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Cómo se encontró el jersey de Tom Brady: la historia desde dentro

Tom Brady recorrió las entrañas del NRG Stadium en un carrito de golf y en su camino chocaba su mano con la de quien lo felicitaba tras su conferencia de prensa posterior al Super Bowl LI, cerca de las 10 p.m. CST.

Brady se dirigía al vestuario de los New England Patriots, donde se reuniría con sus compañeros y el personal técnico para seguir con el festejo por su dramático triunfo en tiempo extra sobre los Atlanta Falcons.

Brady, quien llevaba una camiseta gris nueva con la leyenda "Super Bowl Champions: We Are All Patriots" (Campeones del Super Bowl: Todos Somos Patriotas) arriba de la camiseta interior azul empapada de sudor que había usado durante el juego, entró al vestuario a las 10:06 p.m., según el video capturado por Fox Sports. A los pocos minutos de su llegada, el jersey que usó en el juego desapareció.

Los videos de los medios, incluidos los de Fox Sports, fueron esenciales para que las autoridades finalmente descifraran el caso de la desaparición del jersey. No había cámaras de seguridad dentro del vestuario auxiliar de los Patriots, pero había grabaciones disponibles de múltiples medios dentro y alrededor del área en cuestión.

El Departamento de Policía de Houston, con ayuda de otros organismos de seguridad, solicitó el apoyo de los medios que pudieran tener imágenes previas, durante o después del robo.

La policía analizó horas de grabaciones, según el jefe Art Acevedo. Con la ayuda de una pista que cambió el juego y el incansable trabajo de la seguridad de la NFL, el cuerpo de seguridad de los Patriots, el FBI y un asistente del Fiscal de EEUU se pudo encontrar algo: había un hombre fuera de Estados Unidos que tenía el jersey de Tom Brady y otras cosas más. Su nombre, Martín Mauricio Ortega, ex director deportivo del diario La Prensa de México, según le informó una fuente a ESPN, y quien recientemente había renunciado a su cargo en el periódico y que había obtenido acceso al vestidor -- y al jersey -- con una acreditación de prensa.

Así comenzó la búsqueda del jersey. Cuando las fuerzas de seguridad revisaron las cintas, vieron que Ortega entraba con un maletín de cuero negro colgado de su hombro por la puerta lateral del vestuario, detrás del entrenador de los Patriots, Bill Belichick, y otras personas.

Belichick va en una dirección, mientras Ortega va en dirección opuesta hacia el área de los jugadores, según una fuente que pudo ver el video.

A las 10:07 p.m., Brady estaba en su locker ubicado adelante y a la derecha de un atestado vestuario, cerca de la puerta. Brady estaba por salir para sacarse la descolorida grasa negra de su cara exhausta, pero, primero, lo esperaban sus hombreras y su jersey en la silla.

Cada artículo tenía un destino diferente. Había dos bolsas, uno bordado con el logotipo de los Patriots era el que usaba para transportar su equipamiento a los juegos y estaba en el piso, a sus pies. Era un bolso estándar, parte del equipo, cargado hasta el borde con calzado, hombreras y otros artículos de uso y que sería retirado por el encargado de equipamiento y su personal. Ese bolso era para las hombreras.

El jersey doblado estaba destinado a un bolso de mano de cuero negro abierto -- una especie de cartera grande de hombre -- lleno con los artículos personales de Brady, quien puso el jersey ahí dentro y luego fue a limpiar su rostro.

En el video suministrado a las autoridades por Fox Sports, los investigadores todavía podían ver parte del jersey sobresaliendo lo suficiente como para ser tomado fácilmente. Es entonces cuando se ve a un hombre, que las autoridades dicen que es Ortega, que se acerca al bolso y con su espalda hacia la cámara, se agacha para tomar el jersey, lo saca del bolso de cuero negro, lo coloca en una bolsa de plástico negra y se va caminando con ella bajo el brazo, según una fuente que vio el video íntegro antes de ser publicado.

Ortega llegó a un arreglo con los abogados de Brady el martes en el que no sería acusado de robo por el pasador.

Antes de volver a su locker, Brady, quien suma cinco títulos de Super Bowl, se detuvo a hablar con su ex compañero de equipo y actual comentarista de NFL Network, Willie McGinest, quien gritó, "¡Dejen pasar al GOAT (siglas en inglés que indican “El Más Grande de Todos los Tiempos”)!" en el atestado vestuario del NRG Stadium.

Los dos conversaron un momento antes de que Brady regresara a su lugar asignado y la expresión en su rostro cambió a una que no pertenecía a la de un hombre que acababa de disfrutar uno de los mejores momentos de su carrera profesional: Brady revisó el bolso de cuero y advirtió que el jersey no estaba donde lo había dejado.

"B, ¿alguien tomó mi jersey?" Le dijo Brady a Brenden Murphy, asistente del equipamiento de los Patriots antes de apoyar la botella de agua que tenía en su mano izquierda para comenzar a buscar por su lado.

"(El jersey) estaba en mi bolsa. Estoy absolutamente seguro de que lo puse en mi bolsa. Alguien lo tomó, B”, insistió el pasador.

Brady no bromeaba. El jersey que había colocado específicamente dentro de su bolsa personal ya no estaba ahí.

En el video se le ve a Murphy sugiriendo que revisen a todas las personas que salgan del vestidor. Eso nunca se concretó por la gran cantidad de personas y a la situación.

Tampoco apareció el jersey en ningún lugar esa noche o cuando el camión del equipamiento retornó a Foxborough, Massachusetts, varios días después.

Fue una desilusión.

