Fútbol Americano
Washington Cucurto 8y

No hay papelón

BUENOS AIRES -- Llueve en Buenos Aires. Una noche para el olvido. Con varias profesoras de literatura, tenemos una experiencia extrema: ir a ver a Boca a un bar de la calle Olavarria. El barrio está convulsionado, pese a la lluvia, muchas personas caminan alentando al equipo del barrio.

Todo indica que será un trámite para Boca Juniors. Pero el partido se complica. Las profes que están conmigo no sé si comprenden lo que pasa. Boca acaba de ser eliminado del torneo más importante del mundo: la Copa Libertadores. Pero es evidente que a ellas, no les importa el fútbol, sino todo lo que sucede en la calle, como reacciona el barrio ante la derrota y el sentimiento tristeza que se apodera del bar. Silencio total.

“Cucu, ¿por qué la gente se pone tan triste?”, me pregunta una profe y no sé qué decirle. ¿Cómo explicarle las sensaciones que transmite el fútbol? ¿Cómo expresar con palabras por qué lloro? No se puede... El deporte de la pelotita, se siente o no se siente.

Salimos del bar y garuaba como un tango. De pronto, como si fuese parte de la letra melancólica de un tango, por las calles de La Boca, me volví solo. Ya se hablaba de fracaso, de papelón. Boca Juniors jugó bien y fue superado con un rival más inteligente, eso es todo.

Perder es parte del juego y no es ninguna vergüenza. Dicen que Tevez jugó su peor partido. Pero, ¡cuántos partidos gloriosos jugó! ¿Nos vamos a quedar pensando en una mala noche? Francamente, tampoco creo que Tevez jugó mal, simplemente no encontró alternativas ante un sistema de juego muy bien planteado por el rival.

Esto sí: no me gustó el comentario despectivo del técnico de Boca. Boca perdió porque fue superado y eso lo obligó a cometer errores. Independiente del Valle es un gran equipo, con individualidades que aportan para el grupo, le dan su toque de talento al conjunto y así debe ser.

Se habla de Boca Juniors, a todos nos duele (salvo a las profes). Pero, ¿por qué no valoramos que perdimos ante un rival superior? El fútbol es una cantera infinita de experiencias. Veron, un jugador distinto, con cosas de Carlos Tevez cuando era joven, es una de las estrellas de la Copa. Lo único diferente de este equipo del Mellizo.

Boca se quedó en la puerta de una nueva final de Copa. Pero no tiene nada que lamentar, metió con todo y perdió ante un equipo que hizo mejor las cosas. No hay que culparse de nada. En el fútbol, como ya dije antes, se puede ganar o perder. Pero interpretar una derrota como un papelón, me parece una falta de respeto a los jugadores. La crítica cuando no es medida, se vuelve poco seria.

Habrá que seguir trabajando y mejorar los errores (y no pensar que los rivales no juegan).

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