Uno de los muchos atributos que debe tener un mariscal de campo, quizás el más importante, es saber tomar decisiones. Tomar una buena decisión requiere, primero que nada, una buena preparación para conocer a fondo la situación por discernir, disciplina para no ir por la decisión fácil, un análisis minucioso, un proceso de evaluación imparcial y la convicción en el proceso para ejecutar con confianza la decisión tomada.
Las decisiones de un quarterback no sólo se dan durante un partido. Lo que sucede fuera de los emparrillados deja entrever el temperamento y la capacidad mental de un jugador. Lo que ha sucedido con Colin Kaepernick las últimas semanas abre una ventana que permite ver el aspecto más difícil en la evaluación de un jugador: el tamaño de su corazón.
Para entender la situación, es necesario hacer un resumen de lo que ha sucedido. En 2015, Colin Kaepernick fue relegado a la banca después de la semana ocho. Había completado tan solo el 59 por ciento de sus pases con solamente seis touchdowns y cinco intercepciones, absorbiendo un total de 28 capturas. Con un registro de 2-6, el entonces entrenador en jefe Jim Tomsula decidió colocar a Blaine Gabbert como su titular.
Tomsula fue reemplazado por Chip Kelly quien dejó la puerta abierta para que Kap compitiera por el puesto titular. Kap está bajo contrato con San Francisco hasta el 2020, pero existen cláusulas que le permiten al equipo despedirlo cada 1° de abril. Entre el 2015 y el 2018, si el equipo decide retenerlo, el contrato por el siguiente año es garantizado en caso de sufrir una lesión. San Francisco tenía la opción de despedir a Kaepernick pero optaron por retenerlo. La directiva de los 49ers trató de canjear a Kap a Denver, cuya directiva estaba dispuesta a pagar 7 millones de dólares del salario base actual, en lugar de los 11.9 millones que requiere. Kap aparentemente se rehusó a aceptar la reducción de salario. San Francisco podría cubrir la diferencia, pero no han mostrado interés en hacerlo.
Lo que me lleva a reflexionar en el proceso de la toma de decisión de Kaepernick. Hay varios factores por considerar. El primero es su relación en el vestidor. Los rumores, y enfatizo que son rumores, son que no es una influencia positiva con sus compañeros, y que su deseo de jugar con otro equipo le ha costado la credibilidad necesaria que debe tener un QB como líder. Otro detalle relevante es que Kaepernick está "ofendido" porque San Francisco iba a recibir tan sólo una cuarta selección en un canje. Hay que considerar también las posibilidades de éxito.
En San Francisco jugaría para un equipo con muchas carencias, con un sistema nuevo, que a pesar de la percepción que existe, quizás no es el mejor para las cualidades de Kaepernick. En Denver jugaría en un sistema que requiere a un quarterback con movilidad, y que proteja el balón, algo que Kap hace bien. Ha sido interceptado en tan sólo 1.9 por ciento de sus pases. En Denver estaría en un equipo con excelentes receptores y un ataque terrestre sólido. Con los Broncos tendría a una de las mejores defensivas de la NFL, lo cual reduciría la presión de tener que ganar los partidos, tendría solamente que administrarlos. En resumen, la situación en Denver es más atractiva con mayores posibilidades de éxito a largo plazo.
Es difícil aceptar una reducción de 4.9 millones de dólares, pero a largo plazo, en una situación ideal, ¿existiría la oportunidad de recuperarlos? Peyton Manning aceptó una reducción de 4 millones, la cual recuperó durante los playoffs. Un pasador con confianza en sus habilidades aceptaría esa reducción a cambio de recuperarla a través de incentivos. De triunfar Kaepernick en el sistema de Denver, podría continuar con su contrato, el cual le pagaría cerca de 19 millones en 2017. El proceso de Colin Kaepernick me lleva a pensar que no es alguien que tenga plena confianza en sus facultades.
También me es difícil comprender por qué la directiva de San Francisco no acepta pagar los 4.9 millones. A cambio de ese costo, recibirían lo que parece ser una cuarta selección en 2016, se librarían de un posible cáncer de vestidor y liberarían 7 millones de dólares en la nómina.
En fin, el proceso de la toma de decisiones en San Francisco es un ejemplo de por qué esta franquicia ha venido a menos en los últimos años y de por qué Colin Kapernick no se ha establecido entre los QBs más consistentes de la liga.
