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¿Qué le pasa al gran campeón del fútbol argentino?

BUENOS AIRES -- Voy a tomar la frase de un tango de Homero Manzi, para este momento duro de River Plate. Y la pregunta es inevitable ¿qué le pasa al gran campeón del fútbol argentino? ¿Le agarró el Síndrome Boca? Aunque es cierto que hay muchos equipos buenos que juegan realmente bien al fútbol, uno de ellos es Central, el próximo cuco...

Y el Muñeco Gallardo no tendrá mucho tiempo para recuperar a sus jugadores, pero más que en el aspecto físico y de juego, hay que trabajar en el aspecto psicológico y de relajación. River quiere ganar los partidos de entrada, aplastar al rival y lo come la ansiedad cuando no se logra ese objetivo alto. Y es ahí donde el Millo comienza a perder y no precisamente en el campo de juego, sino antes, en la misma mente.

Y ahora se viene el rival más duro: Central. Precisamente un toro mental, un equipo que mete, jamás se deprime, va siempre al frente y tiene la convicción de que no puede perder nunca. ¡Y nunca pierde!

Esta afirmación la escuché en el barrio, tengo un viejo amigo hincha de Central y tallerista de literatura. Sabe mucho y sigue a Central a muerte. Por supuesto, piensa que Central es el Barcelona. Ayer me mandó un mail escueto, claro y vivificante: “el domingo, polenta con gallinas, Cucu”.

Es que River está para el cachetazo. Ojo, no juega mal, pero no gana, que no sé si eso es peor. No la mete y se la meten muy seguido. Como ayer, un excelente equipo como el Tomba, no estaba para ganarle. Sin embargo, apareció un golazo de otro partido, de otro mundo, realizado por Carabajal.

El torneo recién comienza, River tiene mucho para mejorar y sería mortal perder puntos en estos torneos cortos. De hecho, ya todos los puntos perdibles permitidos, ya los perdió. ¿Si pierde una vez más queda afuera de la lucha por el título? No tengas ninguna duda, muchacho, como dice Heisenberger.

La pregunta sigue siendo la misma ¿qué pasa? Es sencillo, River sufre de cansancio, se desorganizó en el juego y es increíble lo mucho que lo perjudican las desconcentraciones.

¡A concentrarse más! A seguir con mayor atención las jugadas y no aflojar hasta que el partido termine. Un equipo puede perder juego, puede perder concentración, pero lo que jamás puede perder son las ganas desesperadas de ganar.

Es muy pronto para pronunciar juicios severos. Pero así, de esta forma, será difícil volver a campeonar. ¿Y D'Alessandro? Está lesionado, pero es necesario que se recupere pronto.

Por último, siempre es bueno aclarar que el fútbol argentino es de los más versátiles e inestables del mundo. Cambia en cada campeonato, siempre los campeones son distintos y pocas veces se logran sostener patrones de juego. Al ser cortos torneos, a veces una racha de buenos partidos te colocan en el pelotón de los que pelean un título.

River no es así, River es un histórico. Pero también su principal rival es River mismo. Deberá superarse (tranquilizarse) para seguir en tono con su historia.