BUENOS AIRES -- Calor, calor, sofocante calor y yo en una presentación de libros cartoneros en la calle Venezuela. Afuera juega el Barça y me desespero. La juventud por todas partes, gente dispuesta a leer, a enterarse de lo último que pasa en materia de nuevos escritores. Y yo estoy en el tumulto. Y me cruzo a un bar.
Me siento en Tomasito Bar, y hay dos televisores. Barcelona es apretado desde el primer momento por un equipo que le falta el respeto. Un equipo muy aguerrido y corredor, no me acuerdo ni el nombre, creo que es el Celta de Vigo. Bueno, eso no importa.
El Barça es apretado a lo largo de todo el primer tiempo y no encuentra su juego. Se salva en dos oportunidades y los 45 primeros minutos terminan empatados 1 a 1. Me gusta la actitud de su rival.
¿Así hay que jugarle al Barça? Los parroquianos desesperan ante cada ataque del equipo catalán del siglo que tampoco ataca tanto, la cuestión es así.
Carlos, 58 años, tomador de café: "Mirá, Cucu, al Barcelona hay que presionarlo en todos los espacios, en bloque, porque si no te liquida. Y otra cosa importante hay que sacarle la pelota".
El Celta de Vigo, pese a hacerle una presión muy fuerte se está comiendo una goleada (6 a 1).
- Pero ¿no te parece que está vez el Barça tuvo suerte y sacó la chapa de sus individualidades?
- Hummm, ¿suerte? ¿Te parece? El Barça tiene arriba jugadores a los que si les das espacio, te liquidan literalmente y sin exagerar.
- Bueno, puede ser.
- De hecho, Cucu, mirá el partido que juegan en este momento Newell´s y Rosario Central, en el plano local. Juegan desordenados, mandan puros centros. No saben construir jugadas.
- Es verdad, hay una diferencia... Pero es cierto que al Barça lo salvó Messi, con un tiro increíble, salido de otro partido.
Me pido una cerveza porque la tarde no amerita para un café. Pienso en lo que me dice el señor Carlos. Al Barcelona hay que apretarlo en todos lados y no darle espacio para que sus rápidos delanteros salgan proyectados para adelante.
En fin, al Barça, no hay forma de pararlo. Hago una aclaración, esta vez al Barça lo salvaron las individualidades. Un tiro libre de Messi, un jugadón de Neymar, una aparición voraz de Suarez... Cuando el equipo no anda, aparecen los genios, esos que marcan la diferencia. El Celta de Vigo, jugó muy bien y tal vez, le faltó mejorar sus condiciones en defensa.
Vuelvo del bar hacia el trabajo. Acabo de ver una lección de fútbol en muchos aspectos. Rosario Central y Newell´s también juegan al mismo horario, en Rosario, cuna de este juego apasionante. Es difícil, comprender que el Barcelona y Newell´s juegan el mismo juego, pero así es. Son las dos caras de una misma moneda.