"Esos jerseys son recuerdos especiales", dijo Brady al día siguiente del triunfo en el Super Bowl, conseguido con una remontada de 25 puntos y en el que el pasador recibió otro trofeo como Jugador Más Valioso.

Brady quería irse a su casa con ese jersey. Era un recuerdo de una victoria emotiva y que su madre, quien desde hace meses padece una enfermedad que ha puesto a prueba a la familia, presenció en persona en Houston.

El Super Bowl LI fue el único juego al que la madre de Brady asistió en la pasada temporada.

Brady no metió el jersey en la bolsa con el resto del equipo que estaba a sus pies por una razón y lo colocó estratégicamente en la parte superior de la bolsa de cuero que volvería con él en el autobús al hotel, a la conferencia de prensa del día siguiente y, finalmente, en el avión de vuelta a Foxborough.

Un quarterback con memoria casi fotográfica y naturalmente proclive a ser preciso no se olvida de algo tan simple como el lugar donde puso, dos minutos antes, un jersey que quería conservar desesperadamente. En un instante, desapareció misteriosamente en el caos del vestuario.

La búsqueda terminó el lunes 20 de marzo, después de que el jersey fue devuelto a Boston para ser examinado, pues necesitan autentificar los recuerdos que encontraron unos días antes en México.

La policía de Houston, la policía estatal de Texas, el contingente de seguridad de los Patriots, la seguridad de la NFL e incluso el FBI buscaron a lo largo y a lo ancho y su pistas los guiaron afuera de las fronteras de EEUU hasta que fue localizado 43 días después de haberse extraviado luego de uno de los Super Bowls más emocionantes y espectaculares en la historia de la NFL. Hallar ese jersey requirió un esfuerzo similar de todos los organismos involucrados.

La búsqueda también llegó al escritorio del fiscal de EEUU, John Durham, de New Haven, Connecticut, según informaron fuentes a ESPN. La intervención de Durham para la recuperación del jersey fue crucial, gracias a la conexión que tenían con él personas de la seguridad de la NFL y de los Patriots, y él se abocó al caso, según fuentes de las fuerzas de seguridad.

Como fiscal de larga actuación que se incorporó a la oficina del Fiscal de Connecticut a fines de la década de 1970 y ha trabajado en investigaciones de alto perfil, la experiencia y limpio historial de Durham en una situación en la que se podían aplicar los estatutos federales fue decisiva. Entre otras cosas, los antecedentes profesionales de Durham incluyen haber sido elegido por la Fiscal General Janet Reno para investigar la corrupción de las fuerzas policiales en Boston en 1999.

Con Brady en el centro de la investigación, ésta sería una historia que llamaría la atención general, por más complejo o rudimentario que fuera el plan para robar lo que finalmente es un trofeo que la policía de Houston valuó en $500,000 en su informe original y tampoco era la primera vez que el jersey de Brady desaparecía después de ganar un Super Bowl. La misma misteriosa situación se había desarrollado dos años atrás en Glendale, Arizona, sólo que con prácticamente nula resonancia.

En ese incidente no se vio a Brady preguntando en cámara qué había sucedido con su jersey.

Para identificar a Ortega, la seguridad de la NFL, la de los Patriots y el FBI revisaron las credenciales de todos quienes habían recibido una para el Super Bowl LI -- lo que sumó un total de aproximadamente 20,000 credenciales.

Al revisar cada acreditación y la foto adjunta una por una pudieron reducir el número a unas 1,400 basadas en la descripción de la persona que habían visto en el video de Fox Sports.

Al llegar a la fotografía 847, identificaron a Ortega. Casi al mismo tiempo que esto sucedía, llegó una pista del FBI sobre Ortega, quien había publicado algo en redes sociales, actualmente cancelada, sobre tener un jersey del Super Bowl XLIX.

El jersey que había desaparecido fue hallado en México en poder de Ortega. Allí también ubicaron lo que parece ser el jersey de Brady del Super Bowl XLIX y un casco del Super Bowl 50 perteneciente a la estrella de los Denver Broncos, Von Miller, según confirmaron varias fuentes.

El fiscal general mexicano difundió el martes fotografías de los dos jerseys de Brady con los logotipos distintivos de cada uno de los dos últimos Super Bowls de los Patriots. Los artículos están ahora sometidos a un proceso de autentificación, pero hay sólida evidencia para creer que el casco es de Miller, porque dentro había adhesivos -- uno de cada una de las fuerzas armadas: Ejército, Marina, Fuerza Aérea e Infantes de Marina de EEUU. Esos adhesivos eran específicos del casco que Miller usó en el Super Bowl 50.

Un proceso que comenzó en la División de Delitos Graves del Departamento de Policía de Houston y se extendió hasta la jurisdicción del FBI está ahora en la oficina del Fiscal General de EEUU.

Ortega no fue detenido y Brady sus abogados llegaron a un acuerdo con él para no acusarlo formalmente.

Los cargos por los que podría ser acusado incluyen delitos federales como transportar bienes robados a través de las fronteras estatales y fuera de EEUU, según Acevedo.

La desaparición del jersey de Brady no fue exactamente el caso más urgente en los libros de la ciudad de Houston. Este era sólo un jersey perdido -- iba a aparecer.

"Tratemos de verlo en perspectiva", dijo Acevedo el lunes, después de comentar que éste había sido el único incidente negativo en la ciudad durante la semana del Super Bowl. "Después de que terminemos de hablar de este incidente hoy, probablemente no lo volveremos a hacer nunca más".

Sarah Barshop, reportera de ESPN, contribuyó a producir este informe.