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¿Vale el punto?

El volante de la Academia fue titular también en la ida ante los brasileños en el duelo que terminó 0-0 Télam

BUENOS AIRES -- Noche fría en el Cilindro de Avellaneda. Tan fría que en las tribunas, el café caliente fue tan protagonista como el gorro y la camiseta celeste y blanca.

La gente de Racing despidió al equipo con aplausos y con sensaciones encontradas, consciente de que pudo haber ganado el partido, pero que también pudo haberlo perdido.

Atlético Mineiro fue un rival durísimo, que trató de jugar de igual a igual y por momentos lo logró. En una semana, la Academia deberá jugarse la clasificación en Brasil.

Empatando (por un gol o más) o ganando habrá pasado a cuartos; la igualdad sin goles le dejará la chance de los penales. Con una derrota, obviamente, se despedirá de la Copa.

El punto, en principio, no es para despreciar. Sobre todo por la jerarquía del rival. Y no haber recibido goles le deja un plus para la semana que viene. Sin embargo, habrá que tener en cuenta un dato importante: el Mineiro ganó los tres partidos jugados de local y sin recibir goles (venció a Independiente del Valle 1 a 0, a Colo Colo 3 a 0 y a Melgar 4 a 0).

Racing, por su parte, no perdió lejos del Cilindro: empató los tres partidos, ante Boca, Deportivo Cali y Bolivar.

Lo que dejó en claro el partido de anoche, es que la Academia está perdiendo la frescura y la potencia que hasta hace poco era la marca registrada de mitad de cancha hacia adelante.

Las goleadas del conjunto de Facundo Sava ya forman parte del pasado. El equipo perdió poder ofensivo, y el DT está dispuesto a sacrificar potencial arriba a cambio de mayor solidez defensiva.

Así, ante los brasileños, Lisandro López fue el único punta, con Romerito, de lo mejor del local, acompañando en la creación: Roger Martínez ingresó en el segundo tiempo y Milito se quedó en el banco.

De todos modos, a favor del DT, hay que decir que este Racing está mejor parado en la cancha. Sufre menos en defensa, pero genera menos en ataque. Lógico.

Contra Mineiro tuvo varias chances para ganarlo: la más clara fue el remate en el travesaño de Licha López, y sobre la hora, el cabezazo de Vittor que se fue apenas por arriba del arco. Ah, y el gol que en el primer tiempo le anularon a Grimi por posición adelantada, cuando estaba habilitado.

El rival tuvo también sus oportunidades, y muy claras, sobre todo en el segundo tiempo y de contra: un remate de Pratto que se fue cerca del travesaño, un mano a mano que tapó Saja y una entrada de Robinho, que solo ante el arquero la mandó apenas desviada. El "ping pong", en definitiva, quedó bastante parejo.

Lo cierto es que la llave está abierta. El Mineiro demostró ser un buen equipo y Racing no la tendrá fácil en Brasil. Habrá que esperar una semana para saber si el empate sirve, o terminó siendo muy poco ante un rival de jerarquía.