PRAGA -- Eslovaquia se reconcilió el jueves con sus jugadores, tras una semana de malestar y tensión, en la que el equipo de Vladimir Weiss recibió instrucciones de completo mutismo ante la prensa.
"¡Eliminamos a los campeones! ¡Arrivederci, Italia!", festejó el diario sensacionalista Novy Cas. "¡Lo increíble es una realidad! Los eslovacos avanzar a octavos", continuó el vespertino.
"Los futbolistas dan un 'shock' a los italianos y están en octavos de final", titula el influyente diario Sme, en su edición digital, tras el histórico pase a octavos de final, en la primera vez que Eslovaquia participa en una Copa del Mundo.
El mismo rotativo dudaba la víspera de la capacidad de este equipo novato de superar a los de Marcelo Lippi.
"La derrota de Eslovaquia está pactada. A cambio del traspaso de jugadores a Italia", titulaba el miércoles una de sus crónicas.
Y es que la humillante derrota por 0-2 ante Paraguay, no tanto por el resultado sino por el bochornoso juego que ofrecieron los eslovacos, hizo saltar todas las alarmas. Todos esperaban mucho más.
En la rueda de prensa del lunes pasado, Weiss se enzarzó con un periodista de la cadena de televisión Markyza, al que llegó a mostrar los puños de forma amenazante e insultó de forma soez, cuando el reportero preguntó acerca de los fallos cometidos en el encuentro. La rueda de prensa duró apenas 40 segundos.
Los ánimos ya estaban calientes tras el empate 1-1 con Nueva Zelanda, partido que estaba ganado en el tiempo regular, y en el que los oceánicos arañaron un empaten en el descuento.
Los titulares de los medios no ahorraron desde entonces en críticas al colectivo que capitanea Marek Hamsik, el mediocampista del Nápoli, y que el jueves volvió a tener una actuación discreta, si bien sirvió a Robert Vittek el segundo gol.
"Nos hemos preparado bien para los italianos. Todos mis pupilos han jugado por encima de sus posibilidades. Hemos mantenido bien el balón, hemos sido rápidos hacia arriba, y cada jugador tuvo una actuación excelente", dijo Weiss en declaraciones a la prensa eslovaca después del sensacional pase a octavos.