Otro mariscal de campo cuya situación fue extraña es Robert Griffin III. A pesar de que existen equipos con claras necesidad en la posición de QB como Los Ángeles, Jets y Denver, hubo poco interés en sus servicios. Mike Shanahan le sugirió a Jeff Fisher que firmara a Griffin, pero no hubo interés en firmarlo. Sin muchas opciones, Griffin optó por firmar con un equipo con el cual sus posibilidades de éxito son limitadas. En la agencia libre los Cafés perdieron a un centro de Pro Bowl en Alex Mack, a un tackle sólido en Mitchell Schwartz, y a su mejor receptor en Travis Benjamin. Griffin llega a un plantel con una de las peores defensivas en la NFL. Cleveland tiene la 2ª selección del próximo draft y es posible escojan a un QB. No es ideal la situación de Robert Griffin III en Cleveland, pero aparentemente no tuvo más opciones.
Hace unas semanas, la liga aprobó nueve cambios a las reglas. Una fue la decisión de expulsar a un jugador que cometa un cierto tipo de faltas por conducta antideportiva dos veces en un partido. No incluye castigos personales que era lo que el comisionado Goodell buscaba. Un jugador que comete dos castigos personales como un golpe ilegal al QB y jalar la careta de un oponente puede permanecer en el partido, pero otro que se burla de un rival y después lo insulta puede ser expulsado. Esta es regla estará a prueba por un año y después la evaluarán para hacerla permanente, modificarla o eliminarla. No tiene razón de ser. Los árbitros ya tenían la autoridad de expulsar a un jugador por este tipo de faltas.
Tres reglas se añadieron para proteger a los jugadores: 1) eliminaron todo tipo de "chop blocks"; 2) expandieron la regla de taclear por la espalda para incluir, además de jalar las hombreras por detrás, jalar el jersey del oponente y 3) el oponente empezará su serie ofensiva en la yarda 25, en lugar de la 20, después de un touchback.
Estoy de acuerdo que las primeras dos protegen a los jugadores. El taclear por la espalda agarrando las hombreras o por el jersey produce el mismo riesgo de lesión. Los "chop blocks", en el cual un jugador está bloqueando a un rival y llega un tercero a hacer un bloqueo bajo, ya eran ilegales cuando el tercer jugador no estaba alineado junto al primero. Todavía se permitirán los bloqueos en que un jugador de línea ofensiva "corta" a un jugador de la defensiva, algo que sucede comúnmente en las jugadas estiradas (stretch runs).
La tercera no tiene sentido. Anticipo que veremos más patadas de kickoff altas hacia las esquinas entre la yarda 5 y la línea de gol. Estas no son fáciles de ejecutar. Eran mi especialidad. Durante mi carrera, nunca pude dominar la técnica que se necesita para mandar el ovoide profundo en las diagonales, pero sí tenía la habilidad de patear alto a las esquinas del campo. Por experiencia, sé que esto va a aumentar el nivel de colisiones fuertes en los partidos y el riesgo de lesiones.
Aunque la historia indica que el gastar en la agencia libre no garantiza resultados, es difícil ignorar lo que han hecho los Oakland Raiders este receso de temporada. Son un equipo que mejoró notablemente en 2015 bajo el mando de Jack del Río. Tienen a un QB joven de buen nivel en Derek Carr, un excelente receptor como Amari Cooper y a Khalil Mack, uno de los mejores jugadores defensivos en la NFL. Reforzaron la línea ofensiva con Kelechi Osemele de Baltimore y a la defensiva con tres jugadores experimentados que han tenido éxito en la liga: Sean Smith como esquinero, Bruce Irvin de linebacker/ala defensiva y Reggie Nelson de safety. Nelson fue el co-líder en intercepciones de la NFL en 2015. Con la incertidumbre en la posición de QB en Denver, hay que considerar a los Raiders como contendientes en la división. Su marca dentro de la misma en 2015, fue 3-3, incluyendo una victoria sobre los Broncos en Denver. Con el draft por delante, los Raiders serán uno de los equipos a seguir en 2016.
Las perspectivas para el partido del 21 de noviembre entre Oakland y Houston en la Ciudad de México mejoraron considerablemente en este período de la agencia libre.
Finalmente, es lamentable el asesinato de Will Smith en Nueva Orleans después de tener un altercado debido a un alcance de coches. El vehículo de Smith fue chocado por detrás, y cuando salió a reclamar airadamente, fue baleado. ¿Cuántas veces no hemos insultado, o tocado el claxon airadamente, a personas que nos cierran el paso, o que simplemente manejan muy despacio? Admito que lo he hecho varias veces. La muerte de Will Smith es una tragedia, pero puede representar algo positivo: el ser ecuánimes y tener paciencia en este tipo de situaciones. QEPD.