Fútbol Americano
Fabio Dana 8y

Osvaldo todavía no volvió

BUENOS AIRES -- Se habló mucho del regreso de Daniel Osvaldo al primer equipo de Boca. Por un lado, porque fue una de las grandes figuras que el xeneize sumó esta temporada. Por otro, porque tras la salida de Calleri el ex Huracán pasó a ser la referencia inevitable dentro del área rival.

Y ante la falta de efectividad, el futbolista surgido de Huracán aparecía como un hombre imprescindible para volver a tener poder de fuego. Pero no. Boca jugó uno de los peores partidos de la temporada (y ojo, que hubo muchos), se despidió de la pelea por el campeonato y retrocedió varios casilleros en relación a lo que venía haciendo de la mano de Guillermo, sobre todo por la falta de respuesta anímica.

En idioma de potrero, podríamos afirmar que el ‘9’ prácticamente no la tocó. Dicho esto, aclaramos que si en lugar de Osvaldo hubiera jugado Martín Palermo y en su momento de mayor esplendor, seguramente tampoco la habría tocado. Y por una razón sencilla: Boca no pisó al área.

Los pocos centros que se mandaron fueron a parar atrás del arco de Monetti, o a las manos del arquero en el mejor de los casos. La pelota nunca le llegó limpia al ex Juventus, que apenas tuvo participación en el juego. Boca sólo generó dos situaciones de gol en 90 minutos, el mano a mano de Tevez que tapó el arquero y el remate en el travesaño de tiro libre de Carrizo.

En ese contexto, con Osvaldo rodeado de defensores rivales, sin ningún jugador de Boca que se hiciera cargo de darle claridad al juego, con laterales que no pasaron al ataque, y cuando lo hicieron lo hicieron mal, poco se le puede pedir al goleador. El partido, también hay que decirlo, fue atípico: a los tres minutos y medio de juego Boca perdía 2 a 0, un golpe que terminó siendo demoledor.

En lo físico, pese a que había jugado por última vez ante San Martín de San Juan, por la tercera fecha, se lo vio bien. Seguramente, le faltará mejorar desde lo futbolístico, encontrar más ritmo en los partidos.

Más allá de este encuentro, algo está claro: Osvaldo sigue en deuda con Boca. Rindió poco en el 2015, durante su primera etapa, y hasta el momento tampoco demostró lo que puede dar en este tramo del año. Las lesiones no lo dejaron jugar, y por eso ahora habrá que darle crédito. Condiciones no le faltan.

Pero no le queda mucho margen. El tiempo en Boca es más corto que en el resto de los equipos. Con el torneo casi descartado, la apuesta pasará a ser más que nunca la Copa Libertadores. Allí, en los partidos decisivos que se vienen para pasar de ronda, tendrá que aparecer.

Por el momento, la gente de Boca tiene una sensación: Osvaldo se fue a mitad del año pasado, y todavía no volvió.

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