Fútbol Americano
Fabio Dana 8y

Huracán ganó igual

BUENOS AIRES -- Está claro: Huracán dejó pasar una chance inigualable. La Copa Sudamericana se le escapó en la definición por penales y luego de hacer un gran torneo se quedó con las manos vacías.

El dolor de los hinchas y de los jugadores es grande por la oportunidad perdida, pero a la hora de analizar lo ocurrido y de mirar hacia adelante el balance debe ser positivo.

Hace un año, el Globo peleaba por lograr el ascenso a la Primera División, y lograba volver a la máxima categoría tras un desempate ante Atlético Tucumán.

El desafío era mantenerse. Y logró el objetivo, con muchos altibajos y luego de un torneo irregular donde recién pudo respirar tranquilo en la última fecha.

Es que Huracán se acostumbró en los últimos tiempos a sufrir y a gozar por igual. Un buen ejemplo fue lo ocurrido en 2014, cuando ganó la Copa Argentina sin saber todavía si podía conseguir el regreso a Primera.

En este 2015, mientras peleaba por seguir en la A (recién aseguró la permanencia en la última fecha), avanzaba en silencio y con firmeza en la Copa Sudamericana.

Comenzó el camino goleando a Tigre por 5 a 2, luego superó a Sport Recife de Brasil, a Defensor Sporting de Uruguay y hasta se dio el gusto grande de dejar en el camino a River, el defensor del título y gran favorito.

Así, sin perder ningún partido y mostrando fortaleza como equipo, llegó a la final ante Independiente Santa Fe. Fueron dos partidos duros, parejos, donde los nervios y la presión no dejaron margen para las diferencias.

Dos empates en blanco llevaron la definición a los penales; los colombianos fueron más efectivos desde los 12 pasos y se quedaron con el trofeo.

Pero Huracán ganó igual. Ganó un equipo que mostró personalidad y coraje para enfrentarse a paradas difíciles. Hoy, el Globo está curtido. Sabe lo que es jugar bajo presión. Y responde.

Ganó un entrenador que hasta hace unos meses estaba del otro lado de la línea de cal, que en poco tiempo hizo su camino dejando en claro que sabe lo que quiere y, lo más importante, se lo sabe transmitir a sus jugadores.

Y ganó un equipo que si logra mantenerlo podrá darle más satisfacciones. Deberá recordar el pasado y no cometer viejos errores. En 2009, cuando estuvo a un paso de título de la mano de Angel Cappa, la dirigencia desmanteló el plantel. Como resultado, debió pagar con un descenso y varios años de incertidumbre.

Hoy, hay una base firme de jugadores como Marcos Díaz, Federico Mancinelli, Federico Vismara, Patricio Toranzo, Daniel Montenegro, Ramón Abila, quien seguramente será el más difícil de retener.

Por eso, cuando pase el dolor por la derrota y llegue el análisis más frío, la conclusión será que el Globo ganó igual.

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