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Real Madrid llega con más dudas que certezas al duelo ante el Bayern

MADRID -- El Real Madrid sólo ha sufrido tres derrotas en un año, que se dice pronto. Y en el que tiene suerte. Mucha suerte.

Desde el descalabro por 2-0 ante el Wolfsburgo del pasado 6 de abril, el equipo de Zinedine Zidane suma 43 victorias, 12 empates y tres tropiezos. Descalabros que, no obstante, llegaron en un lapso de poco más de un mes y que ya le han costado la eliminación en la Copa del Rey y que su ventaja sobre el segundo clasificado a dos semanas del clásico quedar reducida a tres unidades, aunque con un partido menos.

Los tres descalabros, aunada a la debilidad defensiva que los merengues ha mostrado esta campaña, han desatado las dudas en torno al juego del equipo y, sobre todo, las decisiones de Zinedine Zidane en cuanto al rol de juego de sus jugadores.

Y pese a que el Real Madrid acabó la jornada liguera fortalecido gracias al pinchazo del Barcelona, pues aumentó su ventaja a tres unidades, el empate 1-1 del sábado ante el Atlético de Madrid provocó que las críticas se intensificaran, sobre todo en esas horas en que el punto cosechado en el Bernabéu sabía a poco.

El juego del Real Madrid no termina de gustar o generar confianza, en general; pero son dos decisiones tan importantes como delicadas las que se le critican al técnico con más fuerza: la fe ciega en la delantera formada por Karim Benzema, Gareth Bale y Cristiano Ronaldo, y en segundo lugar, la titularidad de Keylor Navas, pues no son pocas las voces, que independientemente de los motivos anteriores, piden a gritos la titularidad de Kiko Casilla. Real Madrid se jugará la vida en las próximas dos semanas en los encuentros de Champions ante el Bayern Munich y el clásico de Liga frente al Barcelona. Será en ellos donde el técnico debe sacar a relucir sus dotes como estratega y presentar argumentos incontestables a la fe en sus inamovibles.

LA FRAGILIDAD DE NAVAS

Es cierto que el rendimiento del arquero tico ha visto un bajón esta campaña. Ha encajado 38 goles en 35 partidos y sólo ha dejado la puerta a cero en cinco ocasiones, cuatro de ellas en Liga, es decir el 14%, una media muy inferior al 48.8% de partidos sin encajar gol de la campaña anterior, o el 62.55% de la temporada 2014-2015.

Dicho rendimiento contrasta con el 31% de Kiko Casilla, que en menos de mitad de partidos disputados (16) ha sumado la misma cantidad de encuentros sin encajar un tanto, cinco, todos ellos en Liga.

Preocupa, particularmente, que Real Madrid no haya terminado un solo partido de Champions League sin encajar un gol esta temporada. La presión, los crecientes rumores sobre el inminente fichaje de un arquero de jerarquía y el constante rechazo de su propia afición al mínimo error, no ayudan a reestablecer la confianza que el arquero ha ido perdiendo paulatinamente.

La responsabilidad no es del todo de Keylor Navas. La defensa ha perdido solidez a lo largo de la campaña, sobre todo cuando el equipo merengue se las tiene que arreglar sin Raphael Varane o Casemiro, los jugadores que suelen realizar la mayor contribución de acciones defensivas.

LA DELICADA SITUACIÓN DE LA DEFENSA

La solución, pues, pasa por fortalecer a la zaga, algo sumamente difícil de cara a los partidos clave pues debido a las lesiones de Varane y Pepe, Zidane tendrá que jugársela con sólo dos centrales, Ramos y Nacho, durante al menos tres semanas.

El problema con la única pareja de centrales disponible no pasa por el cansancio, sino por la amenaza de suspensión. Sergio Ramos está a una tarjeta de cumplir ciclo en Champions y Nacho suma cuatro amarillas en Liga.

Aunque en la lista B para el torneo europeo ha incluido al canterano Álvaro Tejero, resultaría muy arriesgado alinear a un jugador del filial que apenas ha participado en un partido con el primer equipo en esta campaña (la eliminatoria copera frente a la Cultural de la Segunda División B), en caso de perder a Ramos.

En cuanto a la Liga, no sería una sorpresa que acabara por enviar a Casemiro de central para medirse al Sporting con tal de cuidar a Nacho.

LA GRIS TEMPORADA DE LA BBC

La mayor preocupación en torno al ataque, lógicamente, pasa por la baja incidencia en la cuota goleadora del cuadro merengue en lo que va de la campaña, pues ha bajado de realizar una contribución del 70% de los goles totales de la temporada 2015-2016, 83 de 119, a menos del 40%, con solo 52 goles de 132.

Gareth Bale, quien estuvo fuera dos meses y medio por una operación en el tobillo y no termina de recuperar su nivel de juego, suma apenas nueve tantos y cinco asistencias. Karim Benzema, por su parte, ha contribuido con 17 tantos y siete pases a gol, mientras Cristiano Ronaldo suma 26 tantos y 12 asistencias y de seguir por el mismo camino, acabaría su temporada con los peores números en siete años.

La sequía de Cristiano es notoria en Champions. Aunque ha dado seis pases a gol en los últimos seis partidos, suma sólo dos tantos en el torneo europeo y no marca desde septiembre. El portugués lleva desde octubre intentando marcar esos dos tantos que le faltan para convertirse en el primer ‘centenario’ de las competiciones de la UEFA y tanto se ha tardado en llegar, que puede verse rebasado pronto por Lionel Messi que suma 97 goles europeos.

Son muchas las voces que claman por oportunidades para Álvaro Morata, que con mil minutos menos de juego que Benzema suma 16 goles, o Marco Asensio, que suma ocho tantos en 1,388 minutos de juego y por tanto ha mostrado mayor efectividad.

Pero la presencia de los ‘tres grandes’ en la cancha no se debe únicamente a su capacidad goleadora. Si bien parte de las críticas a los hombres fuertes de Zidane ha se basan en su escaso trabajo defensivo (una de las razones a las que se atribuye la alta tasa de partidos encajando gol), la realidad es que al menos Gareth Bale como Karim Benzema suelen participar activamente en la presión y recuperación en la media cancha.

El galés promedia 5 entradas exitosas y 3 intercepciones por partido, más que cualquier jugador de ataque del Real Madrid. De ahí que mantenga su status de intocable por delante de los revulsivos.