<
>

Cambia, todo cambia

Lodeiro marcó el gol del triunfo de Boca, que le dio el pasaje a octavos. Fotobaires

BUENOS AIRES -- Era una final. El que ganaba, pasaba de ronda. El que perdía, tenía que esperar el resultado de esta noche entre Deportivo Cali y Bolivar para empezar a sacar cuentas.

Y fue Boca el que se terminó llevando los tres puntos: cortó la racha adversa contra Racing, le ganó en el Cilindro y a una jornada del final respira tranquilo. Si vence a Cali de local, se asegurará el primer puesto.

Algo impensado hace un par de fechas nada más, cuando el equipo no ganaba, generaba dudas y miraba desde muy atrás la chance de avanzar a octavos de final.

La derrota, inesperada por el presente de la Academia, y porque Boca había perdido cinco de los seis partidos contra los de Avellaneda, abre interrogantes en Racing.

Los de Sava estarán ahora con la oreja parada, mirando cada detalle del choque entre colombianos y bolivianos.

Y se dio uno de los peores escenarios porque Bolívar empató con Cali de visitante. El empate entre Cali y Bolivar, en tanto, obliga a los bolivianos a ganar en la última fecha y por varios goles de diferencia. Claro, Racing, sacando un punto en la altura, estará en octavos más allá de cualquier otro resultado.

Para Boca, este triunfo puede marcar un antes y un después. Porque en un partido decisivo demostró que puede superar las presiones y mostrar lo que se le viene reclamando: personalidad.

Contra Racing, se vio lo mejor de los jugadores más experimentados: Cata Díaz, Gago y Tevez jugaron en un gran nivel. El xeneize depende de ellos y mucho para lograr cosas importantes. También, contó con el aporte de los más chicos, como Cubas y Pavón.

¿Racing? Retrocedió varios casilleros: la apuesta de Sava de poner tres delanteros (Milito, Bou y López) esta vez no dio los frutos de otros partidos, ya que pese al potencial en ataque casi no generó situaciones de gol.

Y con poca marca en la mitad del campo de juego, volvió a sufrir en el fondo. Es saludable la intención del DT, pero deberá ajustar las piezas para tratar de poner en cancha un equipo más compacto, que no deje tantos espacios para que los aproveche el rival. En este esquema, es clave que los de arriba marquen la diferencia.

Hace pocos días era Boca el más comprometido. Ganar en Avellaneda no parecía una misión sencilla, pero lo consiguió. Y ahora, Racing llega a la fecha final con una presión inesperada.

Encima, post fecha de Copa, se vendrán los clásicos, River para Boca e Independiente para Racing. Seguramente serán los Xeneizes los que lleguen más tranquilos, y la Academia la que tenga más desgaste en sus jugadores.

Así, simplemente, es el fútbol.