BOSTON (Enviado especial) -- La mejor Selección de las Eliminatorias sudamericanas y un equipo que sumaba nueve victorias consecutivas. El sorteo de la Copa América Centenario no fue benévolo para Venezuela, que llegaba tras un cambio de entrenador y en el último lugar de la clasificación mundialista. Nadie creyó que la Vinotinto podría lograr la clasificación de forma invicta y con sólo un gol en contra, pero un triunfo histórico contra Uruguay y un empate que estuvo a punto de ser victoria ante México le dio el pasaje a cuartos de final.
Justo cuando algunos pensaban que el fútbol venezolano daría pasos atrás después de una evolución de varios años, llegó esta campaña que puede marcar un nuevo rumbo. La llegada de Rafael Dudamel impulsó la moral del un plantel que ya no creía en sí mismo y que hoy está ante la extraordinaria oportunidad de eliminar a la Argentina de Messi de una competencia internacional.
Tras la salida de Noel Sanvicente, Dudamel no realizó modificaciones estructurales en la lista de convocados, pero sí logró que sus jugadores recuperaran la confianza propia y volvieran a creer en sí mismos. Eso, para un Seleccionado que ya tenía jerarquía individual como este, es muy importante. Por eso, hoy creen que el sueño de repetir la actuación de 2011 y llegar a semifinales no es imposible.
En los primeros tres partidos del certamen, Venezuela se mostró como un quipo muy duro, con buen juego defensivo y ordenado. Sin dudas, frente a Argenina buscará repetir esas virtudes, ya que no saldrá a buscar el golpe por golpe. Utilizaría un sistema 4-4-2, con Tomás Rincón como doble cinco, que le da la posibilidad de cerrarle los caminos a un adversario que sí irá a buscar el resultado desd el inicio.
Frente a Argentina, la Vintotinto mantendría la base y los nombres de la primera fase. Salomón Rondón lo dio a entender en conferencia de prensa: "Nuestra base es una buena estructura defensiva, con un buen planteamiento táctico en la cancha. Argentina es un rival muy fuerte pero estamos convencidos de poder hacer un partido muy disputado".
Daniel Hernández es uno de los arqueros menos vencidos del torneo y uno de los pilares de Dudamel en este ciclo. Roberto Rosales, el conocido Oswaldo Vizcarrondo, el juvenil Wilker Ángel y Rolf Feltscher conforman una línea de cuatro aguerrida y con una mezcla justa de experiencia y juventud. Además, los laterales pueden sumarse al ataque por sorpresa.
En el mediocampo estarían Alexander González en una banda, Adalberto Peñaranda y Rincón en el centro y Alejandro Guerra por la otra banda. Arriba, jugarán Rondón y Josef Martínez. En la conferencia previa al partido, Gerardo Martino dijo que Venezuela "tiene jugadores dotados técnicamente como para jugar al ataque, pero si retroceden también tienen la posibilidad de salir rápido con los volantes externos. Es algo que debemos tener en cuenta".
Rincón maneja los tiempos y es el amador del equipo. Parte desde atrás pero llega y juega suelto cuando Venezuela tiene la posesión. Martínez también puede retroceder y juntarse con los volantes, pero es uno de los principales encargados de terminar las jugadas. De todos modos, la referencia de área es Salomón y es él quien debe ser controlado por los centrales Nicolás Otamendi y Ramiro Funes Mori. A Rincón deberá tomarlo Javier Mascherano.
Está claro que la Albiceleste es el favorito en este partido, pero deberá cuidarse y ser paciente para encontrar los espacios frente a un adversario que aprendió a cerrarlos y encontró virtudes que pueden hacer la diferencia en un campeonato de este tipo. Ya lo sufrieron México y Uruguay y Argentina tendrá que minimizar al extremo los riesgos para cumplir los pronósticos y meterse entre los cuatro mejores de América.