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El mejor momento del fútbol colombiano

BUENOS AIRES -- La consagración de Nacional en la Copa Libertadores 2016 no es un hecho aislado. Forma parte de uno de los mejores momentos de la historia del fútbol colombiano, que se completa con la gran actuación de la Selección en la última Copa del Mundo y el título de Santa Fe en la Copa Sudamericana. Sin embargo, más allá de esas conquistas tan importantes, este presente trasciende los resultados.

A fines de la década del ochenta, Colombia hizo su aparición en el mundo del fútbol. Hasta aquellos años, la Selección sólo había disputado un Mundial (Chile 1962) y los clubes nacionales habían provocado alguna que otra sorpresa aislada, como el subcampeonato sudamericano de Deportivo Cali en 1978. La generación de Carlos Valderrama, René Higuita y Freddy Rincón fue la primera que demostró la capacidad del futbolista colombiano. Sin embargo, sólo sumó un título en la Copa Libertadores y una participación en octavos de final de un Mundial. Estos logros ya fueron mejorados en la actualidad.

Fue Atlético Nacional el club fundamental de aquella época y es también el más importante de esta. Con Pacho Maturana como cabeza visible, el equipo paisa logró lo que no había podido América de Cali en tres oportunidad: ganar una Libertadores para Colombia. Luego, la base de aquel plantel, llevó a la Selección a superar la fase de grupos en Italia 1990. Tras el histórico 5-0 sobre Argentina en 1993, la potencia de aquella generación disminuyó pese al segundo puesto de Nacional en la Libertadores 1995.

Hoy, Colombia tiene al campeón de la Sudamericana, al campeón de la Libertadores, a la cuarta Selección según el Ránking FIFA, a un campeón de la Champions League, jugará los Juegos Olímpicos después de 24 años y cuando con varios representantes en los mejores clubes de Europa. Esto no puede ser casualidad.

El gran momento actual tiene que ver con varias cuestiones: la gran cantidad de buenos jugadores jóvenes que surgieron; la capacidad de algunos entrenadores colombianos; la llegada de José Pekerman a la Selección y un cambio de mentalidad que de a poco se puede ver en todo el fútbol cafetero.

Es difícil marcar una fecha para el comienzo de este cambio positivo, pero se puede decir que el arribo de Pekerman a la Tricolor fue el hecho más significativo. Se debatió durante años la posibilidad de que un extranjero se hiciera cargo del Seleccinado y muchas veces esa opción fue descartada. Sin embargo, cuando se decidió, fue celebrada por hinchas y jugadores. El DT argentino revolucionó a toda Colombia con su capacidad y su organización, clasificó a un Mundial por primera vez desde 1998 y metió al equipo entre los ocho mejores del mundo, con triunfo sobre Uruguay en el Maracaná incluído.

El fútbolista colombiano empezó a creer en sus capacidades y eso lo potenció en Europa. Hoy, no es extraño ver a un delantero cafetero como goleador en una liga importante y hasta peleando por el Balón de Oro. Lo hicieron Falcao y James hace un par de años y lo volverán a hacer, ellos o alguno de sus compatriotas.

Luego, dos técnicos nacionales también son fundamentales en este presente: Juan Carlos Osorio y Rueda. Los últimos DTs de Nacional son líderes positivos y también han aportado para que los equipos colombianos se muestren más sólidos y confiables. Ellos dirigieron a muchos de los que hoy forman parte del Seleccionado y formaron al actual campeón de América.

Ahora, lo más importante será mantenerse en este nivel. Pelear mano a mano con argentinos y brasileños ya es un éxito, pero más lo es seguir creciendo desde esas victorias. La Selección supo reinventarse tras la Copa América de Chile y el tercer puesto en la Centenario es un gran resultado. Nacional pudo superar lo hecho por Santa Fe y ganó el título más importante de América. Ahora, tiene la oportunidad de hacer historia en el Mundial de clubes. Es un paso más que el fútbol colombiano está en condiciones de dar.