La historia de Alemania 1974

ALEMANIA 1974

Equipos: 16.

Equipos en Eliminatorias: 99.

Ausencias notables: Inglaterra, Francia, Hungría, España, Unión Soviética.

Sorpresas: Australia, Haití y Zaire.

Goleador: Grzegorz Lato (Polonia) 7 goles.

Estadísticas: Se marcaron 97 goles (2.55 por partido). Polonia (16) fue el más goleador.

Se disputó con un formato de cuatro grupos de cuatro equipos, con los dos primeros avanzando a una segunda ronda de dos grupos de cuatro equipos cada uno y los ganadores de éstos avanzando a la final.

Número de partidos jugados: 38.

Innovaciones
• La FIFA ordenó la confección de un nuevo trofeo, después de que Brasil se quedara con la copa Jules Rimet.

Controversias
• La Unión Soviética quedó afuera en la ronda final de eliminatorias tras rehusarse a jugar ante Chile, donde recientemente había ocurrido un levantamiento militar, con miles de seguidores del Presidente Salvador Allende, que había sido ejecutado en un estadio de fútbol, en las calles. Chile realizó el puntapié inicial, metió la pelota en el arco vacío y así se le dio el partido por ganado.
• Haiti, bajo el horrendo régimen de Papa Doc Duvalier, jugó su partido final de eliminatorias como local ante Trinidad y Tobago, a quien le anularon cuatro goles por supuestas posiciones adelantadas. La FIFA suspendió al árbitro.
• El defensor haitiano Ernst Jean-Joseph se convirtió en el primer jugador en la historia de los Mundiales en dar positivo en un control anti-dopaje. Fue llevado al hotel y recibió una paliza por parte de los dirigentes de su seleccionado.

Curiosidades
• El chileno Carlos Caszely fue el primer jugador en ver la tarjeta roja en un Mundial.
• El polaco Leslaw Cmikiewiez marcó un record, tras ingresar desde el banco de suplentes en seis partidos.
• El comienzo de la final fue demorado cuando el árbitro se dio cuenta de que las banderas de las esquinas y el centro de la cancha no estaban en su lugar.

Historia

A pesar de que fue su momento de gloria, México 1970 marcó el final de una era dominante por parte de Brasil, En Alemania 1974 el mapa del fútbol mundial había cambiado.

Mediados de los '70 fue la era del "fútbol total", con el Ajax holandés y el Bayern Munich alemán como mayores exponentes. Mientras que Holanda presentaba a figuras como Cruyff, Neeskens, Krol y Van Hanegem, y exhibía un estilo mucho más atractivo, los alemanes occidentales habían ganado la Copa Europea de Naciones en 1972 jugando un fútbol más pragmático, pero contundente. Dos años más tarde, quizás fueron un poco más defensivos, no basándose tanto ya en el mediocampista Gunter Netzer, pero manteniéndose como el único equipo con posibilidades de detener a la devastadora Holanda.

Brasil desperdició su poderío, jugando un poco atractivo fútbol "europeizado". Sin Pelé, Gerson ni Tostao, fueron afortunados de no perder ante Escocia en la ronda inicial, y apenas consiguieron pasar a la segunda ronda.

Holanda clasificó con facilidad, como se esperaba. A los alemanes occidentales no les resultó tan sencillo el pasaje, sufriendo una humillante derrota ante sus hermanos de Alemania del Este. Y sufrieron para vencer a Chile y Australia, que hacía su debut en Mundiales.

Italia fue el equipo grande en irse en primera ronda. Padecieron para vencer a Haití y fueron derrotados por Polonia en el último partido de la ronda inicial. Los polacos contaban con figuras como el arquero Jan Tomaszewski, el defensor Kazimierz Deyna y el goleador Gregorz Lato.
En la segunda ronda, Holanda entró finalmente en ritmo. Con Cruyff en su mejor nivel, masacraron a Argentina por 4-0, superaron fácilmente a los alemanes del este y luego establecieron definitivamente el nuevo orden del fútbol mundial tras una resonante victoria ante Brasil, con dos grandes goles de Neeskens y Cruyff, que pusieron a Holanda en la final.

El otro grupo fue mucho menos sencillo, ya que Alemania Occidental y Polonia eran fuerzas parejas, mientras que ante Suecia y Yugoslavia no representaban un gran desafío para ellos. La clasificación a la final se decidiría en el último juego de esa ronda, donde a pesar de una gran exhibición polaca Gerd Muller le dio la victoria a su equipo, en el minuto 76.

Fue la de Munich, entonces, una de las finales más esperadas en años. Pocos se atrevían a dar un pronóstico en un partido que para ambos países significaba mucho más que un duelo deportivo.

Parecía que los holandeses humillarían a los alemanes cuando en el primer minuto una enorme jugada colectiva terminó con Berti Vogts cometiéndole penal a Cruyff y Johan Neeskens los transformó en gol.

Después de ello, Holanda conservó el dominio de la pelota. Pero liderados por Beckenbauer, los locales mantuvieron la calma y fueron recompensados cuando una corrida de Hölzenbein fue detenida con infracción dentro del área por Wim Jansen y el árbitro Taylor marcó el penal. Los holandeses protestaron pero Paul Breitner igualó el encuentro en el minuto 25.

Dos minutos antes del entretiempo, los alemanes se pusieron en ventaja. El goleador Muler, en lo que sería su último partido internacional, convirtió con una perfecta media vuelta. Holanda luchó en la segunda etapa, pero no daría resultado, aún cuando Neeskens estuvo dos veces cerca de igualar, pero el arquero Sepp Maier se lo impidió.

Alemania Occidental había derrotado a su máximo enemigo y hecho trizas las esperanzas de éxito de un fútbol romántico, tal cual habían hecho en 1954 con los húngaros. Cruyff se automarginó de los Mundiales. Fue el último Mundial, también, para Beckenbauer.