando con él, no es un fantasma".

Una vez más, Fitzpatrick se encuentra en una situación peliaguda --un punto muerto en las negociaciones contractuales con los New York Jets-- y parece que una vez más, recibe ayuda de sus amigos.

Decker y Marshall se ausentaron de las dos primeras prácticas de temporada baja, creando una escena conspicua este miércoles, cuando se permitió a los medios observar por primera ocasión.

Decker se mantuvo alejado para enviar un mensaje al equipo, de acuerdo al New York Post, que reportó que el receptor está molesto porque los Jets no han renovado con Fitzpatrick. La esposa de Decker publicó una fotografía el miércoles por la noche vía Instagram indicando que están de vacaciones familiares. No es claro si Marshall se saltó las sesiones voluntarios por el mismo motivo. De no ser así, ciertamente lo aparenta.

El centro Nick Mangold tampoco se apareció, aunque él informó en redes sociales que su esposa había dado a luz a un bebé.

En la perspectiva amplia, ni se acerca al celebrado boicot de Sandy Koufax-Don Drysdale de 1966, que golpeó a Los Angeles Dodgers.

Recuerden, se tratan de sesiones voluntarias para los Jets, así que no hay penalidad por jugar al escondite. La no aparición de Decker fue una movida de bajo riesgo, otro modo de decir --sin palabras-- lo importante que cree es para la organización renovar con Fitzpatrick. Decker y Marshall han hablado de ello públicamente a lo largo del receso de la temporada baja. Den crédito a Decker por tener la convicción de respaldarlo.

Los Jets han avanzado un largo trecho. Hace un año, derribaron a su mariscal de campo. Ahora, están protegiéndolo.

Algunas personas podrían percibir la ausencia de Decker como un gesto que critica a Smith, el titular nominal que pasó los dos primeros días lanzando a suplentes. En realidad, es algo más grande que la relación Decker-Smith. En los ojos de los jugadores, Smith es reserva de Fitzpatrick, eso es todo. Quieren a su mariscal de campo de regreso, y este es un modo de picar a la gerencia, la que intenta obligar a Fitzpatrick aceptar un convenio que lo convertiría en el titular peor pagado de la liga.

La mini-protesta de Decker podría irritar a Smith, pero puede unir al resto de jugadores de la ofensiva. Eso es refrescante. Ha pasado un largo tiempo desde que los Jets disfrutaron esa clase de solidaridad a ese lado del ovoide. Se trata de una franquicia que se vio fracturada por la controversia Mark Sanchez-Tim Tebow en el 2012 y el pleito Sanchez-Santonio Holmes en el 2011. ¿Cuándo fue la última vez que un mariscal de campo de los Jets comandaba esta clase de respeto de sus receptores? Podríamos tener que retroceder hasta Chad Pennington y Laveranues Coles, alrededor del 2006.

El entrenador en jefe Todd Bowles es un gran creyente en emplear la temporada baja para construir química de equipo. No es así como se recomienda en el manual para coaches, pero algo me dice que Bowles no está del todo molesto.