BUENOS AIRES -- La salida de Fabio Capello de la Selección de Rusia sorprendió no por inesperada, sino por la enorme inversión que había hecho la Federación anfitriona de la próxima Copa del Mundo para tener a un entrenador de nivel internacional como líder del proyecto. Pero los pésimos resultados en las Eliminatorias rumbo a la Euro hicieron inevitable un cambio.
Hoy, Rusia ocupa el tercer lugar de su grupo y si finaliza en esa posición debería jugar un repechaje para clasificar a la Eurocopa de Francia 2016. Es superada con amplitud por Austria y Suecia y sólo está por encima de Selecciones menores: Montenegro, Liechtenstein y Moldavia. Esto, sumada a la mediocre campaña en Brasil 2014, precipitó la salida de Capello.
Se especuló con la llegada de otro nombre rutilante, pero finalmente quien se hizo cargo del conjunto ruso fue Leonid Slutksi, un entrenador sin antecentes como futbolista pero con muchos logros en el fútbol ruso desde la dirección técnica. Aunque su contrato finaliza tras la Euro, si hace un buen trabajo tendrá su oportunidad en el Mundial, que es lo que más importa a los rusos.
Slutski nació en Volgogrado en 1971 y su carrera como arquero finalizó cuando solo tenía 19 años por una insólita lesión sufrida cuando se cayó de un árbol mientras intentaba rescatar al gato de un vecino. Desde ese día, se dedicó al fútbol desde otro lugar.
Debutó como entrenador en 2005, cuando se hizo cargo de FC Moscú, un club hoy desaparecido. Obtuvo aceptables resultados y dos años después pasó a Krylia Sovetov, donde también estuvo casi dos temporadas. En 2009 lo contrató CSKA Moscú para reemplazar a Juande Ramos y allí se ganó el prestigio que lo llevó al conjunto nacional.
Ganó dos Ligas, dos Copas y dos Supercopas. Logró formar un equipo sólido, confiable y capaz de pelearle a los mejores en Europa. Ahora, buscará trasladar esas virtudes a la Selección, aunque no dejará de dirigir al club moscovita. Sí, algo poco común en el fútbol internacional.
Hace poco, afirmó que sólo convocará a un futbolista que se desempeña fuera de Rusia: Denís Chéryshev. El resto del plantel estará formado por jugadores de la liga local. Según la agencia EFE, Slutski reconoce que el país carece de estrellas de nivel mundial, aunque cree que la calidad de los futbolistas es suficiente para clasificarse, aunque sea para la repesca como uno de los mejores terceros de grupo.
A pesar de que el Mundial es un objetivo imposible de desestimar, el nuevo seleccionador afirmó que no piensa en hacer experimentos de cara a 2018, porque su único objetivo hoy es la Euro.
Tras casi diez años de técnicos extranjeros, los dirigentes rusos decidieron volver a darle la confianza a un compatriota. Ahora dependerá de él convertirse en el primer entrenador mundialista.