Fútbol Americano
Jordi Blanco | ESPN Digital 8y

Conexión no encontrada: El Barcelona depende de la "MSN"

BARCELONA -- El Barcelona llama desesperadamente a la MSN. Seco desde Villarreal, el desplome del tridente ha arrastrado al equipo a una crisis de resultados que por evidentes provoca alarma alrededor del campeón. Y Riazor asoma como el escenario en el que se definirá la realidad absoluta.

Desde que el Barça inauguró la temporada con la Supercopa de Europa ante el Sevilla y hasta que eliminó al Arsenal en la Champions el tridente sumó 106 goles. A partir del empate liguero en Villarreal apenas ha anotado cuatro. Cuatro goles en seis partidos que han provocado una victoria, un empate y cuatro derrotas.

El equipo azulgrana se ha acostumbrado de tal manera a la trascendencia de sus cracks que en cuanto su rendimiento ha desaparecido los resultados han dado la espalda al colectivo.

Ya sea a través de la precipitación y un juego sin el argumentario esperado, por medio de la dependencia de la MSN o apostando por la personalidad histórica, lo cierto es que el marcador se ha empeñado en castigar al Barça. Y alcanzado este momento, por fuerza, el despertar de los cracks se considera absolutamente necesario.

Del Barcelona del tridente al Barcelona de Luis Enrique, con cinco partidos para acabar la Liga llega el momento en que el entrenador está obligado, más que nunca, a ejercer su mando en el vestuario. Agitar el ambiente se adivina como un camino a seguir, cambiar....Porque revolucionar parece difícil a estas alturas, cuando los roles en la plantilla han quedado tan determinados que se antoja imposible una variación en los esquemas. Munir seguirá siendo suplente en Riazor y con la duda de Arda Turan es evidente que el once, con la obligada presencia de Bartra, apenas variará.

Variará tan poco la situación, el escenario, que el Tridente está llamado, otra vez, a desatascar al equipo. Sin opción a las excusas, sin atender a tantos asuntos extradeportivos que hay rodeado a Neymar o Messi, ambos, junto a Suárez, están obligados a llevar en volandas al equipo, al conjunto, en este desesperado rush final de la temporada. No hay más.

^ Al Inicio ^