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River tuvo un debut extraordinario en la Copa Libertadores.

Getty Images

BUENOS AIRES -- Nuñez amaneció distinta, hay algo en el aire que nos dice que River ganó y los habitantes de ese hermoso barrio están contentos. Y no es para menos, River tuvo un debut extraordinario en la Copa Libertadores.

Imagino que ser el último campeón siempre genera una presión extra. Defender el título siempre es difícil. Todos quieren ganarle al campeón, quieren que se caiga y sobretodo no quieren que repita sus triunfos.

Ayer River jugó un partidazo ante un ignoto Trujillanos, un equipo de la región de Valera, Venezuela plena. El sabor que representa ganar un partido no tiene comparación posible. Venezuela es una tierra formidable, llena de naturaleza y el fútbol gusta cada día más gracias a los grandes aportes que ha hecho en los últimos años su selección, La vino tinto.

Y River anoche no se quedó atrás, a la altura de las circunstancias jugó un partido perfecto y terminó ganando, 4 a 0. Ojo, Trujillanos no fue un equipo fácil en el primer tiempo, al contrario mostraba ser un equipo veloz y con intensión ofensiva, pero eso se acabó a los diez minutos del primer tiempo, cuando Pisculichi ejecutó un tiro libre a lo Messi y convirtió un espectacular gol.

Todo cambió desde ese momento. Pero y ¿acá en Buenos Aires? ¿Como vivían los hinchas ese partido tan importante? De la mejor manera, de cierta manera los hinchas de River intuyen que su equipo en las paradas duras va a responder.

¡Grande River!, exclamó un hincha cuando el partido terminaba y ya la lluvia arreciaba contra los árboles de la ciudad. Golazos de acá, golazos de allá. Otra a Gallardo le salió bien la jugada. Puse a Alonso, un perfecto desconocido que rindió mejor que todos.

Otro hincha me dijo lo siguiente: “Mirá, Cucu, River puede jugar mal todos los partidos de verano, pero para la Copa llega cien puntos, juega y gana y con autoridad. Es un grande de América, lo que a otros les cuesta horrores, River va al Caribe y golea. Es un grande con todas las letras...”

Otro hincha fue menos expresivo: “El equipo de Gallardo tiene altibajos, por momentos juega y por momentos da lástima. No es fácil. La Copa Libertadores es un gran momento para mantenerse en un super nivel. No se puede perder puntos como hicieron los otros equipos argentinos”.

El fervor del hincha del Millo siempre es alto. No importa donde juegue el campeón, sigue siendo el campeón hasta que la próxima final indique lo contrario. Aunque, claro, en la próxima puede volver a estar River Plate.

Para esta instancia falta mucho, pero el partido ante el Trujillanos ilusiona. Ojalá River sea otro a lo largo de toda la Copa, solo así podrá seguir siendo el campeón.