<
>

Luis Enrique reta al club: Quiere fichajes en enero

BARCELONA -- Luis Enrique no ha cambiado de parecer a pesar de los últimos resultados del Barça. Quiere que el club se refuerce en el mercado de invierno. Y si en los primeros dos meses de la temporada se refirió a este asunto guardando las formas, ahora ya lo dice abiertamente.

El entrenador asturiano ha puesto a la directiva de Bartomeu en un aprieto, en una situación claramente incómoda después de reclamar fichajes. “Siempre soy partidario de reforzar el equipo”, aseguró este viernes en la sala de prensa. Y sus palabras cayeron como un mazazo en los despachos.

Recuperado Messi a la perfección, el Barça parece haber tomado velocidad de crucero a la espera de poder inscribir a Arda Turan y Aleix Vidal. Para el club, en opinión de la directiva, esos dos jugadores son los “verdaderos refuerzos” de la plantilla y de acuerdo con Robert Fernández, el secretario técnico, se consideró el asunto poco menos que cerrado.

El Barcelona, la directiva, tenía decidido no acudir al mercado teniendo en cuenta tanto las limitaciones económicas que padece como la dificultad de encontrar lo que se dice ‘un chollo’ y, a no ser que ocurriera una lesión similar a la de Rafinha, había dado por cerrado el tema.

“Hay que estar preparado por si las cosas se tuercen y siempre hay que mejorar”, afirmó Luis Enrique, rematando su discurso con una claridad meridiana con un mensaje inequívoco. “Cuanto más fuerte podamos ser como equipo mejor y este año en cuanto a número de jugadores hay diferencia respecto al año pasado”, dijo el entrenador asturiano, mostrando sus cartas de una forma que no deja lugar a la duda.

En el club se respira una clara preocupación financiera. Se tiene pendiente una negociación que se adivina complicada en la renovación de Neymar, que aumentará la masa salarial de la plantilla hasta un límite peligroso y a partir de esa circunstancia los problemas se sucederían.

“Siempre soy pro-mejorar”, cerró Luis Enrique y sus sentencias motivan una conclusión evidente: no quiere fichar cualquier cosa, quiere fichar jugadores que puedan entrar en el equipo sin que se rebaje la calidad colectiva.

Y eso cuesta dinero. Personalizando en Nolito se estaría hablando de una operación de alrededor de 26 millones de euros entre el fichaje y el salario del jugador en los cuatro años y medio que, se supone, se le ofrecerían de contrato. Y eso hace temblar a Susana Monje, la vicepresidenta deportiva, y a Josep María Bartomeu, el presidente.

Luis Enrique entiende que a él se le reclaman resultados, títulos, éxitos… Y no atiende a nada más. Puede estar contento con Sergi Roberto y hasta confiar en Munir o Samper, pero a él no le va para nada el romanticismo de la cantera. Si puede completar una plantilla de 10 no se conformará con menos.

A pesar de que su postura haya sido recibida con pesar desde los despachos.