BUENOS AIRES -- Cuando el Cholo Simeone solicitó el fichaje de Augusto Fernández, intuía que el exjugador de River y Vélez le iba a ofrecer un rendimiento inmediato sin la necesidad de tener que esperar el habitual período de adaptación que debe atravesar un jugador cuando aterriza en un club grande.
Augusto se calzó la camiseta, salió a jugar como si se hubiera criado a la vera del río Manzanares, y se hizo con un puesto fijo en el ludus de gladiadores rojiblancos comandados por el lanista Diego Pablo. Así las cosas, Augusto Fernández se erigió en una de las indiscutibles figuras del equipo que hace tiempo dejó de ser apodado “Patético” o “Pupas” para sorprender a propios y extraños en cada presentación.
Llegado a este nuevo momento trascendental en su historia, el conjunto colchonero tiene en el exjugador de Celta de Vigo a uno de sus puntales. Augusto tiene facilidad para comprender e interpretar el juego. Jamás pierde la posición y nunca se amedrenta. Al contrario. Se multiplica sobre el terreno de juego para liderar el control de los espacios. Detecta dónde y cuándo hace falta complementar a un compañero para evitar que quede en inferioridad si el rival intenta doblarlo asociando jugadores sobre su sector. Y distribuye con mucho tino el balón cuando debe convertirse en la salida de juego de su equipo. El tiempo le ha provisto de la calidad y claridad necesarias para hacer simple lo que para otros puede ser complicado.
Este miércoles, en un encuentro harto difícil para el Atlético contra un Bayern Múnich que apenas permite jugar a su adversario de turno, Augusto Fernández emergió airoso del compromiso. Bayern tuvo una posesión del 69% y al Atleti no le quedó más que gestionar el 31% de la tenencia. El dorsal 12 del cuadro rojiblanco fue el jugador con mayor eficacia en el juego de posesión. Augusto completó 26 pases de 29 intentos de pasada de balón, y alcanzó a rematar en una oportunidad (90’) al arco custodiado por Manuel Neuer.
Para que se den una idea de lo que significó el juego para Atlético, los de Simeone sólo pudieron completar 150 pases de 209 que intentaron, frente a los 654 que consumó el cuadro bávaro tras los 729 que intentó. Una diferencia sideral en el volumen de juego, que muy pocos equipos en el mundo son capaces de neutralizar a base de paciencia, saber sufrir y esperar el momento preciso para lastimar.
Atlético ya había dado cuenta del FC Barcelona en los cuartos de final de la UEFA Champions League amparado en su consistencia y contundencia puntuales. Frente a Bayern, conjunto cuyo juego tiene similitudes con el de Barça en algunos aspectos, volvió a desplegar los mismos argumentos. Augusto Fernández resultó vital en la batalla por el control de espacios en el centro del campo y por esa razón se ganó la medalla que otorgamos en ESPN.com al sudamericano de habla hispana que se destaca especialmente en la UEFA Champions League.
Este martes 3 de mayo, en el Allianz Arena, la casa del conjunto bávaro, Atlético deberá insistir en su modelo. Jugar abierto en Múnich sería un suicidio frente a un Bayern al que precisamente los conjuntos de la Bundesliga sólo le encuentran las cosquillas cuando le juegan al contragolpe. Augusto Fernández volverá a ser titular en el doble cinco que integra junto al emblemático volante Gabi. Sobre la derecha se ubicará Koke, y sobre la izquierda, Saúl Ñíguez, autor del golazo a los 14 minutos que decantó levemente la eliminatoria de manera favorable al Atlético. El Atleti lleva esperando 42 años la oportunidad de desquitarse del Bayern y vengar la derrota (4-0) de aquel 15 de mayo en la tristemente recordada final de la Copa de Europa 1973-74.