PHILADELPHIA -- La mayoría de lo que se necesita saber respecto a la ofensiva de los Philadelphia Eagles tiene que ver con la selección de jugadas.
¿Recuerdan las pancartas en las laterales de Chip Kelly, con imágenes de emparedados, Rocky Balboa, y Ben Franklin? Los jugadores miraban hacia la banca, interpretaban la jugada correcta a partir de una confusa colección de pancartas y alineaban sin reunión previa. El quarterback pedía el ovoide y los Eagles ejecutaban la jugada.
En la ofensiva de Doug Pederson, las llamadas están repletas de palabras. El quarterback recibe la orden vía el comunicado dentro de su casco desde las laterales. Luego va a la reunión previa y repite exactamente el nombre de la jugada, cerciorándose de que las 10 o 12 palabras vayan en el orden exacto. Cada palabra dicta al resto de los jugadores instrucciones exactas sobre la jugada, la alineación, el esquema de bloqueo y demás.
Si el libro de jugadas de Kelly era un tríptico, el de Pederson se asemeja más a "Guerra y paz". Hay mucho más jugadas, y cada una contiene variaciones y opciones dependiendo en la alineación defensiva. Los receptores abiertos podrán comenzar en movimiento, forzando a defensivos a revelar, quizás, si están en cobertura personal o de zona. Se espera que todos en la ofensiva lean esa información y ajusten la jugada acorde.
Mientras tanto, Pederson empleará una variedad de conteos para el centro del balón. Mientras que para Kelly todo giraba en torno a sacar rápidamente el ovoide, el quarterback de Pederson puede tomarse su tiempo y tratar de confundir a los defensivos con alteraciones en la cadencia y otros trucos. Durante las actividades organizadas del equipo, los jugadores ofensivos ya estaban notando las ventajas brindabas. Una defensiva dudosa no es tan rápida al momento del centro del ovoide que una que no debe preocuparse por los tiempos.
"Le cargo más al quarterback en este sistema, y es un poco a lo que estoy acostumbrado ", dijo Pederson la semana pasada. "Incluso cuando era jugador con coach [Andy] Reid, cargaba todo sobre el quarterback y debíamos aprenderlo de todo el modo".
Por eso Pederson, como Reid, firmó a un veterano suplente que estaba bien versado en la ofensiva y que podía ayudar a todos los demás a ejecutarla. Pederson jugó el rol de coordinador sobre el campo para Reid. Chase Daniel lo está desempeñando para Pederson.
"Es parte de la razón por la que Chase está aquí", explicó Pederson, "para enseñar esa comunicación verbal con Sam [Bradford] y para que ellos dialoguen y reboten esas situaciones y la terminología de ida y vuelta".
La buena noticia es que Bradford tiene algo de experiencia en este tipo de ofensiva y la pasó bien. Como novato para los St. Louis Rams, su coordinador ofensivo fue Pat Shurmur, quien salió del mismo árbol genealógico de entrenadores de Reid que Pederson.
Como coordinador ofensivo con los Eagles la temporada pasada, Shurmur sirvió como entrenador en jefe interino para el partido final de la campaña. En los pocos días de práctica entre el momento en que fue despedido Kelly y ese partido final, Shurmur añadió algunas jugadas que dieron a Bradford la habilidad de salir de la jugada original mediante un audible, dependiendo de lo que mostraba la defensiva.
Bradford lo disfrutó y lo manejó bien, según Shurmur y otros jugadores de los Eagles. La inteligencia para el fútbol americano de Bradford es una de sus fortalezas. Tiene sentido ejecutar una ofensiva que lo aprovecha, en lugar de una ofensiva que depende completamente de lo que ordenan desde la banca.
"Existe mucha libertad", señaló Bradford. "Obviamente, con esa libertad, viene mucha responsabilidad. Estás a cargo de mandar la jugada adecuada y salir de la jugada mala. Eres responsable de todo allá afuera.
"La temporada pasada con Chip, jugando al ritmo que lo hicimos, fue realmente complicado hacer eso. Creo que existen beneficios a ambas cosas, pero es bueno saber que cuando llegas a la línea de golpeo, si te percatas 'Ey, es una jugada mala ante esta cobertura', tengo la habilidad de cambiarnos a algo mucho mejor".
Con Kelly, la simple cantidad de jugadas era importante. Si tenías una jugada mala en contra de una defensiva particular, todavía podía funcionar gracias a lo rápido que alineabas y sacabas el ovoide. Si la jugada no funcionaba, ejecutabas otra antes de que la defensiva pudiera procesar esa información.
No es el modo en que funciona la ofensiva de Pederson. Es mucho más cerebral y requiere coordinación entre el quarterback, el centro, y todos los jugadores de posiciones de habilidad. El tiempo dirá si el modo de Pederson es mejor que el de Kelly, pero ya es claro que ambas ofensivas son drásticamente diferentes.