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El boom de China, nuevo paraíso para los cracks colombianos

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BUENOS AIRES -- Todo comenzó dos semanas después del ataque a las Torres Gemelas y al World Trade Center. El 27 de septiembre de 2001 para ser más precisos. Ese día China consiguió asegurar su clasificación para disputar la fase final de una copa del mundo por primera vez en su historia. La victoria (0-1) frente a Emiratos Árabes Unidos en Abu Dhabi le garantizaba su participación en el Mundial de Corea-Japón 2002. Líder del grupo B que compartía con EAU, Uzbekistán, Catar y Omán, la ventaja que le sacó a sus perseguidores se constituyó en un factor decisivo para concurrir a su primer mundial de la mano del serbio Velibor ‘Bora’ Milutinovic, exentrenador de San Lorenzo de Almagro, Udinese de Italia y las selecciones de México y Estados Unidos, entre otros equipos.

La presencia en la Copa del Mundo provocó una suerte de revolución en el fútbol chino, que desde entonces comenzó a soñar en grande. Xi Jinping, presidente de China desde el 14 de marzo de 2013, había sido nombrado Secretario del Partido Comunista Chino en la provincia de Zhejiang el año previo a que la selección consiguiera ese pase para disputar el Mundial. Y, como buen futbolero, vivió a full el proceso que la llevó a la Copa de 2002.

Xi Jinping no lo decía públicamente en aquel momento, pero siempre vio en el fútbol una espectacular plataforma para promover iniciativas sociales y potenciar el deporte en el país. Hoy ya no esconde sus inquietudes, y amparado en ellas se ha propuesto colocar al país en la élite del fútbol. Su primer objetivo pasa por que China se clasifique para un nuevo mundial, organizar otro y, eventualmente, ser campeones del mundo.

Ha seguido con atención la evolución de Corea del Sur y su papel en aquel Mundial 2002, y observa que en China hay mimbres para lograr, por lo menos, alcanzar como los coreanos en aquel entonces, un lugar de privilegio entre los 4 mejores seleccionados del mundo. Tiene un plan, Xi Jinping.

El año pasado aprobó un proyecto para construir cerca de 20.000 escuelas de fútbol antes de 2017, con el objetivo de producir más de 100.000 jugadores. Y la segunda parte de la iniciativa es amarrar una importante cantidad de estrellas internacionales para la Super Liga China. Esto, con el apoyo inestimable de numerosas empresas. Algunas, asociadas a capitales públicos provinciales, como sucede en el Shangdong Luneng, club que pertenece a la compañía de electricidad estatal Shangdong Luneng Group, de la que el Estado chino es dueño del 51% de sus acciones.

Otros clubes están vinculados a capitales privados. Ahí es donde entran en escena los colombianos que han elegido continuar sus respectivas carreras en el fútbol de China. Y los brasileños, y los argentinos. Uno de éstos últimos dejó huella en Oriente con un excepcional paso por el Guangzhou Evergrande. Darío Conca, exmediapunta de River Plate, llegó a integrar el Top 5 de los futbolistas mejor pagados del mundo entre 2011 y 2013, lapso en que permaneció en Guangzhou procedente del Fluminense de Brasil. Este club es uno de los que marcan tendencia en el fútbol chino.

Guangzhou Evergrande, equipo que acaba de lograr la contratación récord del internacional colombiano Jackson Martínez (29) a cambio de 45,8 millones de dólares pagados al Atlético de Madrid, llegó hace unos meses a un acuerdo con el Real Madrid para que el club español le cediera su imagen de marca y metodología de trabajo, a fin de crear la mayor escuela de fútbol del mundo. Idea que cristalizó en apenas 8 meses. La escuela cuenta con 43 canchas de entrenamiento, de 79 proyectadas, y 2.400 niños más 100 niñas, todos con edades comprendidas entre los 7 y 15 años. El club busca llegar a 10.000 alumnos.

