BARCELONA -- La propiedad del RCD Espanyol está a un paso de cambiar de manos, tras confirmarse este lunes que los dos mayores accionistas del club blanquiazul han alcanzado un principio de acuerdo para vender sus títulos a un emporio chino, Rastar Group, que estaría dispuesto a colocarlo en el primer plano deportivo.
El conglomerado empresarial chino pretende relanzar deportivamente al club blanquiazul para, en un plazo no superior a los tres años, convertirlo en referencia de la Liga española, peleando cara a cara con los grandes y convirtiéndolo en asiduo de la Champions League.
Rastar Group es un gigante chino propiedad de Chen Yansheng que lleva más de dos meses negociando su entrada en el capital del Espanyol. Finalmente, sus ejecutivos alcanzaron un acuerdo con los ex presidentes Ramón Condal y Daniel Sánchez Llibre para hacerse con su paquete accionarial, que supera 30 por ciento del total del club blanquiazul, y alcanzar 40 por ciento gracias a sus tratos con otros accionistas.
El que será nuevo propietario del Espanyol es un conglomerado de empresas que se dedica a la producción de juguetes electrónicos y videojuegos, produciendo además series de gran impacto televisivo en todo el continente asiático. De acuerdo con datos ofrecidos por fuentes de la negociación, Rastar Group, que cuenta con 10 mil empleados, tiene un valor en la Bolsa superior a los tres mil millones de dólares.
El acuerdo establece que en un plazo corto de tiempo, se supone que antes de acabar este año, Rastar Group se hará cargo de la deuda total del Espanyol, cifrada por encima de los 160 millones de dólares y que a partir de ahí, acordando ya entonces poseer la mayoría absoluta accionarial (por encima de 60 por ciento de los títulos) entrar en la gestión tanto económica como deportiva del club.
Los nuevos propietarios del Espanyol estuvieron en su momento interesados en la compra del Valencia, que acabó en manos de Peter Lim, y también pusieron sus ojos en Inglaterra, negociando a través de terceros la adquisición del Aston Villa a Randy Lerner en unas conversaciones que no cuajaron.