Fútbol Americano
Paola Núñez | enviada 8y

Mantras y talismanes acompañan los finalistas en San Siro

MILÁN -- El premio al “esfuerzo innegociable” del ‘Cholo’ Simeone ante el “saber sufrir” de Zinedine Zidane.

El hambre de Cristiano Ronaldo por conquistarlo todo frente a las ganas de Fernando Torres por disputar el partido con el que ha “soñado toda su vida”.

Mientras miles de madrileños inundan las calles de Milán en la víspera del segundo ‘derbi’ europeo en tres años, dos Raúles, García y González, vigilan desde la grada y el césped de San Siro el último entrenamiento de sus respectivos ex equipos a modo de ‘amuletos’ de la suerte.

Cada uno con sus mantras particulares y talismanes para hacer frente a la final de la Champions League que se disputará éste sábado en el mítico estadio milanés. 

Atlético fue el primero en salir a escena en ‘la Scala del Calcio’ este viernes. En punto de las 17:45 horas y ante decenas de familiares y amigos en las gradas, el equipo que dirige Diego Simeone saltó al césped para preparar el partido con el que intentarán “escribir la página más importante de la historia” rojiblanca, como dijo Fernando Torres, el delantero que volvió a casa para remontar el vuelo tras un gris y fugaz paso por el Milán.

El atacante es el único jugador de la escuadra que dirige Diego Simeone que se ha proclamado campeón europeo, aunque lo hizo con otra camiseta, la del Chelsea. Al ‘Niño’ lo acompañan siete de los hombres que sufrieron una “cruel derrota” en Lisboa y que, más que con sed de revancha, llegan con “orgullo” y la “ilusión” de pelear por el título dos años después y qué mejor rival que el vecino Real Madrid.

“De esa final (de Lisboa) me quedó con el orgullo de los que estuvimos ahí. Fue cruel, pero teníamos la esperanza e ilusión de volver a tener una oportunidad y gracias a nuestro trabajo lo hemos conseguido. Es muy difícil llegar a dos finales de Champions en tres años”, señaló Gabi, capitán del equipo rojiblanco, este viernes.

Para tener esa “oportunidad” soñada, el Atlético ha tenido que vencer a tres vigentes campeones de Liga (PSV, Barcelona y Bayern Munich). Pero a diferencia de lo conseguido hace dos años, cuando el Atlético llegó a Lisboa como el equipo que trajo frescura a la competición, su presencia en la batalla final no sorprendió a nadie.

Se trata, al fin y al cabo, del equipo que durante dos años ha presentado a la defensa más sólida de Europa. Un equipo que ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos cuatro años y que empieza a colarse entre la élite. Incluso, Simeone, que suele manejarse con humildad, reconoce que hay “pocos equipos” mejores que el Atlético y entre ellos nombró al Real Madrid pese a las 11 veces que ha vencido a los blancos en los últimos 12 enfrentamientos entre ellos.

Y es que sabe que el Real Madrid es todo menos una víctima taimada y menos con Zinedine Zidane, el ‘héroe de la novena’ al mando. Un hombre que ha revolucionado por completo a un equipo que hace apenas cinco meses andaba de capa caída y a punto de tirar la temporada por la borda.

Pero el francés, con ese halo de leyenda y un trabajo notable desde la preparación física de sus hombres hasta el reordenamiento estructural de su equipo, ha logrado conseguir el voto de confianza de los merengues más escépticos que veían en él a un hombre con escasa preparación para tomar las riendas del equipo mas laureado de Europa.

Zidane viajó el viernes Milán con plantel completo, incluido el lesionado Raphael Varane, como muestra de la restauración de la armonía en el vestidor tras su llegada a la dirección técnica merengue.

Con más glamour que su vecino, el Madrid tomó contacto con la cancha de San Siro al caer la tarde. El madridismo respiró con alivio al saber que Cristiano trabajó con normalidad con el resto del plantel y que, según informó el técnico merengue, “estará al 100 por ciento” para el partido en el que buscará romper su propio récord como máximo goleador en una sola campaña de la Champions, con 17 tantos, y llevarse su tercer título europeo, segundo con el Real Madrid.

Sabe que a falta de la Bota de Oro que perdió ante Luis Suárez, sólo el título de Champions League y una soberbia participación en la Euorocopa le ayudarán a ganar el próximo Balón de Oro.

Para el siempre competitivo Cristiano Ronaldo, cualquier otra cosa “que no sea ganar” sería un fracaso, según reconoció hace unos días. Mientras que para Zidane, que ya lo ha ganado todo como jugador y apenas da sus primeros pasos como entrenador, el estar en la final ya es en sí un logro.

“Nadie nos va a quitar lo que hicimos hasta ahora; el fracaso estaría en la actitud. Si lo que estamos haciendo últimamente no lo sacamos mañana. Nosotros estamos preparados”, dijo el entrenador francés. 

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