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Stephen Ross merece reconocimiento, no críticas, por decir 'no' a Raiders

Los Raiders obtuvieron el lunes una abrumadora aprobación de los dueños de equipos de la NFL para mudarse a Las Vegas.

El margen fue de 31 a 1 y el único voto en contra de la propuesta fue del dueño de los Miami Dolphins, Stephen Ross.

Aunque su voto quizá sorprenda, realmente no debería ser así si se considera que Ross generalmente se ha opuesto a las reubicaciones desde que se convirtió en el dueño mayoritario del equipo en 2009. Así sucedió hace dos años, cuando Ross tuvo problemas con su propio estadio.

Ross terminó pagando de su bolsa los $500 millones en renovaciones. Como pago, los Dolphins obtendrán “créditos de estadio” por llevar grandes eventos al Hard Rock Stadium.

Ross le aseguró a los aficionados que el equipo no se iría del Sur de Florida y nunca usó la amenaza de mudarse como medida de presión contra el gobierno local y estatal. Esa actitud es rara en la actual época en la NFL.

El dueño de los Dolphins se mantuvo firme en contra de la reubicación de los Raiders pese al apoyo unánime en dirección opuesta. Esta postura provocará críticas contra el propietario, cuando, en realidad, merece crédito por apegarse a sus principios.

El voto de Ross fue pensando en los aficionados y no en el dinero. Esa no es la forma en que opera la NFL, lo cual enfatizó el voto de 31 a 1.

“Mi posición fue que nosotros, como dueños y como liga, le debemos a los aficionados hacer todo lo que podamos para mantenernos en las comunidades que nos han apoyado hasta que se agotan todas las opciones”, dijo Ross en un comunicado en la reunión de propietarios en Phoenix.

“Quiero desearle a Mark Davis y a la organización de los Raiders lo mejor en Las Vegas”, agregó.

Los Raiders y otros dueños de la NFL se beneficiarán enormemente con esta reubicación. Habrá millones de dólares adiciones en las ganancias a compartir al tiempo que la liga entra a un nuevo y emocionante mercado que, da la casualidad, es una de las capitales del entretenimiento más grandes del mundo.

Ross también se beneficiará de esta situación, también, pero al votar sobre la mudanza de los Raiders, el dueño de los Dolphins se preocupó más los leales aficionados de Oakland que por poner más dinero en sus ya de por sí llenos bolsillos.

Ross también demostró mucho valor entre sus compañeros millonarios. Ciertamente sabía que su voto no importaría. La expectativa antes de la votación era que la NFL tendría los votos suficientes –un mínimo de 24- para asegurar la mudanza de los Raiders a Las Vegas.

Sin embargo, en realidad este es un momento de crecimiento para el propietario de los Dolphins, quien ha sido el dueño mayoritario de esa franquicia por ocho años y comienza a hacer notar su voz entre un grupo muy, muy poderoso y muy rico.