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Messi admite que una nueva derrota ante Chile sería una "gran decepción"

HOBOKEN, N.J. -- Lionel Messi confrontó ayer. Una audiencia cautiva. Casi todos endiosándolo. El mejor del mundo, pero, como lo aceptó, en deuda aún con su selección argentina.

Y habló. Más allá de lo que dijo, cómo lo dijo. Distinto del Messi que compareció antes de la Final en Brasil 2014 y en Chile 2015. Con aplomo.

Y puso a temblar a la AFA. Y si Chile lo escuchó, posiblemente también. El tipo huidizo, corto, tenso, de anteriores torneos, parece haber asumido su rol protagónico.

Reconoce que se precipitó al reclamar en su cuenta de Instagram la negligencia de la AFA en la logística, al desatender la importancia de los traslados.

“Tal vez lo hice por la ansiedad de que ya queríamos concentrarnos en la Final. Estamos muy cerca de poder ganar esta competencia y no podemos descuidar, ni dar concesiones, ni descuidarnos”, subrayó Leo.

Pero, afirma, hay más qué decir de cosas que no se hacen bien, según comentó.

“Lo haré después de jugar la Final (este domingo, de la Copa América Centenario, ante Chile)”.

Con distintas nacionalidades, con distintas entonaciones de voz, con diferentes acentos, llegó un cuestionamiento como común denominador: ¿Ahora sí o esta vez tampoco? Claro en referencia a las dos finales jugadas, ante Alemania y ante Chile, en el Mundial y en la Copa América.

Primero descarta el universo de culpas que se encierran en la palabra fracaso. De hecho, puntualiza que no ganar la Copa América Centenario “sería una gran decepción, pero no un fracaso”.

“Llegar a tres finales consecutivas es muy importante, por eso digo que sería decepción, pero no fracaso”, añadió.

Explica que ahora juega con absoluta libertad en la cancha. Él elige la zona y los rumbos. Es el técnico de sus propios quehaceres en la cancha. Y lo celebra.

“Puedo elegir dónde ubicarme, dónde apoyar al equipo, pero lo importante es que la selección ha mejorado, ahora incluso hacemos mejor trabajo en defensa, hay más apoyo, nos hacen menos daño”, indica el jugador que suma ya 40 títulos en su carrera, en un recuento que se hace este viernes que ha llegado a 29 años de vida.

Acepta el reto. “Quiero ganar la Copa América, quiero ganar esta copa de aniversario. No sé si sea la última oportunidad que tengo de darle un título a mi selección, pero estoy muy concentrado en ganarla”.

“Tengo la posibilidad de consagrarme y de conseguir esa copa tan deseada para nosotros, como jugadores y por todos los argentinos”, añadió.

“Quiero ganarla no porque me falte a mi como título, sino por la trascendencia de la Copa, porque es la tercera Final consecutiva y es el momento de cambiar la historia ganándola”, agregó.

Asegura que los espectros del pasado, esas finales perdidas en Brasil 2014 y en Chile 2015, las han ido dejando a una lado, incluso con el apoyo psicológico eventual.

“Se trata de olvidarnos de lo que paso (en Brasil y en Chile). Olvidarnos de las finales que no pudimos ganar. Concentrarnos en intentar ser campeones. Es una nueva oportunidad la que tenemos. Entonces estamos pensando sólo en esta Final, y no en lo que venimos arrastrando”, puntualizó Lionel Messi.

Estipula Lionel Messi que con una Argentina que ha tenido un buen torneo, y un Chile que ha ido mejorando, espera una Final intensa, pero descartó que los chilenos puedan usar la violencia para tratar de ganar la Final, sino que recurrirán estrictamente al futbol.

“Creo que este partido se va a parecer muchísimo a la Final de la Copa América pasada, además porque creo que las dos selecciones, tanto Argentina como Chile, llegan ahora en el mejor momento”, indicó.

Afuera del albergue de la Selección de Argentina, un centenar de aficionados, la mayoría ataviados con la camiseta argentina, gritaban felicitaciones a Messi por su cumpleaños, y coreaban su nombre, detrás de unas barreras metálicas custodiadas por policías latinos de la ciudad de Hoboken.

Argentina entrenará mañana por la tarde después de la conferencia de prensa de su técnico, Tata Martino.