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Cinco claves para seguir el clásico

BUENOS AIRES -- Estamos en la antesala de uno de los grandes clásicos del fútbol mundial. Cuando Barcelona y Real Madrid se enfrentan, el planeta entero habla y respira fútbol. Por más que lleguen en situaciones muy distintas, por más que haya una diferencia de 10 puntos en la tabla, en estos partidos uno siempre está a la espera de lo que puedan demostrar.

El rendimiento de los últimos tiempos hace que, en la previa, parezca el clásico más desparejo de los últimos tiempos. Pero en estos partidos los antecedentes pesan hasta por ahí nomás. Sobre todo pensando que muy pocos días después ambos tendrán compromisos clave -sobre todo, el Barcelona.

Analicemos entonces algunas situaciones puntuales que seguramente se presenten cuando la pelota comience a rodar.

ATAQUE: MSN VS BBC
El poderío de los dos tridentes ofensivos hace ilusionar a cualquiera con una lluvia de goles. Ver jugar en el mismo partido a seis delanteros de primerísimo nivel es siempre motivo de satisfacción. Pero hay un punto que a veces se pasa por alto y en el que Barcelona saca una leve ventaja.

Mientras que en el tridente MSN (Messi-Suárez-Neymar) cada uno juega en el lugar en el que se siente más cómodo, del otro lado la situación no es la misma para el BBC (Bale-Benzema-Cristiano Ronaldo). Bale ya ha dicho que él no es un atacante por derecha y que prefiere arrancar detrás de los atacantes de punta.

Parece un tema menor cuando hablamos de alguien de la jerarquía de Bale, pero no lo es: si no se siente a gusto, no rinde al cien por cien, y en estos partidos, los pequeños detalles pueden terminar siendo decisivos.

MEDIOCAMPO: EN BUSCA DEL EQUILIBRIO PERDIDO
Repasar las virtudes del Barcelona en la zona media es innecesario, cuando gran parte de la esencia de su juego pasa por cómo administran y distribuyen la pelota sus volantes. Aun cuando desde la llegada de Luis Enrique haya incorporado como opción, cuando el monopolio y la circulación incesante no dan resultado, saltear líneas con pelotazos y cambios de frente, Barcelona sigue apostando a tener la pelota hasta abrir huecos en la defensa rival.

Del otro lado, Zidane está encaminado a conseguir lo que Real Madrid tuvo cuando Ancelotti condujo al equipo a ganar su última Champions League: equilibrio en el medio. Con Khedira y Xabi Alonso tenía una aduana delante de su línea de fondo, algo que perdió más adelante y que Rafa Benítez no pudo recuperar.

No se descubre nada nuevo diciendo que Modric y Kroos no son volantes centrales naturales, pero lo cierto es que jugaron como tándem en ese rol durante mucho tiempo. Pero con Casemiro, Zidane está encontrando su mediocampo con un cinco natural. Así ganan también Modric y Kroos, que parados por las bandas vuelven a tener llegada y gol, algo que el alemán mostró con su selección en los últimos amistosos.

DEFENSA: NO TODO ES LO QUE PARECE
En la última línea, hay preconceptos alrededor de ambos equipos que es interesante aclarar. Empezando por la defensa del Barcelona, de la que se habla muy poco y rara vez se le da el crédito que le corresponde.

Lo he dicho y me repito: la del Barcelona es una muy buena defensa. Y eso que no es una defensa clásica, sin un seis típico al jugar allí Mascherano, un cinco reconvertido, y con laterales que piensan mucho más en atacar que en defender.

La clave es que Barcelona se defiende teniendo la pelota y haciéndolo lo más lejos posible de su arco. Con tanto monopolio, no se lo ataca tanto, y eso le permite responder a los problemas sin necesitar un máximo sacrificio.

Por el contrario, Real Madrid tiene defensores más típicos. Marcelo es un lateral al que le gusta proyectarse pero también tiene marca, y Carvajal es hombre de marca. Sus dos centrales también encajan en el molde para el puesto, ya que tanto Sergio Ramos como Pepe tienen mucha presencia física.

Lo extraño es que ambos centrales tienen muy buen juego aéreo... pero sobre todo en el área rival. Y eso aplica a Varanne también cuando le toca jugar. Extrañamente, los tres ganan mucho más de arriba cuando van a buscar el gol que cuando tienen que evitarlo. Puede que no sea una falencia tan importante ante un equipo como Barcelona que prefiere jugar al ras del piso, pero no deja de ser motivo de preocupación.

LO QUE SIGUE TAMBIÉN JUEGA
Da la sensación de que ambos van a poner a los mejores hombres disponibles: es difícil pensar que ante un clásico, alguno de los dos técnicos elija cuidar a sus hombres.

Y sin embargo... no sé qué haría yo si estuviera en el lugar de Luis Enrique. ¿Hay que darle tanta importancia al clásico? Porque la diferencia es grande, incluso sobre el escolta Atlético Madrid (está nueve puntos atrás y juega más temprano), y tan solamente tres días después Barcelona tendrá un duelo que a mi entender es más relevante: la ida de cuartos de la Champions, justamente ante el Atlético.

No es para despreciar el hecho de que Atlético Madrid le va a plantear un partido muy físico el martes, con solamente 72 horas de descanso. Y en una serie de ida y vuelta, el cansancio puede ser determinante para hipotecar las chances en el primer partido.

Real Madrid tiene menos apremios, ya que soñar con el título de liga es una quimera. Además tiene un día más para recuperarse y en los papeles un rival más sencillo en el Wolfsburgo. De cualquier manera, no puede dejar de darle al clásico la importancia que se merece, pensando en complicarle la vida a su archirrival pero también en no ponerse en una situación incómoda si sufriera una derrota abultada.

Abro también un interrogante alrededor de cómo puede llegar a preparar su primer clásico como técnico Zinedine Zidane. A priori parece ser que priorizará el equilibrio defensivo, pero no sería extraño que intente sabotear el monopolio que suele plantear Barcelona. Una duda que solamente despejaremos el sábado.

EL RECUERDO Y LA IDENTIDAD
Por último, será un clásico marcado por el adiós de Johan Cruyff. Alguien que ganó todos los partidos de su vida, como jugador y como técnico. Y en ambos roles dejó enseñanzas.

Desde su aparición como futbolista y reforzado cuando se calzó el buzo, Cruyff le dio al Barcelona un estilo que se sigue respetando: el de conservar el balón, monopolizar el juego y ser protagonistas. Y todos sus discípulos (Rijkaard, Guardiola, Vilanova, Luis Enrique...) siguieron ese libreto, el que hace que disfrutemos tanto viendo jugar al Barcelona.

Enfrente habrá un equipo que, en cambio, anda buscando recuperar su identidad. Al mando tiene a un hombre muy identificado con la casa, y un clásico es siempre una gran oportunidad para encontrar el camino.

Felicidades.