BUENOS AIRES -- Boca está pensando en el 2016 y busca caras nuevas para volver a pelear en todos los frentes, pero sobre todo para buscar el gran objetivo: la Copa Libertadores. Y a la hora de evaluar la llegada de los refuerzos apareció una cara no tan nueva: Daniel Osvaldo.
El delantero que tuvo a comienzos de este 2015 un paso fugaz, y que tras le eliminación copera del xeneize volvió a Europa con más pena que gloria, se presenta ahora como una alternativa ante la posible venta de Jonathan Calleri. Más: llegaría de todos modos, aunque el ex All Boys siga en el club de la Ribera.
La pregunta es: ¿Osvaldo es una solución o un problema para Boca? El interrogante no busca ser tendencioso, pero tampoco es casual.
Nadie puede discutir que Osvaldo es un gran jugador. Con experiencia internacional. Con jerarquía. Con un pasado en varios de los mejores clubes del fútbol europeo. Un futbolista distinto, que le puede aportar mucho al ataque de Boca. Y que, obviamente, se puede potenciar con Carlitos como compañero.
El semestre que jugó con los Xeneizes no fue el mejor del equipo, es cierto, pero su actuación puede considerarse aceptable. Claro, la temprana eliminación ante River en la Copa fue un golpe duro para todos, Osvaldo incluido. Por eso, podría decirse que no tuvo tiempo para mostrar todo lo que puede dar.
Sin dudas resulta muy tentador para cualquier entrenador contar con una dupla de ataque conformada por Tevez y Osvaldo.
Pero el Loco, como lo apodo Arruabarrena, viene con un “combo”, con una mochila que muchas veces resulta muy pesada, y más en el mundo Boca, donde todo, hasta el mínimo detalle, toma una trascendencia extraordinaria. Y es su personalidad.
El carácter extrovertido, las notas en los medios, las salidas por la noche suelen ser nocivas para los jugadores profesionales cuando pasan determinados límites.
Osvaldo lo sufrió en carne propia hace pocos meses. Fue protagonista de una separación escandalosa y apareció en tapa de medios no por goles o buenas actuaciones, sino por denuncias de su ex mujer, por declaraciones de la nueva novia, por peleas mediáticas.
El Loco le puede dar más fútbol al ataque y nuevas variantes, ya que a diferencia de Calleri tiene más ductilidad con la pelota en los pies y otra visión de juego. Es un jugador más completo. Desde lo futbolístico su aporte no admite discusiones.
Sin embargo, en un equipo que viene de salir campeón, que tiene como una de sus máximas virtudes la armonía en el vestuario, y que logró volver a ser tapa por sus logros futbolísticos, la llegada de Osvaldo puede generar situaciones no deseadas.
Será responsabilidad del DT y de la dirigencia poner en la balanza los pro y los contra de su llegada. Y tomar la decisión correcta.