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Cuatro preguntas claves de cara a final de la Champions League

Real Madrid y Atlético se establecieron como los finalistas de la Champions League en San Siro. Te presentamos cuatro preguntas claves a tener en cuenta de cara a su enfrentamiento el próximo 28 de mayo.

¿Quién está mejor de lo que estaba en 2014?

Debemos tener en cuenta la intensa rivalidad en Madrid desde aquella histórica campaña 2013-14 para ambos equipos. Atlético de Madrid ganó el título en dicha temporada y no han perdido frente al Real Madrid en la liga desde ese campeonato pero han perdido sus dos enfrentamientos de eliminatoria en Champions League durante ese tiempo -la Final en Lisboa en 2014 y los Cuartos de Final de la campaña 2014-15.

Para destacar lo cerca que estos equipos están en todos los sentidos, los encuentros de ambos en Champions League vivieron minutos finales emocionantes, los dos equipos estuvieron en la parte superior de la Liga. La pregunta es: ¿qué pequeñas diferencias resultarán importantes, y cuánto ha cambiado en dos años? Atlético tiene el mismo técnico motivador, Diego Simeone, pero con una plantilla muy diferente con sólo siete veteranos de la campaña 2013-14. Por su parte, Real Madrid se desprendió de uno de los más experimentados entrenadores de la Champions League, Carlo Ancelotti y colocar a un técnico principiante como Zinedine Zidane.

Teniendo en cuenta sus últimas carreras en ambas competiciones, esto podría igualar aun más las diferencias de menor importancia. Por ejemplo, en 2014 el Atlético perdió a Diego Costa por lesión en los primeros minutos de la Final, pero en la actualidad tienen a Antoine Griezmann en su mejor momento. Por su parte, los Merengues tienen a Cristiano Ronaldo, que está aún mejor nivel de lo que estaba hace dos años.

Este apartado histórico es tan estrecho que sólo podría reducirse a un golpe de suerte en ese día.

¿Podrá Atlético finalmente exorcizar todos sus fantasmas?

Si se siente injusto que la probabilidad de que el Atlético pueda alcanzar la gloria viene porque se le ha complicado vencer a sus "vecinos" más que cualquier otro club, pero deben recordar que esta ocasión podría ser su última oportunidad para la redención final.

Este podría ser el resultado que cambie para siempre su futuro, lo que sería como el "broche de oro" dado que Simeone ya ha cambiado todo lo demás de su equipo. Esto bien podría terminar el trabajo. En las semifinales, después de todo, logró enterrar los recuerdos dolorosos de su primera final de Copa de Europa en 1974 al vencer a Bayern Múnich. Ahora, pueden enterrar los fantasmas del 2014 al vencer al Real Madrid en el escenario más grande de todos. Esto podría ser algo más que simplemente la tercera es la vencida. Podría ser un punto de referencia.

El único problema es que si pierden una vez más ante Real, podrían crearse problemas aún mayores. Cualquier victoria futura en La Liga se sentiría vacía. También está la cuestión de si su extremadamente difícil camino a la Final alentará más Atlético o gradualmente podría agotarlos.

La plantilla de Simeone han tenido que vencer al defensor del título, Barcelona, y después tuvo que vencer al posiblemente siguiente mejor equipo del mundo, Bayern Múnich y ahora el equipo que significa mucho para ellos: Real Madrid.

Se necesita una gran cantidad de esfuerzo para mantenerse a tan alto nivel. Atlético tiene al menos la ventaja de un entrenador que da a los equipos más fuego psicológico que cualquier otro. Puede quemar todos los malos recuerdos de su pasado y la chispa para crear un futuro mejor.

¿Puede Zidane hacer magia en el mayor de los partidos desde el banquillo?

Mientras Simeone se ha ido convirtiendo en una de las figuras modernas más prominentes de la Champions League, no es el caso de su ex rival de juego Zidane, al menos como entrenador.

Después de haber participado en uno de los mejores momentos de la historia de la competición al anotar la gloriosa volea que ayudó al Real ganar a ganar la Final de 2002 ante el Bayer Leverkusen, la estrella francesa se convierte en la décima cuarta persona en disputar la Final como jugador y ahora como entrenador.

Lo notable es que muchos dicen que sus hazañas en el terreno de juego han influido en su equipo tanto como sus capacidades de entrenador. Fuentes en el Bernabéu señalan que incluso las grandes estrellas responden bien a Zidane debido a sus logros, y tiene el carisma que se necesita.

Eso ha significado que ha superado el primer reto: Ganarse la atención de la plantilla. Su predecesor, Rafael Benítez, tuvo problemas pero Zidane ha seguido con una gestión astuta.

Esto lo demuestra su racha reciente con resultados positivos. Hacer las cosas sobre la línea tiende a requerir cualidades más profundas para dirigir. Sí bien es cierto que Zidane ha hecho un buen trabajo, todavía no ha disputado tantos partidos como para ser juzgado adecuadamente. Roberto Di Matteo ganó la competición con el Chelsea en 2012 y nunca progresó. También está el hecho ineludible de la ruta del Real a la final enfrentando a la Roma, Wolfsburgo y el Manchester City, lo que ha sido muy indulgente, y mucho más fácil que el camino del Atlético. ¿Será que la calma da una falsa sensación de seguridad en la primera prueba enorme para Zidane, o va a añadir más a la confianza que ha restaurado?

¿Qué se dirá: estrellas o estabilidad?

Tan cerca como Real y Atlético están en términos de geografía y de calidad, no podían ser más diferentes en términos de perfil de equipo y carácter.

Simeone ha labrado poco a poco un equipo construido en el rigor defensivo, donde los jugadores han llegado a ser casi intercambiables y los atacantes se han ganado la fama de realizar un máximo trabajo y y una excelente eficiencia.

Zidane, por su parte, se ha colocado al frente de un conjunto con jugadores costosos y les pidió mostrar su brillantez. Esto significa que el Atlético enfrentará a muchos jugadores de élite sobre todo la defensa mientras que Real tiene la esperanza superar la oposición con individualidades de calidad.

Uno de ellos es tan estrecho y minimalista, el otro es necesariamente no solo expansivo, sino también abierto. Es una de las defensas más más fuertes contra uno de los ataques más prolíficos. Es el equipo como estrella contra una colección de estrellas.