BUENOS AIRES -- En la previa al inicio del torneo, en la lista de candidatos al título aparecían muchos equipos. Los grandes, claro, estaban presentes, pese a que la mayoría de ellos, a excepción de Independiente, jugaban la Copa Libertadores. El Lanús de Jorge Almirón, sin embargo, no figuraba en la lista de favoritos: hoy, es el mejor equipo del torneo argentino.
Con 28 puntos lidera la Zona 2, y también sería líder y con más ventaja en la Zona 1, donde los punteros (San Lorenzo y Godoy Cruz) suman 21 unidades. Esto resulta más llamativo si se tiene en cuenta que el equipo del Sur viene de cambiar de entrenador. Y no se trata de un DT cualquiera: en diciembre dejó el cargo Guillermo Barros Schelotto, luego de más de dos años de trabajo, una Copa Sudamericana y varios campeonatos en los que peleó mano a mano con los grandes.
La pregunta es: ¿cuál es la clave para que el Granate se haya puesto el traje de gran candidato? El flamante entrenador, que venía de un flojo paso por Independiente, llegó enseguida con su mensaje a los jugadores. La base del equipo se mantuvo, pero llegaron futbolistas importantes para este proceso, como José Sand, Pablo Mouche, Iván Marcone, José Luis Gómez, Agustín Pelletieri, Diego Colotto...
No todos son titulares, pero cumplen con el argumento que identifica a los equipos que tienen una idea definida: cuando entran, juegan bien. Fernando Monetti, Diego Braghieri, Gustavo Gómez, Maxi Velázquez, Román Martínez y Lautaro Acosta, ya venían jugando con Barros Schelotto. Miguel Almirón, al que apodan el Di María paraguayo por la velocidad y la verticalidad, fue comprado a mediados del año pasado por los Mellizos, pero explotó esta temporada en la mitad del campo de juego.
El gran potencial del equipo está adelante: por las bandas, Mouche y Acosta son imparables, una pesadilla para las defensas rivales. Sand, el goleador del torneo, fue un gran acierto: con 35 años, para muchos estaba lejos de la alta competencia. Pero en Lanús, sin dudas, el Pepe se potencia, y como cuando festejó el título con el Granate allá por 2007, el ex River volvió a ser un goleador temible.
Este Lanús propone siempre, es ordenado, muestra personalidad para salir de situaciones difíciles y por momentos juega muy bien. Román Martínez ofrece el talento y la pausa necesaria dentro de un equipo donde sobra velocidad por las bandas.
El 4-3-3 (también lo usaba Guillermo) no se negocia por el DT. Monetti; Gómez, Gustavo Gómez, Braghieri y Velázquez; Martínez, Marcone, Almirón; Mouche, Sand y Acosta es la formación ideal del DT, pero si Pelletieri debe entrar por Marcone, Pasquini por Velázquez, Aguirre por Almirón, da igual. Podríamos decir que Almirón tomó la fórmula que le dejó el Mellizo y la mejoró en esta versión 2016.
La estadística indica que Lanús es el más goleador, el que tiene la valla menos vencida, el que más partidos ganó... Le quedan cinco partidos para seguir demostrando que tiene todo para llegar a la final y ser campeón.