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Argentina y Francia, mis candidatos

ESPN.com/Getty Images

PARÍS -- Las mejores selecciones del mundo han estado compitiendo este mes a ambos lados del Océano Atlántico: unas en la Copa América, otras en la Eurocopa. Y con distintos calendarios, ya que mientras que por un lado ya se acercan las semifinales, por el otro todavía no terminó la fase de grupos.

Sin embargo, en cada competencia tengo identificado un claro favorito, y en ambos casos, más allá del sentimiento que me une a los dos, creo que son los argumentos futbolísticos los que me llevan a elegirlos. Estoy hablando de Argentina y de Francia, por supuesto.

En el caso de América, a esta altura se hace todo más sencillo. No solamente porque siguen cuatro en carrera y ya quedaron afuera varios equipos complicados, como Brasil, Uruguay y Paraguay en primera fase y México en cuartos. Pero de quienes siguen, Argentina es el único que ganó todos sus partidos y que además lo hizo siendo claramente superior a todos sus rivales, incluso cuando no hubo tanta diferencia en el marcador, como fue en su debut ante Chile.

Puede que, más allá de la cantidad de goles que marcó, Argentina no haya sido tan categórica, pero lo que hizo le alcanza y sobra para ser la mejor selección de las que aún compiten por el título. Le sobran los nombres de primera categoría, sobre todo en ataque, como lo muestra que Agüero arranque en el banco, que Lavezzi juegue muy poco, que no tenga a Pastore y Di María que siguen lesionados y que ni Icardi ni Dybala ni Tevez formen parte del plantel.

Claro que, a falta de varios, tiene a uno que compensa: jugar con Messi es siempre una ventaja extra. Pese a todo lo que se lo critica cuando juega para Argentina, y sabiendo que en nuestro continente las marcas son mucho más agresivas que en Europa, Messi igual se las ingenia para inventar algo en el momento menos pensado y ser factor de desequilibrio permanente.

El punto débil de Argentina es no tener una formación capaz de controlar el ritmo y la posesión cuando se lo necesita. Eso quedó expuesto contra Venezuela, cuando ganando por dos goles en el primer tiempo, sufrió varias llegadas e incluso podría haberse ido al descanso con una ventaja mínima, si no fuera por un penal desperdiciado.

Cuidado, porque un equipo con más personalidad va a aprovechar ese déficit. El partido con Estados Unidos se le puede complicar si pasa el tiempo y Argentina no anota, porque enfrente tendrá a un seleccionado veloz y preparado para contraatacar, aprovechando los espacios que dejan los equipos que no tienen pausa ni calma para elaborar su juego.

En la otra semifinal, Chile llega envalentonado tras un 7-0 histórico ante México. Un México que, hasta entonces, de la mano del colombiano Osorio, había sido de lo más prolijo de la Copa.

Pero su sistema, de juego, a cara o ceca, lo pone muchas veces en la cornisa. Y más contra un equipo con delanteros veloces como lo es Chile, que aprovechó todas las ventajas y debe estar todavía asombrado de lo fácil que les resultó liquidar un partido único, de esos que se da una vez en un millón.

Colombia, por su parte, fue superior a Perú, pero no lo pudo plasmar en el marcador y recién consiguió marcar diferencias en la definición por penales. Ahora tendrá que confirmar lo que viene insinuando ante un Chile que llegará envalentonado y pleno de convencimiento tras la demostración de cuartos.

Una última palabra para un Brasil del que venimos hablando mucho de 2014 para acá. Es cierto que esta vez le tocó estar del lado equivocado de los fallos arbitrales, así como otras veces resultó favorecido. Pero lo que importa es algo que venimos diciendo hace tiempo: tiene un problema enorme de calidad de jugadores, sobre todo adelante, como lo muestra el hecho de que se fue de la Copa habiendo marcado goles solamente en uno de sus tres partidos y ante el equipo más flojo del torneo.

DEL OTRO LADO DEL OCÉANO
Mientras tanto, en Europa el torneo recién va tomando color. No hubo todavía tiempo para que aparezca un gran equipo ni para los grandes partidos (con una excepción quizás), en un torneo que hasta ahora fue demasiado lógico y calculado.

En esa paridad, creo que Francia marcha un par de pasos adelante, con Italia y España como amenazas. Lo del seleccionado local empieza por, justamente, su condición de tal, un plus que siempre suma y que, en el caso de los franceses, le ha significado en su historia dos de sus tres grandes títulos (la Euro 1984 y el Mundial 1998).

Es cierto que a Francia le costó ganar sus dos primeros partidos y empató sin goles el tercero, sin haber mostrado aún contundencia adelante. Pero eso es consecuencia de no haber encontrado todavía el funcionamiento deseado en el mediocampo, lo cual afecta su entrejuego. De a poco, creo que eso irá cambiando, sobre todo si Deschamps repite con Pogba por izquierda, como lo hace en la Juventus. Contra Suiza apareció en su mejor versión, llegando con peligro, mientras que cuando jugo a la derecha no fue desequilibrante.

Mientras tanto, Francia va sacando adelante sus partidos; con trabajo, es cierto, pero el correr del torneo le permite al DT ir encontrando el equipo, aun cuando haya ido rotando sus jugadores al tener un plantel de nivel parejo en el que no se notan las diferencias entre el que entra y el que sale.

Algo positivo ya se ha visto: la defensa, que era de lo más cuestionado, empezando por el capitán Evra, se mantuvo casi intacta y se consolidó. Y eso suele ser clave en estos torneos, donde el equipo se arma de atrás para adelante y lo demás viene solo pensando en que, cuando llega la etapa de eliminación directa, no se puede dar ninguna ventaja.

Por detrás vienen una Italia que ganó sus dos partidos de manera convincente, en un grupo que es "el de la muerte", y España, que mejoró muchísimo con una actuación muy importante ante un rival siempre complicado como Turquía. Inglaterra remontó un partido clave ante Gales pero antes había dejado escapar los tres puntos ante Rusia, con lo cual no tiene nada seguro, a Alemania todavía hay que esperarla, pero nunca descartarla, y Portugal quedó en una situación muy difícil.

Para terminar, quiero resaltar el partidazo que jugaron Croacia y República Checa, de igual a igual y con una tremenda actitud. Croacia había sido más hasta que sus seguidores interrumpieron el partido, y al retomar se descuidó, permitió dos goles y dejó escapar la victoria, lo cual le complica sus chances.

Pero fue el tipo de partido que esperamos ver a partir de ahora, que se definen los grupos y empieza lo mejor: Menos lógica, menos estudio y más actitud para ir a buscar el arco de enfrente y salir a ganar.

Felicidades.