BUENOS AIRES -- A un defensor le cuesta mucho lucirse cuando debe medirse a una de las mejores delanteras del mundo. Pero Nicolás Otamendi se crece cada vez que juega contra el Real Madrid. Le ocurría cuando actuaba en el Valencia, equipo en el que incluso le consiguió marcar gol al conjunto merengue y donde alcanzó a labrarse un estatus de ídolo. Y volvió a suceder este martes en el juego de ida por las semifinales de la UEFA Champions League, en el que su equipo, Manchester City, igualó (0-0) frente al campeón de 2013-14.
El defensa central de la selección argentina se mostró rápido en varios cruces para cercenar internadas y situaciones de peligro creadas por Gareth Bale y Karim Benzema, más los canteranos Lucas Vázquez (como frente a Rayo Vallecano en La Liga, jugó en lugar de Cristiano Ronaldo, quien fue reservado para el compromiso de la vuelta en el estadio Santiago Bernabéu) y Jesé Rodríguez.
Dos aspectos caracterizan el juego del exdefensa de Vélez Sársfield. Su capacidad de reacción, timing, para cerrar acciones de riesgo, y el liderazgo que destila su presencia sobre el terreno de juego, que además le permite imponerse con asiduidad en el juego aéreo en ambas áreas.
En el primer capítulo de las semifinales de la UCL, Nico Otamendi, además, emergió como el jugador con mejor porcentaje de eficacia en el juego de posesión de su equipo. Aseguró la pelota en el 96% de las ocasiones en las que entró en juego, al entregar a destinatario seguro 70 pases de los 73 intentos de pasada de balón que efectuó durante el partido. Una fiabilidad para el pase incluso superior a la que reseñaron las actuaciones de jugadores sobresalientes como el brasileño Fernando (91%; 31 pases completos de 34 búsquedas), el belga Vincent Kompany (93%; 68 pases completos de 73 intentos), y el español David Silva (95%; 19 pases completos de 20 entregas).
Es cierto que tanto Manchester City como Real Madrid se prodigaron más en la perspectiva de no recibir goles que en hacerlos. Sin embargo, cabe marcar que el central albiceleste salió indemne de un segundo tiempo en el que los dirigidos por Zinedine Zidane, hicieron méritos para llevarse del Etihad Stadium algo más que el soso empate a cero que maquilló el marcador.
Real Madrid se ocupó de que el balón no le llegara limpio y con claridad a los jugadores que establecen la diferencia en el cuadro skyblue, y por eso dejó que la jugaran más tiempo los centrales del City. El punto es que, aún así, el trabajo de sacar el balón bien jugado desde atrás, siempre resulta un riesgo. Más todavía, habiendo tanto en juego, en un partido que no admite distracciones por mínimas que sean.
Otamendi consiguió, por otra parte, rematar una vez, aunque no fuera entre los tres palos defendidos por Keylor Navas. Y cometió una falta.
El crédito de El Talar (Pacheco, que con edad de sexta y séptima división llegó a practicar boxeo, aunque sin el deseo de dedicarse a ello profesionalmente) creció admirando a Roberto Fabián Ayala y Hernán Pellerano (actual jugador de Independiente) por su capacidad para leer la jugada y anticiparse a los delanteros rivales.Y este martes se prodigó en esa tarea con la misma efectividad que sus modelos a seguir en el juego.
El exjugador de Vélez y Porto de Portugal es uno de los principales valores del club citizen, al que llegó en 2015 a cambio de 45 millones de dólares procedente de Valencia. Ya ha conseguido llegar a las semifinales de la Liga de Campeones de Europa, un hito inédito en la historia de su club. De la seguridad que transmite dependerá buena parte de las opciones de los dirigidos por el ingeniero Manuel Pellegrini de lograr el pase en Madrid a la final del torneo.
Por de pronto, en el juego de ida Otamendi fue impasable y se ganó la mención como sudamericano destacado en el envite.