LOS ÁNGELES -- Nietzsche lo explica mejor: "Lo que no te mata te fortalece". Y Joseph Blatter ha salido fortalecido. Reelecto e ileso. Impune e inmune. Descarapelado, apestado, pero indemne, incólume.
Como la bestia que es perseguida, aprende del cazador, y entonces la bestia se vuelve más astuta que el cazador.
Hoy Blatter, sobreviviente, está mejor preparado para evitar ser cazado. Hoy, manteniendo el poder, sabe los puntos vulnerables de su entorno, y conociendo los objetivos y los métodos y las alianzas del FBI, el suizo, está mejor preparado que nunca para defenderse y contrarrestarlos.
Hoy Blatter sabe que tras las elecciones en primera ronda, tiene 73 que hipócritamente hasta hace una semana, le besaban la mano, y que hoy están dispuestos a traicionarlo. Y sabe que cuenta con 133 aliados, algunos seguramente sinceros, otros que son sus cómplices, y a los que también tiene bajo control.
Y sabe el presidente de la FIFA que su tarea inmediata es detectar a los 73, la mayoría en Europa, otros más en Concacaf y Conmebol. La venganza más sabia no es eliminarlos, sino maniatarlos, comprometerlos, y hasta sobornarlos sin un cohecho descarado.
¿Los otros 133? Serán sus escuderos, sus guardaespaldas, sus cómplices, sus espías. Cierto, el voto fue secreto, pero no hay secreto que guarde un voto.
Ojo, que quede claro: los 133 que respaldaron al suizo, están más cerca de ser considerados culpables que inocentes. Y los 73, seguramente, muchos, son culpables, que quieren parecer ser inocentes.
Y en eso, indemne, Blatter también se fortalece. Hoy sabe que los peligros lo asaltan. Hoy tiene identificados a sus dos enemigos: los de fuera, la justicia estadounidense y -tal vez-la suiza, y claro, los enemigos al interior, esos 73 que le encendía incienso, y que este viernes 29 de mayo quisieron encenderle una hoguera de leña verde y arrojarlo dentro. Pero fallaron.
Hoy Blatter sale victorioso. En los comicios, en las urnas, y ante la guerrilla desatada por Michel Platini y Alí Bin Al Husseim. Porque retiene el mando y además retiene el poder para lenta, astuta, subrepticiamente, aniquilar a los insurgentes europeos.
¿Habrá una venganza desmedida por parte de Blatter? Aún las bestias entienden que al eludir el peligro del cazador, el instinto de conservación, el afán de supervivencia es más sabio y seguramente, insisto, tratará de anularlos y neutralizarlos. Seguramente no pisará con su bota al que intentó pisotearlo con su voto.
¿O alguien mete las manos al fuego por los dirigentes de Concacaf y Conmebol que votaron contra él? ¿No tendrán esqueletos en sus armarios Justino Compeán, Sunil Gulati y quien usted mencione de esas comarcas del tercermundismo?
¿Habrá menos corrupción en FIFA? Blatter ha sido advertido. Ahora vive en una casa de cristal. Ahora ya no podrá ofrecer de nuevo la patética explicación de que "no puedo controlar todo lo que pasa en FIFA", para justificar que había tráfico de intereses y dinero bajo sus narices.
Y seguramente como un paso inicial para tratar de recuperar la credibilidad para él y para la FIFA, hará el anuncio, en unas semanas o meses, de que el Mundial 2022 le es retirado a Catar, y que se abrirá a un nuevo concurso, y puede anotar usted que esa competencia la será asignada a Estados Unidos, especialmente para tratar de apaciguar los ímpetus vindicativos de Sunil Gulati, el ingeniero detrás de esta embestida del FBI y la justicia Suiza.
Pero, Blatter también sabe que tiene una fecha de abdicación. Y que de aquí a entonces, tendrá que dejar lo más higiénico posible su paso por FIFA y tratar de heredar el mando del organismo a quien más le convenga.
¿El futbol de cancha? Ese ha permanecido intocable, más allá del amaño de partidos, un delito ante el que FIFA ha estado poco activo, pero que, seguramente, en otro afán de lavarse la cara, comenzará a tomarse en serio.
Sí, Blatter ha salido victorioso y fortalecido. La impunidad y la inmunidad siguen de su lado. La bestia es hoy más sabia, más astuta que sus cazadores.