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La evolución del "Halftime Show" del Super Bowl

Vista aérea del espectáculo de medio tiempo del Super Bowl L en Santa Clara, California. Getty Images

Para muchos de los millones de espectadores de todo el mundo que sintonizarán la transmisión del Super Bowl el domingo, el espectáculo del medio tiempo que incluye a Lady Gaga será más atractivo aún que el partido.

Es injusto culpar a los ocasionales fanáticos de la NFL o a las trasnochadores que solo están mirando porque fueron invitados a una fiesta del Super Bowl. Los espectáculos del medio tiempo -- con su pirotecnia, elaborada producción de escenario, hordas de bailarines disfrazados y músicos megaestrellas -- se han convertido en sucesos culturales, imperdibles, en sí mismos.

Es posible que los espectadores más jóvenes y los fanáticos internacionales atraídos por el deporte durante la promoción internacional que la NFL impulsó en los últimos años no se den cuenta, pero el espectáculo del medio tiempo no siempre fue muy interesante. En realidad, durante mucho tiempo fue solo otra interrupción de la acción.

Por ejemplo, la primera vez que Houston, la sede del partido del domingo, recibió al Super Bowl fue en 1973, y el espectáculo del medio tiempo incluía a la banda de la Universidad de Texas y a Miss Texas tocando el violín. ¡Sí, el violín! Eso es muy diferente a lo que ocurrió en la siguiente oportunidad en Houston, en 2004, cuando Justin Timberlake expuso brevemente el pezón de Janet Jackson en la infame “falla de vestuario" que probablemente es más recordada por muchas personas que el mismo partido. (Recordatorio: Los New England Patriots ganaron 32 a 29 a los Carolina Panthers).

En los primeros años del Super Bowl, el espectáculo del medio tiempo era aprovechado por los fanáticos y los espectadores de TV para ir a los puestos de concesiones o a sus refrigeradores para conseguir más cerveza -- o atender otras necesidades. Como el ex comisionado de la NFL, Pete Rozelle, dijo alguna vez del medio tiempo: “Eso es cuando todos van al baño".

Por lo tanto, fueron las bandas y los equipos de desfile las principales atracciones de medio tiempo durante las primeras dos décadas del Super Bowl, no muy diferentes a un típico partido de fútbol americano universitario. La banda de la Grambling State University desfiló en seis Super Bowls -- o una vez menos que el mariscal de campo Tom Brady, de New England, lo habrá hecho después del partido del domingo. Afortunadamente, nunca se mencionó que Grambling arruinara la música.

Otra atracción del medio tiempo frecuente en esos días se denominaba "Up With People" (Arriba la gente). Si el lector no está familiarizado con Up With People, se trata de una admirable y motivadora organización musical que ha tenido más de 20,000 miembros y actuado en los Juegos Olímpicos de Múnich, 1972, así como en cuatro Super Bowls (X, XIV, XVI y XX). En vista de las pocas personas que actualmente conocen a "Up With People", la marca perdurable del grupo en el Super Bowl es similar a la de los Buffalo Bills y los Minnesota Vikings, que también jugaron en cuatro Super Bowls -- pero nunca ganaron.

Hubo unas pocas celebridades notables durante los primeros medios tiempos -- o al menos notables en esa época. Ella Fitzgerald y Carol Channing cantaron en el Super Bowl VI, Andy Williams en el Super Bowl VII y Mickey Rooney brincó con Mickey Mouse en el Super Bowl XXI. Elvis Presley nunca apareció, pero “Elvis Presto", una extraña mezcla de música y trucos de magia, entretuvo a los espectadores durante el Super Bowl XXIII. Sí, claro, es posible que el lector haya tenido que ir al baño durante este último espectáculo.

En la década de 1990 comenzaron a presentarse nombres más resonantes, como los New Kids on the Block en el Super Bowl XXV y Gloria Estefan en el XXVI. Sin embargo, el medio tiempo no era todavía lo que es hoy. Por ejemplo, antes de que Estefan cantara brevemente en el Super Bowl XXVI, Dorothy Hamill y Brian Boitano hicieron patinaje artístico y condujeron trineos a motor durante una celebración de Frosty the Snowman e inviernos fríos. (Bueno, el partido tuvo lugar en Minnesota).

El medio tiempo cambió radicalmente al año siguiente, cuando Michael Jackson cantó, hizo su caminata lunar y bailó junto con 3,500 niños en el Super Bowl XXVII. Afortunadamente, a diferencia de su hermana Janet, MJ solo se tomó su entrepierna en lugar de exponer nada. Fue un éxito masivo y, si bien hubo algunos espectáculos raros de medio tiempo en el par de años siguiente -- Indiana Jones luchando contra serpientes y villanos para recuperar el Trofeo Lombardi en el Super Bowl XXIX -- finalmente las superestrellas musicales se impusieron.

Ahora, el medio tiempo ya no se trata de una oportunidad para ir al baño. Se trata de ver a alguna de las más grandes leyendas de la música -- al menos durante los 12 o 13 minutos de interpretación más que el tiempo que toma armar y desarmar los escenarios. Desde 2002, el Súper Tazón ha presentado artistas tales como Paul McCartney, los Rolling Stones, U2, Bruce Springsteen, Prince, Madonna, The Who, Coldplay y Beyoncé. Ni siquiera Brady -- ni su esposa, Giselle -- pueden igualar ese nivel de fama.

Aunque parezca extraño, la NFL no le paga a las estrellas por el espectáculo de medio tiempo. Actúan de todas maneras porque se benefician por la enorme publicidad y audiencia de TV. El espectáculo de Madonna en el Super Bowl XLVI, hace cinco años, tuvo mayores ratings que el partido en sí.

Esa es una indicación bastante exacta de que la mayoría de los fanáticos se asegurarán de haber ido al baño y conseguido sus cervezas con tiempo para ver el espectáculo que Lady Gaga ofrezca.

Y aunque no haya otra "falla de vestuario".