El negocio por Jackson, orquestado por el omnipresente agente Jorge Mendes, quien custodia la espalda de Cristiano Ronaldo y James Rodríguez entre otros jugadores, asombra al mundo. Atlético le había comprado por 38 millones de dólares al delantero al Porto luso, y lo vende por casi 8 millones más muy pocos meses después, estando ‘Chachachá’ lesionado y sin continuidad de juego.

Shanghai Greenland Shenhua, dirigido hace 3 años por el argentino Sergio ‘Checho’ Batista, sumó en 2012 al colombiano Giovanni Moreno, exjugador de Racing Club de Avellaneda, y sus buenas actuaciones le abrieron la puerta a sus compatriotas. Sembrar para cosechar. El club firmó ahora, por 14 millones de dólares, a otro internacional colombiano, Fredy Guarín (30), quien llega del Inter de Milán. Muy pronto acaso Ezequiel ‘Pocho’ Lavezzi se le una procedente del Paris Saint-Germain (que ingresará €5 millones), con un contrato que le puede garantizar al internacional argentino la suma de 10 millones de dólares netos por temporada durante 2 años.

Por su parte, Fredy Montero estampó el autógrafo que lo vincula al Tianjin Teda, también de la Superliga china, equipo de la primera división.

Jackson y Guarín consiguen cubrirse de oro en el nuevo El Dorado, aunque muy probablemente vean relegadas sus chances de recobrar importancia en los planes de José Néstor Pekerman para la selección Colombia.

Mientras tanto, en la segunda división hay 5 jugadores colombianos. Carmelo Valencia juega en el Beijing Enterprises. Ricardo Steer y Jair Reinoso en el Zhejiang Yiteng, equipo de la provincia en la que creció políticamente el presidente Xi Jinping. Y Luis Carlos Cabezas y Jhon Eduar Valoy actúan en el Hunan Billows.

En la misma aventura se han embarcado el volante internacional brasileño Ramires, que dejó al Chelsea, actual campeón de Inglaterra, para enrolarse en las filas del Jiangsun Suning. Esta entidad le pagó a los ‘blues’ 30 millones de dólares por el jugador, vital para Dunga en la selección brasileña. El también brasileño Elkeson protagonizó el fichaje récord entre clubes chinos al pasar del Guangzhou Evergrande al SIPG por 20 millones de dólares. Y el costamarfileño Gervinho dejó la Roma de Italia para reforzar al Hebei China Fortune a cambio de 19 millones de dólares.

La primera huella colombiana en China se remonta a 1999, cuando el delantero bogotano Ricardo 'Gato' Pérez, fue cedido un año por Liga Universitaria de Quito (Ecuador) al Sichuan Guancheng. Yovanny Arrechea jugó en seis clubes colombianos y uno argentino, antes de saltar al Changchun Yatai en 2011-12, equipo en el que anotó 6 goles en 14 partidos. Ricardo Steer, delantero nacido en Valledupar, después de 4 años en el fútbol costarricense, jugó en 3 equipos chinos entre 2009 y 2012, en los que firmó un total de 48 goles. Carmelo 'Tutunendo' Valencia jugó en el Tianjin Teda (2013-14), de primera división antes de pasar al Beijing BG de la división de plata, donde juega actualmente. El trotamundos colombiano Martín García (jugo en 22 en su carrera profesional), pasó por 3 clubes chinos, Nanchang Bayi, Shanghai Donghai y Tianjin Songjiang. Juan Gilberto Núñez, volante cafetero, jugó 9 partidos en el Harbin Yiteng en 2015 y marcó 3 goles. Y, después de ganar la Bota de Oro con Junior de Barranquilla, el atacante Luis Carlos Ruiz actuó en 2014 en Shanghai Greenland Shenhua y hoy en día milita en el Atlético Nacional de Medellín.

Como sea, la danza de los millones en la Super Liga de China ya incluye a importantes referentes del fútbol colombiano, y está llamada a concitar atención también en el Cono Sur del globo.