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Ñíguez vuelve a la órbita del Barça, que ya lo rechazó dos veces

BARCELONA -- Catapultado a escaparate a través del golazo 'messiánico' que marcó este miércoles al Bayern Munich, el nombre de Saúl Ñíguez volvió a ser protagonista en el Barcelona. Y no es la primera vez...

En el Camp Nou, donde se controla al joven jugador colchonero desde hace tres años, se considera su incorporación como una apuesta segura, ya no de futuro sino de presente a la vista de su excelente rendimiento al máximo nivel. Y existe la sensación de que después de dejarlo escapar en dos ocasiones, este verano será la última oportunidad de ficharlo.

Nacido en Elche hace 21 años y 'expulsado' del Real Madrid en categoría infantil (perteneció dos años a la cantera merengue), el Barça mantiene una opción preferencial sobre Saúl desde el verano de 2013, cuando traspasó a Villa al Atlético y consiguió a cambio esa opción por él, al igual que por Javier Manquillo, hoy cedido al Olympique Marsella, a la vez que intentó, sin éxito, hacer lo propio con Oliver Torres considerado en ese momento la mayor perla del Manzanares.

En la temporada 2013-14 Simeone decidió foguear al joven futbolista con una cesión al Rayo Vallecano, en el que, a las órdenes de Paco Jémez, demostró sus excepcionales dotes, ya fuera actuando en la defensa o en el centro del campo.

Saúl disputó 37 partidos con el Rayo, y en el verano de 2014 fue reclamado para regresar al Calderón por el entrenador argentino, para comenzar a partir de ahí un crecimiento que este curso se ha demostrado enorme.

RECHAZADO
¿Y el Barcelona? En el verano de 2014, después de los informes que se facilitaron al entonces director deportivo Andoni Zubizarreta, tuvo la oportunidad de hacerse con el fichaje de Saúl, por un precio mucho menor a los 45 millones de euros que marca hoy su cláusula de rescisión.

Sin embargo, los servicios técnicos del club azulgrana desaconsejaron la contratación del joven futbolista, ni que fuera para foguearle en el Barcelona B o en una cesión, y se prefirió incorporar como defensas a Vermaelen y Mathieu.

En aquel entonces Saúl, de acuerdo con fuentes cercanas al Barça, habría tenido un precio inferior a los 12 millones de euros, incluso negociables con la inclusión de algún canterano barcelonista que pudiera interesar a la entidad madrileña.

Después de su regreso a las órdenes de Simeone, con el que disputó 35 partidos oficiales, el Atlético acordó prolongar su contrato hasta 2020, aumentar su cláusula de rescisión hasta los 45 millones de euros y convertirlo en una de las claves de la plantilla.

Y fue entonces, otra vez, cuando Saúl regresó a la órbita del Barça. En el verano de 2015, en plena campaña para las elecciones a la presidencia azulgrana, a Luis Enrique se le trasladó la posibilidad de incorporar al joven jugador... Pero el entrenador asturiano tenía otros planes.

Con plenos poderes ante Bartomeu, que utilizó el asunto como arma electoral, Luis Enrique forzó el fichaje de Arda Turan, por quien el club azulgrana pagó un fijo de 34 millones de euros que pueden ascender hasta los 41 en concepto de diversos bonus.

Oblak, Godín, Koke, Saúl y Griezmann. Este fue el repoker de jugadores que Simeone transmitió a Enrique Cerezo eran innegociables. Cuando apareció la oferta por Arda, el técnico argentino respiró tranquilo, consciente de que la marcha del turco, a quien consideraba ya había sacado todo su rendimiento, apartaba del plano a su joven diamante.

Así fue, por cuanto el Barcelona se olvidó absolutamente de Saúl, cuya propiedad comparte el Atlético con una empresa llamada Quality Football Ireland Europe (posee el 40 por ciento del jugador) y que estuvo cerca de ser traspasado al Manchester United gracias a la estrecha relación entre Jorge Mendes, su representante, y el director ejecutivo de los diablos rojos Ed Woodward.

El propio Saúl, sin embargo, rechazó en primera persona abandonar el Atlético, convencido por el Cholo del papel que le tenía reservado en el equipo y que se ha demostrado durante una temporada en la que ha pasado de diamante a estrella.

El Atlético quiere ahora renegociar las condiciones con el joven jugador, que pide un aumento de salario hasta, de acuerdo con lo publicado por el diario As, cinco millones de euros que inmediatamente provocarían un aumento en su cláusula de rescisión de los 45 millones actuales hasta no menos de 100.

Falta por saber si el Barcelona esta vez reaccionará, antes de que sea tarde, o dejará escapar, quizá ya definitivamente, a un Saúl al que desde hace tres años controla muy de cerca y que ya ha rechazado en dos ocasiones.