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2015: El año de River y Boca

River ganó la Libertadores después de 19 años AP

BUENOS AIRES -- River y Boca fueron los grandes protagonistas de este 2015. Los dos clubes más grandes de la Argentina recuperaron el liderazgo del fútbol, tanto a nivel nacional como sudamericano.

Los Millonarios siguieron con la senda triunfal del 2014, cuando se consagraron en la Copa Sudamericana, y lograron un viejo anhelo: la Copa Libertadores.

El torneo continental tuvo un sabor más que especial, ya que llegó luego de haber eliminado a Boca Juniors en los octavos de final. Tras haber ganado 1 a 0 la ida en Núñez, llegó el escandaloso partido en La Bombonera, donde los jugadores fueron agredidos con gas pimienta durante el entretiempo, lo que derivó en la suspensión del encuentro y en el pasaje a cuartos para los de Gallardo.

Más tarde, River avanzaría a semis tras vencer a Cruzeiro con autoridad en Brasil, y a la final luego de superar a Guaraní en Paraguay. La final, ante Tigres de México, fue la frutilla del postre para un equipo que siempre mostró personalidad a la hora de superar momentos límites.

Y que gracias a la inteligencia de su entrenador, tanto a la hora de contratar jugadores como a la de plantear los partidos, sacó un plus sobre el resto de sus rivales.

Hoy ya parecen muy lejanas, pero durante esta temporada el millonario se dio el gran gusto de sumar otras dos copas internacionales: la Recopa Sudamericana, tras vencer a San Lorenzo en los dos partidos (ambos por 1 a 0), y la Suruga Bank, luego de golear a los japoneses del Gamba Osaka por 3 a 0.

El fin de año perfecto no se dio: Barcelona mostró todo su poderío en la final del Mundial de Clubes al golearlo 3 a 0, pero la gente millonaria cierra un 2015 que seguramente será inolvidable.

Boca, que había apostado todo a la Copa Libertadores, contratando a jugadores de renombre como Daniel Osvaldo y Nicolás Lodeiro, entre otros, tuvo que conformarse con celebrar los dos títulos que disputó en el ámbito local: el Torneo de 30 y la Copa Argentina.

No es poca cosa, sobre todo si se tiene en cuenta que volvió a festejar luego de cuatro años. Sin embargo, el gran objetivo (recuperar el trono en el plano internacional) quedó postergado nada menos que por el máximo rival.

De todos modos, los Xeneizes necesitaban recuperar la sonrisa y la conquista del torneo local fue una caricia al corazón de los hinchas, que venían golpeados por las dos eliminaciones coperas ante River.

El conjunto de Arruabarrena superó obstáculos importantes, que pusieron en riesgo el título y hasta la continuidad del propio entrenador. Es que tras la eliminación ante River, tuvo que mostrar personalidad para enfocarse nuevamente en lo que tenía por delante. Y tras dejar atrás un bajón anímico importante, volvió a pelear el campeonato y pudo ganarlo.

No es un dato menor que durante el torneo haya superado las dos veces a River: la última, a pocas fechas del final y en el Monumental, fue clave para volver a la punta que había quedado en poder de San Lorenzo y para quedarse con el trofeo.

La final de la Copa Argentina terminó empañada por la pésima actuación del árbitro Diego Ceballos, quien cobró un penal inexistente fuera del área, por el cual Boca comenzó a abrir un partido muy parejo contra Central. Otras dos jugadas polémicas, al borde de la posición adelantada que también favorecieron a los de la Ribera, aumentaron la confusión y le dieron al título una mancha que no merecía.

Pero nada le quita legitimidad a lo conseguido: Boca mostró pese a algunos altibajos que hizo las cosas bien para lograr la doble corona local. Y por supuesto, a partir de la llegada de Tevez, contó con un plus dentro y fuera de la cancha. Carlitos fue determinante para transmitir confianza y para darle al equipo el envión ganador que le venía haciendo falta.

BONUS TRACK

Un capítulo especial merecen Rosario Central y Huracán. Los Canallas fueron sin dudas la gran revelación del año. De la mano del debutante Eduardo Coudet en el banco, Central apostó a un fútbol ofensivo, a salir a jugar de igual a igual en cualquier cancha. Y lo hizo con muchos jugadores jóvenes del club (Cervi, Lo Celso) que aportaron desfachatez y frescura.

Luchó por el título local casi hasta la última fecha y se quedó con las manos vacías en la polémica final de la Copa Argentina, pero dejó una gran imagen en las dos competencias. Peleó de igual a igual contra los grandes. Y se ganó el reconocimiento de todos.

Huracán, fiel al estilo de los últimos años, estuvo a un paso de la gloria y también muy cerca del abismo. Llegó a la última fecha del torneo local con la urgencia de sumar para no poner en riesgo la categoría. Y al mismo tiempo, avanzó a una histórica final en la Copa Sudamericana, donde cayó por penales ante Independiente Santa Fe.

Con un entrenador como Eduardo Domínguez que está dando los primeros pasos, y un plantel que cuenta con buenos jugadores (Toranzo, Montenegro, Abila, Marcos Díaz, Vismara…), el desafío será ahora no desmantelar la base de futbolistas que hizo una muy buena campaña en la Copa. Y tratar de seguir creciendo.