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Estadio Soccer City (Johannesburgo)

Nombre First National Bank Stadium/Soccer City

Ubicación
Año de finalización 1989
Costo US$310.000.000
Capacity 94.700
Sede de los clubes: Kaizer Chiefs
Trivia La parte externa del estadio fue diseñada para tener el aspecto de una calabash, o cuenco africano.

Sede de la final de la Copa Mundial de Rugby 1995 (en la que Sudáfrica abrió una nueva página en la historia al derrotar a Nueva Zelandia y Nelson Mandela vistió una camiseta verde de los Springboks para presentarle el trofeo al capitán local Francois Pienaar), el Ellis Park es un templo del rugby pero no es ajeno al fútbol, por ser la sede de los Orlando Pirates.

Dónde ir, qué ver
Durante un excitante mes este verano, Johanesburgo ser transformará en la capital del fútbol del planeta.

Además de los partidos en el Ellis Park, Soccer City (conocido también por su nombre oficial de First National Bank Stadium) en la famosa sección sudoeste de Soweto será anfitrión del partido inaugural, la final, y otros cuatro partidos de grupos, además de uno de octavos de final y otro de cuartos.

Johanesburgo es una ciudad enorme construida para andar en auto, pero uno debería ser cauto a la hora de manejar, debido a que el robo de automóviles es un hobby para muchos. No es buena idea andar en autos de lujo (los preferidos de los ladrones son los Mercedes y BMW), y se deben tomar precauciones básicas como mantener las puertas cerradas y las ventanas levantadas, estar atentos a las personas que se mueven cerca del auto, y ser particularmente cuidadosos cuando uno va y viene del vehículo, evitando mostrar cosas de valor.

A pesar de que los políticos de la ciudad ponen sus esperanzas en que el sistema de Tránsito Rápido de Autobuses lleve a los fanáticos a todas partes, la idea es proveer rutas exclusivas para esos vehículos, porque el camino es largo. Sin embargo, los conductores de minibuses, ansiosos por proteger sus ingresos, no están contentos con esos planes y amenazan con interrumpir el tránsito en protesta.

Los autobuses pueden ser útiles para los visitantes que van desde la terminal principal en Gandhi Square hasta Eloff Street hasta los bellos suburbios del norte como Melville, Rosebank, Parkhurst, Sandton y Melrose, donde se ubican la mayor parte de los hoteles de la ciudad.
Al llegar al aeropuerto, el Tambo International, el mejor modo de llegar a la ciudad es tomarse un autobús especial manejado por compañías como Johannesburg Airport Shuttle (Tel: 011 394 6902) o Magic Bus (Tel: 011 548 0822). Ellos ofrecen transportes puerta a puerta en toda la ciudad y pueden ser reservados en el edificio Parkade frente a la terminal, y el costo es entre $33 y $40 dólares estadounidenses. Los taxis desde el aeropuerto al hotel son bastante caros.

Fuera de la zona del estadio, la fiesta de la Copa Mundial en Johanesburgo se hará mayormente en la Fiesta de Fanáticos en la Plaza Mary Fitzgerald, que lleva el nombre de una sindicalista y activista local por los derechos de la mujer, en el barrio central de Newtown. De fácil acceso, este antiguo estacionamiento de vagones puede albergar hasta 50.000 personas y tendrá una pantalla gigante con transmisiones en vivo de los 64 partidos del torneo, con puestos de bebida y comida y entretenimiento para toda la familia.

Newtown, que ha pasado de ser una zona mal cuidada y anárquica a ser un lugar tranquilo y atractivo, es el lugar apropiado para la Fiesta de los Fanáticos. Vibrante y de mentalidad abierta, se ha transformado en el lugar de esparcimiento de la ciudad, con atracciones más que suficientes para mantener al visitante entretenido, alimentado y con buena bebida.

El Museo África en el norte de la plaza provee una fascinante visión de la historia de la nación y la ciudad. The Bassline (en la calle Henry Nxumalo) es el mejor lugar de Johanesburgo para la música en vivo, y cualquier fanático de fútbol que se precie de tal no querrá perderse la cervecería South African Breweries World of Beer, que ofrece un tour de 90 minutos en un edificio ubicado en la esquina de las calles Miriam Makeba y President.

Este distrito también ofrece una selección de bares, clubes, cafés y restaurantes por encima del promedio. Un restaurante que no deberían perderse es Gramadoelas en la calle Bree, una auténtica institución de la ciudad. No es barato, pero con su atmósfera refinada, su fantástico servicio y sus excelentes platos africanos y de la zona del Cabo, el lugar está en una liga aparte. Prueben el delicioso 'umngqusho', carne con legumbres y maíz, o el couscous de cordero.

Otro lugar que debe visitarse es Kapitan's en calle Kort, una excelente casa de platos de cocina india que aparentemente era el lugar preferido del presidente Nelson Mandela en sus años de juventud.

El mercado del suburbio norte de Mellville, conocido por su atmósfera relajada y tranquila, también tiene su buena selección de restaurantes.
Las especialidades tailandesas y vietnamitas de Soi (esquina de Seventh Street y Third Avenue) combinan memorables sensaciones y gustos con un buen precio. Sam's Cafe en Seventh Street tiene una excelente cocina mediterránea a precios más que razonables, y en la misma zona, Nuno's ofrece buenísimos platos portugueses como merluza y sardinas. Melville también tiene una gran vida nocturna en Seventh Avenue, una calle con bares de esquina a esquina. Hay que visitar Xai Xai, un lugar ambientado al estilo de Mozambique.

En general, hay algo para cada paladar en Johanesburgo. Desde francés a italiano, chino, africano o asiático, la lista de restaurantes étnicos es interminable. Y los fanáticos de la comida rápida tampoco saldrán decepcionados: McDonalds, Wimpy, Nandos y KFC tienen franquicias aquí también.

¿Necesitan terapia de compras? Johanesburgo puede satisfacer ese pedido. En la ciudad hay no menos de veinte centros de compras, y la mayor parte de ellos son como ciudades en miniatura que cuentan con bancos, farmacias, oficinas de correo, cines y restaurantes, así como los inevitables comercios. Pueden ir al Melrose Arch en Melrose Boulevard, el Hyde Park Mall (Jan Smuts Avenue) o el mejor de todos, Sandton City en la esquina de Sandton Drive y Rivonia Road.

No es de sorprenderse que en una ciudad de extremos tan amplios entre la riqueza y la pobreza (es la ciudad más poderosa del continente, pero aún así hay grandes fracciones de la población que luchan por sobrevivir) los niveles de crímenes hayan llegado a extremos muy grandes en los últimos años. Aún así, gracias a las cámaras de vigilancia y otras medidas, las tasas de crímenes serios como robos, asaltos y hurtos se han ido reduciendo.

Eso no significa que hay que ser inocentes ante tanto peligro, pero tomando las precauciones necesarias (ir siempre en grupo, tratar de no lucir como turista, no llevar sumas excesivas de dinero, evitar el uso de joyas o relojes caros, etc.), un viaje a esta ciudad pujante y trabajadora no necesariamente tiene que implicar lidiar con la paranoia o el miedo.