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James recibe oportunidad e inicia su reivindicación

MADRID -- Zinedine Zidane dio una oportunidad de oro a James Rodríguez al enviarlo de inicio en el encuentro que el Real Madrid disputó éste miércoles ante el Borussia Dortmund y que se saldó con un empate 2-2.

El francés, que dio descanso a Mateo Kovacic en Isco, y en su lugar mandó a James para acompañar a Luka Modric y Casemiro en la media.

James había pasado casi inadvertido ante Sporting en Liga y la Cultural y Deportiva Leonesa en Copa, los últimos partidos que disputó antes de quedarse en la banca en el clásico. El colombiano lo entendió: O se ponía a trabajar o podía irse despidiendo de una carrera exitosa en el Real Madrid.

En cuanto volvió de Barcelona, el sábado por la noche, se fue directo al gimnasio a trabajar. Lo gritó a los cuatro vientos –publicándolo en Instagram, que viene a ser lo mismo– para que no quedara duda.

Le ha costado llenarle el ojo al entrenador, que se fija hasta en el mínimo detalle para decidir sus alineaciones. Y aunque en público el técnico señaló que su esfuerzo “no cambiaba nada”, en privado tomó nota.

Lo mandó a la cancha desde el principio ante un rival que el propio Zidane calificó como “el más difícil” al que han enfrenado hasta el momento en Europa y en un partido en que, además, el Madrid debía redoblar esfuerzos. Y aunque se quedaron cortos para lograr la victoria –distracciones, opinó Zidane–, James hizo un trabajo impecable. Sabía que debía aportar algo más que un par de carreras y un gol intrascendente si quiere volver a contar para el técnico en partidos de relevancia.

El colombiano fue de lo más destacado en uno de los partidos más sólidos que ha disputado el Real Madrid en el último mes. De verse completamente desconectado del resto en sus actuaciones anteriores, fue el segundo jugador merengue que más tuvo el balón con 77 toques.

Completó 51 de 59 pases con un honroso 86 por ciento de efectividad; incluso más que Luka Modric, quien apenas registró 31 pases. También fue el jugador que más pases entre líneas registró, una decena, y el que más veces centró al área en el cuadro merengue, con cuatro servicios, y acabó con una asistencia a Karim Benzema para el 2-0.

“Ha hecho un gran partido, en el segundo gol es un centro magnífico y ha sido muy bueno. No sólo el pase a gol, ha hecho un buen partido”, reconoció Zidane en rueda de prensa tras el encuentro.

En la víspera, el técnico francés había reconocido que la situación de James es “un problema”, pues sabe que el mediocampista “quiere jugar más”. Pero hasta esta noche, el colombiano realmente no le había dado argumentos sólidos para tenerlo más en cuenta, al menos mientras se encontraba en la cancha, e incluso se llegó a llevar un abucheo por parte de la afición merengue, cansada de verlo diluirse en la cancha.

James derrochó confianza, algo que no se le veía desde su primera temporada, y asumió un rol de gran responsabilidad en la creación mientras Modric y Casemiro lidiaban con la recuperación. Incluso se animó a hacer un cobro y un par de regates antes de intentar pase a gol.

Pero lo más importante fue que se vio cómodo jugando con Cristiano, fue quien más pases le puso y viceversa, y con Benzema. Relevante desde que en el Madrid gana terreno quien logre entenderse a la perfección con los dos goleadores.

Destacable, además, que no fuera el primer cambio de Zidane. De hecho, completó los noventa minutos, algo que no había hecho en toda la temporada en Champions.

Y aunque una buena actuación no le garantice un cambio de la noche a la mañana en su situación, fue un buen comienzo para volver, sino a la titularidad, al menos a un rol más activo en las rotaciones.