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Douglas Costa: "Guardiola me dice que sea feliz"

El brasileño de 24 años dejó las filas del ucraniano Shakhtar Donetsk para firmar contrato por cinco temporadas con el campeón alemán. Getty Images

¿Cuáles son las principales instrucciones que Pep Guardiola, entrenador del Bayern Munich, le da a su puntero izquierdo Douglas Costa? "Él me dice que sea feliz y use mi talento", le dice a ESPN FC el brasileño, de 25 años de edad.

Para un jugador habilidoso son palabras hermosas, y en el caso de Douglas Costa, lo ayudaron a convertirse en una de las historias de éxito de la presente temporada europea. Después de pasar cinco años y medio en Ucrania con el Shakhtar Donetsk, algunos miraron con escepticismo su llegada al Bayern el último verano. Ya se había ganado un lugar en la selección de Brasil después del desastre mundialista, pero casi siempre haciendo fugaces apariciones desde el banco de suplentes. Incluso, fue criticado duramente en junio pasado, cuando en la Copa América, su remate en la definición por penales frente a Paraguay se fue por encima del travesaño, colaborando para que el scratch quedara eliminado en cuartos de final.

Pero en el camino hacia la Copa América Centenario de este año, Douglas Costa está volando alto. Y dice que gran parte del crédito es de su director técnico en el fútbol alemán.

"Guardiola es excepcional", dice. "Nunca había visto algo así; la manera en la que trabaja es algo totalmente nuevo para mí".

Y esa manera ha sacado lo mejor de él. El énfasis que Guardiola pone en la posesión siempre se basó en la idea de involucrar a la oposición de tal manera que se terminen generando duelos de uno contra uno en las bandas para que sus punteros puedan desequilibrar. Con su velocidad y un pie izquierdo muy dúctil, Douglas Costa encaja perfecto en el molde.

"Está clarísimo que yo juego de wing", dice el brasileño. "Ya he definido mi posición y además puedo trabajar en ambos flancos. Esta temporada lo hice más por la izquierda, algo que la gente decía que yo no podía hacer, así que ha sido muy satisfactorio mostrar que sí puedo".

La temporada pasada, Douglas Costa competía, y generalmente perdía, contra Willian de Chelsea por un lugar en la banda derecha. Desde que se unió al Bayern, el entrenador nacional Dunga ha preferido usarlo por la izquierda. Ahí fue donde comenzó como titular el último partido de su selección, una victoria 3-0 sobre Perú por eliminatorias mundialistas en noviembre pasado.

"Ese fue mi mejor partido para mi país hasta el momento", dice. "Fue un partido importante, tanto para el equipo como para mí. Necesitábamos ganar, y yo necesitaba mostrar que lo que hago en Bayern también lo puedo hacer en Brasil, algo que hasta entonces no había conseguido".

De hecho, Douglas Costa abrió el marcador, empujando desde corta distancia un centro desde la derecha. Y después, cambiando de punta con Willian, ayudó a preparar los otros dos goles.

El lugar en la punta izquierda quedó disponible porque Neymar se movió hacia el centro del ataque, un experimento que, pese a la victoria, no tuvo mayor éxito. Será interesante ver qué hace Dunga para los duelos de eliminatorias de este mes ante Uruguay y Paraguay.

Si coloca un centrodelantero más tradicional y Neymar vuelve a la izquierda, es probable que Douglas Costa regrese al banco. Lo que igualmente le daría una gran oportunidad en junio para la Copa América Centenario, en la que la muy probable ausencia de Neymar, quien privilegiaría estar en los Juegos Olímpicos en agosto, le dejaría a Douglas Costa la posibilidad de una serie de partidos como titular.

"No sé si lo veo de la misma manera", dice Costa. "Neymar representa todo lo que significa para nosotros la selección de Brasil. Estar con él en el plantel siempre es un placer, y siempre tenemos más chances de salir campeones con él presente. Hay una muy buena sensación en el equipo en este momento y yo no siento ningún tipo de resaca por el 7-1 en el Mundial (nota del editor: la derrota ante Alemania). Hay nuevos jugadores y se respiran nuevos aires. No nos gusta perder y tratamos de ganar todo lo que se nos presenta. Y que el equipo gane es más importante que quién juga, aunque por supuesto, me gustaría ser parte".

Douglas Costa ha despertado grandes ilusiones desde su primer partido con Gremio, uno de los grandes clubes de Porto Alegre, en el sur de Brasil. Con apenas 18 años, debutó marcándole un gol al Botafogo en octubre de 2008. Enseguida pasó de ser un desconocido a que se hable del interés por él de Manchester United y Real Madrid.

"Fue un cambio extraordinario en mi vida", recuerda. "Yo venía de estar con el equipo juvenil y, de repente, toda la atención se posó sobre mí".

Nunca fue fácil manejar esa atención. Le recuerdo la primera vez que lo vi en un estadio, en su primer partido en el Maracaná el año siguiente ante Fluminense. Entró en el segundo tiempo, hizo dos faltas tontas y se fue expulsado. Él se acuerda muy bien. "Era muy joven y no sabía realmente lo que era ser un profesional. Pero fue una experiencia de la que aprendí, ya que fue la única vez en que me echaron".

Otra experiencia educativa fue haber sido parte de la selección sub 20 en 2009, campeona sudamericana primero y luego subcampeona del mundo. "En ese momento yo todavía no me había establecido como profesional. Pero fue gracias a jugar en ese seleccionado que Shakhtar me eligió: ahí me vio el entrenador Mircea Lucescu".

Si bien muchos critican la decisión de los futbolistas brasileños que eligen ir a Ucrania, Douglas Costa solamente tiene cosas positivas para decir. "Fue mi escuela de vida, donde crecí. Lo haría nuevamente", cuenta, para luego agregar: "¿Me quedé demasiado ahí? No, simplemente cerré un ciclo. Lo que hice en Shakhtar es lo que me llevó a Bayern".

Ahora se acerca a la conquista de un título local. ¿Acaso la superioridad del Bayern hace de la Bundesliga un torneo un poco chato para disputar? "No, porque todos nos quieren ganar, así que siempre hay desafíos. Hace poco perdimos 2-1 como locales (nota del editor: ante Mainz). Pero tenemos un gran equipo con jugadores de elite, así que siempre habrá oportunidades en las que ganemos por diferencia muy amplia".

Pero está claro que el trofeo que realmente importa es el de la UEFA Champions League. Aunque Dogulas Costa esté ansioso por negar que haya un sentimiento de "final de fiesta" ante la inminente partida de Guardiola, no hay dudas de que conseguir la Orejona sería algo muy especial.

Pero primero viene el partido del miércoles ante la Juventus, por la vuelta de octavos de final, tras el empate 2-2 en Turín en la ida. "No va a ser fácil", dice. "Son rivales durísimos, pero nosotros mostramos nuestro potencial como visitantes, sobre todo en el primer tiempo. Ahora hay que volver a tener ese nivel en casa".

Un gol de parte de Douglas Costa sería la frutilla del postre. "Nunca he sido un gran goleador", dice, "pero ese es un aspecto de mi juego que estoy buscando mejorar: llegar más al área, disparar más al arco".

Pero el miércoles será suficiente con que use su talento para perforar a la defensa de la Juventus. Eso lo hará a él feliz, pero también a su entrenador, a los fanáticos del Bayern y a todos quienes disfrutan de su juego explosivo por las puntas.

Tim Vickery es un periodista inglés basado en Brasil desde hace más de 20 años. Es el corresponsal de fútbol sudamericano para el sitio web BBC Sport.